El primer día en Kathmandu empezó con una buena ducha y una comilona. Tras más de 24 horas sin comer nada y soportar aquel viaje infernal del día anterior, unas pizzas, momos y un par de cervezas nos sentaron de maravilla. Era momento de coger energías pero con calma, puesto que disponíamos de tiempo suficiente para planificar nuestro viaje por Nepal.
Teníamos por delante cuatro días en los que preparar todo lo necesario para el trekking del circuito del Annapurna y teniendo en cuenta que veníamos de pasar cinco meses por India y Sri Lanka y veníamos prácticamente con lo puesto, muchas eran las cosas que teníamos que comprar. Para empezar casi toda nuestra ropa era de verano. Las únicas prendas que teníamos de abrigo eran un par de chaquetas y gorritos que habíamos comprado en Darjeeling y Sikkim, pero no era suficiente para subir a la montaña. Necesitábamos encontrar también una agencia de confianza en la que contratar, como ya habíamos decidido que haríamos, un porteador.
Los siguientes días fueron una sucesión de paseos por las largas calles del barrio de Thamel en busca de todo lo que habíamos apuntado en una interminable lista. Calzado de montaña, ropa térmica, cantimploras, mapas, palos para andar o chaquetas impermeables, calientes y que parasen el viento. Teníamos que tener en cuenta muchas cosas a la hora de hacer las compras puesto que era nuestro primer trekking largo y a tanta altura. Éramos completamente novatos, pero las experiencias de otros bloggers nos sirvieron de ayuda. No obstante, el hecho de comprar material falsificado nos hizo tener que hacer algún viaje de más. La chaqueta que me compré al principio, por ejemplo, eran dos unidas en una (la parte de fuera impermeable y la de dentro un forro polar y windstopper) pero la dentro tenía la cremallera puesta de tal modo que si las unía a la exterior el forro polar no tocaba mi cuerpo Y es que nuestro presupuesto no nos permitía ni plantearnos siquiera comprar material de primera calidad.
Los paseos se hacían siempre más largos de lo previsto pues entre las centenares de tiendas de material de trekking había otras cientos de bisutería, decoración y ropa. Tenía que hacer un gran esfuerzo por no entretenerme demasiado entre los miles de pantalones de alibaba de colores que acaparaban toda mi atención y de vez en cuando arrancar a Toni de los estantes de té.
Una de las mañanas la dedicamos a buscar la oficina de Utmost adventure. Existem infinidad de agencias en las que contratar porteadores o guías para hacer trekking, prueba de ello es que cuando uno va paseando por Thamel le preguntan cada cinco minutos si va a hacer un trekking (y cada diez si quiere opio o marihuana, sobretodo si se es hombre y tiene pinta de… bueno, la de Toni). Pero habíamos leído que no todas son de confianza y preferíamos ir recomendados. Una vez contratado el porteador nos dijeros que ellos mismos se encargarían de preparar el par de permisos que necesitábamos, así que por eso ya no nos tuvimos que preocupar.
También hicimos un par de visitas a la embajada tailandesa de Kathmandu pues teníamos ya un vuelo para ir a Bangkok tras finalizar nuestra andadura en Nepal y todavía no nos habíamos hecho el visado, (para entonces ya sabíamos que queríamos estar un par de meses en Tailandia)
En los ratos libres Toni se estrujaba el cerebro intentando planificar la ruta teniendo en cuenta realizar una correcta aclimatación y evitar problemas con el mal de altura. Una libreta que la compró pensando que la iba a utilizar como diario terminó siendo la del planning del trekking por Nepal, con todos los pueblos por donde íbamos a pasar, las alturas, la duración, etc…
Entretanto disfrutábamos de Thamel. Poco a poco se nos fue olvidando como había sido nuestra llegada a la capital y con ello la primera impresión del país. A pesar de ser una ciudad ajetreada en comparación con el resto de Nepal, viniendo de India aquello era un remanso de paz. La gente con la que hablábamos era muy agradable y el excesivo tráfico no era nada si lo comparábamos con ciudades como Delhi o Jaipur. El tercer día ya estábamos encantados de haber ido a para allí. Y eso que una maldita diarrea intentó estropearme los primeros días.
Cuando todos los papeleos estuvieron hechos y todo el material comprado pudimos por fin visitar algo de Kathmandu, así que la víspera de empezar la caminata pasamos toda la tarde en Durbar Square. La famosa plaza y sus edificios son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y perderse observando el conjunto arquitectónico que forman los templos de distintas épocas es muy fácil. Además, cuando fuimos había, aparte de mucho turismo local, una especie de manifestación y la plaza estaba concurrida.
La última noche decidimos cenar en nuestra habitación tranquilamente e irnos pronto a dormir. De vuelta al hotel compramos momos y alguna cosilla más de los puestos callejeros. Las mochilas estaban ya preparadas y nosotros ansiosos por dar el pistoletazo de salida de la aventura que en pocas horas iba a empezar. Ya no había vuelta atrás, los Annapurnas nos estaban esperando.
Hola, me gustaria saber cuanto fue el precio total que tuvisteis que pagar por el trekking, la empresa utmost adventure os llevo vuestras mochilas grandes hasta Naypul o hasta Pokhara? Sobre cuanto cuestan las noches en los refugios durante el trekking? Estamos planeando nuestro trekking para diciembre y nos gustaria pactar con la empresa la fecha de la ruta.
Un saludo y gracias anticipadas