Kichijoji: un barrio chic a las afueras de Tokio, ¿lo conocías?

Introducción

Kichijoji es un suburbio a las afueras del Tokyo metropolitano. Lleva habitado desde los tiempos de los samuráis, cuando Tokio aún se llamaba Edo, y algunos de sus templos y santuarios datan de esa época. Hasta hace no mucho, en Kichijoji apenas había cuatro casas de campo con huertas.

Pero, desde la década de 1960, el barrio se ha ido desarrollando hasta convertirse en lo que es hoy. Un pequeño microcosmos de callejuelas repletas de tiendas, artesanía, cafeterías, restaurantes, izakayas y hasta salas de conciertos. Y no olvidemos otra de sus atracciones principales: el enorme parque Inokashira, uno de los más grandes de Tokio y auténtico pulmón verde del barrio.

Por todo eso, Kichijoji es uno de los lugares preferidos por los habitantes de Tokyo para pasar las tardes del fin de semana. Y no es para menos, porque el barrio ofrece miles de opciones interesantes para comer, beber, y entretenerse un buen rato.

Además, otros barrios aledaños, como Mitaka (con su famoso Museo Ghibli) o Koenji, a los que se puede llegar fácilmente tanto en tren como andando, no hacen sino potenciar el encanto de Kichijoji, un sitio que vas a querer conocer si estás de paso por Tokio.

¿Cómo llegar a Kichijoji?

Puedes llegar fácilmente a Kichijoji en tren, desde la estación de Shinjuku (línea Chuo de JR), o también desde Shibuya (línea Keio Inokashira). Ambas tardan entre 15 y 20 minutos solamente. Además, la línea de tren Sobu de JR y la línea Tozai del metro también te dejarán en Kichijoji. Una vez allí, lo mejor es moverse a pie para explorar todos sus rincones a gusto.

Cuándo ir

Kichijoji es parte de la ciudad de Tokyo y, por tanto, comparten el mismo clima. Aunque, al estar un poco alejado del centro, más cerca de las montañas, las temperaturas suelen ser un par de grados más frescas que en el centro urbano. 

El parque Inokashira, el corazón verde de Kichijoji, es un lugar excelente para disfrutar de la naturaleza y admirar el paso de las estaciones, que en Japón es bastante marcado.

Dependiendo de la época del año en que lo visites, te vas a encontrar con un paisaje bien diferente, pero sin duda la época estrella es la primavera. Entre finales de marzo y principios de abril, cuando los cerezos del parque están en plena floración, el espectáculo visual es inolvidable.

Qué ver o hacer en Kichijoji

Nakamichi Dori (calle de Nakamichi)

Casi nada más salir de la estación te toparás con esta recoleta calle comercial, que representa a la perfección el espíritu de Kichijoji. Comercios de artesanía, boutiques de ropa alternativa, cafés y restaurantes de marcado sabor local se mezclan con verdulerías, licorerías y tiendas de ultramarinos, donde compra la gente del lugar.

Buena parte de las cafeterías del barrio ofrecen repostería casera, ¡un paraíso para los amantes de los dulces! Tanto Nakamichi Dori como el pequeño laberinto de callejuelas a su alrededor invitan a perderse en ellas y descubrir rincones curiosos y tiendecitas con encanto. 

Galerías de Sun Road

Estas galerías comerciales, techadas al estilo de las avenidas shotengai del viejo Tokyo de antaño, son el centro neurálgico del barrio. Las encontrarás en la salida Norte de la estación, no tienen pérdida.

Además de comercios de todo tipo, desde zapaterías hasta karaokes, pasando por algún que otro centro comercial, aquí abundan los sitios para comer… y también para beber.

Zona de bares de Harmonica Yokocho

No todo va a ser comer aquí en Kichijoji, también habrá que tomarse una copita…

Incrustada entre los callejones de las galerías de Sun Road, se encuentra este pequeño reducto atestado de bares e izakayas (tabernas japonesas tradicionales), que no debes pasar por alto si quieres tomarte una al estilo del Japón de toda la vida. Hoy en día apenas quedan lugares como este, así que hay que aprovecharlos.

Todas las noches, de lunes a domingo, las laberínticas y estrechas callejuelas de Harmonica Yokocho se llenan de gente. Las mesas suelen estar a pie de calle, lo cual invita a sentarse en cualquier sitio y brindar con los demás parroquianos.

El ambiente es relajado, acogedor, y muy divertido. Aquí siempre se conoce a gente interesante, ¡incluso aunque no hables mucho japonés!

Parque Inokashira

A un par de minutos andando desde la salida Sur de la estación, la gran estrella de Kjichijoji es, sin duda alguna, el maravilloso parque Inokashira. Su estanque era una de las fuentes de agua potable del antiguo Edo, de ahí su nombre (Inokashira significa «Pozo Principal»), y hoy en día es uno de los lugares preferidos para admirar los cerezos en flor cada primavera. 

Pero, además, la zona está repleta de pequeños cafés y restaurantes con encanto (especialmente en la avenida que va de la entrada del parque a la estación), lo cual viene genial para darse un pequeño homenaje después un rato paseando.

O también puedes montarte un picnic, o tomarte una cerveza en una terracita, por qué no. La mejor manera de disfrutar de este parque es ir con tranquilidad, relajarse y sentarse en un banco a ver la vida pasar, disfrutando del frescor de la brisa entre los árboles. 

Eso sí, mejor evita los fines de semana, cuando suele estar abarrotado de gente. Los sábados y los domingos se organiza un mercadillo de artesanía, al que también acuden titiriteros y cómicos ambulantes. Se respira un ambiente divertido, sí, pero la marabunta humana puede llegar a ser abrumadora. Entre semana, en cambio, lo tendrás todo para ti solo.

El sitio es bastante grande, (cerca de 40,000 hectáreas), con algunas zonas de vegetación tan densa que más parecen un bosque que un parque al uso. Alberga un pequeño parque zoológico (sin demasiado interés), algunas zonas para hacer deporte, diversas rutas de paseo, y un par de templos curiosos para visitar.

También aquí, en el mismo estanque de Inokashira, es donde nace el río Kandagawa, uno de los principales cauces fluviales del Tokyo metropolitano.

Además, a medio camino entre las estaciones de Kichijoji y Mitaka, en la parte Suroeste del parque se encuentra el famoso Museo Ghibli, uno de los principales atractivos turísticos del lugar. Si quieres visitarlo, asegúrate de comprar las entradas por anticipado en su página web ya que se agotan con semanas (y a veces hasta meses) de antelación. ¡Estás avisado!

Templo Benten-Do

Uno de los símbolos de Kichijoji es este pequeño templo, erigido en un islote en mitad del estanque del parque Inokashira. Dedicado a Benzaiten, la diosa de las aguas, el Benten-Do es muy antiguo; lleva ahí desde antes de que la ciudad de Edo (la antigua Tokyo) se fundara. Hoy en día se puede visitar de manera totalmente gratuita, y merece la pena dedicarle unos minutos.

Además, si te van esas cosas, en el templo de al lado se organizan sesiones de meditación Zen todos los meses, a las que se puede asistir totalmente gratis (¡aunque para ello es recomendable saber japonés!).

Paseo del canal Tamagawa Josui

Una de las muchas rutas de hiking ligero que ofrece el parque Inokasihra es este canal del Tamagawa Josui. Cerca del Museo Ghibli, en la parte Suroeste del parque, puedes encontrar este pequeño riachuelo, cuyas riberas están jalonadas de vegetación exuberante y pequeños chalés de estilo japonés.

En realidad, se trata de un afluente del río Tamagawa, uno de los más grandes de Tokyo, que ha sido canalizado y habilitado como zona de paseo.

El canal es bastante largo, pero el tramo más interesante (y bonito) es este que pasa por el parque Inokashira, de unos 4 km de recorrido en total.

Además de estirar un poco las piernas, lejos de las aglomeraciones del centro de la ciudad, podrás deleitarte observando la vida tranquila de este rincón de Tokyo, con sus casitas unifamiliares, sus huertas y sus bosquecillos de bambú.

Salas de conciertos

Ese tópico tan habitual en las series de anime japonés, chicas o chicos de instituto que montan su propia banda de rock y se ponen a tocar en minúsculas salas de conciertos, es real. Y puedes comprobarlo aquí, en Kichijoji.

Sus calles están salpicadas de pequeñas live houses, como las llaman los japoneses, donde por las noches actúan todo tipo de artistas. Bandas indies, cantautores, comediantes, grupos de idols primerizas… Casi siempre muy  jóvenes, y con grados de calidad musical bastante variables.

Puede ser complicado acceder a estas salas sin saber japonés, ya que el sistema de venta de entradas suele ser un tanto enrevesado. Pero, a veces, es posible comprar un ticket con derecho a bebida en la entrada y, sin más, pasar dentro a disfrutar del espectáculo.

Si te gusta la música en directo, es una buena manera de echar un par de horas, ¡y hasta de conocer gente interesante!

Santuario Musashino Hachimangu

Este santuario sintoísta, en pleno corazón de Kichijoji, es otro de los centros neurálgicos del barrio. Lo encontrarás nada más salir de la calle principal de las galerías Sun Road, a mano izquierda.

Sus jardines albergan diversas ferias y festivales populares a lo largo del año, sobre todo en verano y en Año Nuevo. Los famosos matsuri japoneses.

Así que, con un poco de suerte, aquí podrás ver a los lugareños ataviados con sus kimonos tradicionales (o yukatas, si es verano), y también encontrar un montón de puestecitos ofreciendo las típicas delicias de comida callejera nipona.

Galerías de arte

Además de sus miles de opciones para comer, Kichijoji también goza de una variada oferta cultural. Por ejemplo, abundan las galerías de arte de todo tipo. A nosotros nos llamaron especialmente la atención un par de ellas. 

Por un lado, Libest Gallery Sou es un pequeño espacio en el que se organizan exposiciones gratuitas de artistas locales. Situada en la misma calle del santuario Musashino Hachimangu, a la salida de las galerías de Sun Road, aquí puedes encontrarte desde dibujantes de manga (hay muchos viviendo en Kichijoji) a diseñadores indie, artistas pop o modistos alternativos.

Siempre hay algo interesante que ver, y además puedes hablar directamente con los propios artistas, que suelen estar presentando sus obras en la sala.

Y luego está Gallery Zenon, toda una institución dentro del barrio. Regentada por una editorial de cómics con sede en Kichijoji, la galería Zenon se dedica principalmente a las exposiciones de dibujantes de manga.

También tiene una cafetería donde puedes degustar menús inspirados en las obras y personajes que se exponen.

El local está a unos minutos andando desde la estación, en una gran lonja bajo las propias vías del tren, en una zona plagada de cafeterías y restaurantes de todo tipo. Las exhibiciones van cambiando de un mes a otro, y el precio de la entrada también varía dependiendo de la exposición de turno. 

Un barrio para comer y beber bien

Como ya henos dicho, la gastronomía es uno de los puntos fuertes de Kichijoji. Puedes encontrar cientos de locales para todos los gustos y bolsillos. Desde pequeñas tahonas y pastelerías con bollería artesana, hasta cafés de lo más hipster, pasando por un sin fin de restaurantes de comida japonesa, occidental y asiática. ¡Lo que es seguro es que aquí no vas a pasar hambre!

Y, en cuestión de bares, también tienes para aburrir. Más allá de las callejuelas de Harmonica Yokocho, en cada esquina te vas a topar con un montón de izakayas, tabernas y bares para echar un trago… o los que se tercien.

Localización

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