En Vieng Phouka hay diversas guesthouses donde poder alojarse, pero según leimos ésta se encontraba más alejada de la carretera principal. Este pueblo, al ser pequeño, tiene una carretera principal que ocupa la mitad de su teritorio, y el paso de camiones es constante, lo que hace que te lo pienses dos veces antes de alojarte en una habitación al lado de la carretera.
Nosotros preferimos alojarnos en la Bo Kung guesthouse, que se encontraba 1 km en perpendicular a la via principal. La verdad es que valió la pena puesto que el matrimonio que lo regentaba eran de lo más agradables. Nos quedamos por 30.000 kips la noche, lo que viene a ser no lleva a 3€. Encima estabamos alojados en cabañas de bambú con el techo de paja. Al lado mismo pasaba un pequeño río, el cual te hacía compañía mientras te tmoabas una cerveza fresca en la “terracita” de atrás de la cabaña.
La cabaña por dentro tenía lo mínimo: una cama con mosquitera, un baño con un agujero y un barreño con agua con un cazo dentro para ducharte. La luz venía cuando quería, así que utilizamos bastante la linterna que llevábamos.
Hora Ariadna, dinos el blog que tienes y lo visitaremos.
Saludos