El famoso puente cubierto japonés de Hoi An, llamado Cau Nhat Ban (o Lai Vien Kieu), fue construido en 1590 por la comunidad japonesa que quería conectar con el barrio chino situado al otro lado del río, en esta popular ciudad de Vietnam.
Está fabricado con madera y cemento de gran solidez para poder soportar los envites de la naturaleza, como terremotos o lluvias fuertes —o al menos esa era la intención de sus constructores cuando lo levantaron.
Puedes hacer la visita por ti mismo dando un paseo, pero si quieres pasar un día bien completo, en este tour por Hoi An te llevarán a visitar, a parte del puente cubierto, los principales atractivos turísticos de la conocida como ciudad de los mil colores de Vietman.
Este puente no es solo un bonito paso cubierto: es también un símbolo de la convivencia entre comunidades. En el siglo XVII, Hoi An era un puerto comercial internacional con gran presencia de comerciantes japoneses, chinos y europeos.
La construcción del puente reflejaba ese intercambio cultural y económico tan característico de la ciudad en aquella época.
Hoy, este legado sigue muy presente en la arquitectura del casco antiguo de Hoi An, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999.
El puente, de casi 20 metros de longitud, conecta dos de las principales calles del casco antiguo de Hoi An (Hoi An Old Quarter): Nguyen Thi Minh Khai St. y Tran Phu St., mirando por encima del apacible río Thu Bon. Antiguamente, este curso de agua separaba barrios claramente diferenciados por su origen étnico o comercial.
Totalmente cubierto, con forma arqueada y adornado con farolillos, el puente alberga en su interior un pequeño templo de nombre Chua Cau, dedicado al Tao Te, una deidad protectora.
Este pequeño santuario es único: es el único puente-templo de Vietnam y uno de los pocos en todo el sudeste asiático. Su altar, discretamente iluminado, recibe ofrendas de incienso a diario.
Justo al lado del altar hay un pequeño espacio con fotografías antiguas del puente, incluida una que apareció en la mítica revista Life. En esas imágenes en blanco y negro se puede ver cómo el puente ha sido durante siglos testigo del devenir de Hoi An.
Durante la colonización francesa, el suelo del puente fue aplanado para facilitar el paso de vehículos. Sin embargo, en 1986, un proyecto de restauración impulsado por el gobierno vietnamita devolvió al puente su estructura original, respetando tanto su estética como su valor cultural.
Desde entonces se han llevado a cabo más trabajos de conservación, ya que el puente sufre los efectos del paso del tiempo, las inundaciones del Thu Bon y el creciente número de turistas que lo visitan cada año.
El puente cubierto japonés es, sin duda, un buen lugar para resguardarse del sol de Vietnam, descansar un poco bajo su sombra y contemplar la vida tranquila que acontece en esta encantadora ciudad de Hoi An. La vista desde allí, entre casas amarillas, árboles y bicicletas que van y vienen, es de postal.
Como es habitual en una ciudad tan visitada como Hoi An, habrá que hacerse hueco entre turistas y bicicletas para cruzar el puente. Y de paso, saludar al perro que hace las veces de guardián no oficial del lugar.
Hay quien dice que siempre hay uno descansando a la sombra, como si formara parte del decorado.