El segundo día de Navidad nos despedimos del desolado pueblo de Sam Son y del fantasmagórico hotel en el que nos alojábamos y reemprendimos nuestro recorrido hacia el sur. Nuestro siguiente destino era Vinh, una ciudad por la que pasamos sin pena ni gloria pero en la que decidimos parar para no hacer demasiados kilómetros seguidos. Bastante más que el día anterior ese día sí que recorrimos 151,27 km por la siempre tan transitada carretera nacional durante 4 horas en las que tan solo hicimos algunos descansos para estirar las piernas o tomar algún delicioso café vietnamita. El tiempo no quiso amenizar el aburrido trayecto y un cielo gris y amenazando con una lluvia que finalmente nunca llegó nos acompañaron hasta que entramos a la ciudad.
La capital de la provincia de Nghe An, una ciudad arrasada por los bombardeos aéreos durante la guerra, ni nos sorprendió ni aportó gran cosa al recuerdo general de nuestro viaje. Aquella tarde hicimos poco más que comer, descansar y coger fuerzas para la siguiente etapa. Curioso fue el paseo por la de cosas raras que tuvimos ocasión de ver, como un par de motos cargadas con 4 enormes jarrones cada una o la naturalidad con la que se cortan el pelo en plena calle, al más puro estilo India.
Datos prácticos:
- La ruta fue larga pero menos mal que nos nos llovió
- El hotel en el que nos quedamos fue el Nha Nghi y pagamos 250.000 dongs la habitación doble. Ofertas de hoteles en Vinh
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