Cruzar a pie los Pirineos es una de las aventuras más especiales que se puedan hacer en Europa. Una ruta de más de 800 kilómetros, llena de pasos de montaña increíbles, picos por encima de los 3.000 metros, bosques húmedos y lagos cristalinos.

En el verano de 2025 hice la Transpirenaica por el sendero de gran recorrido GR11, desde el Mediterráneo hasta el Cantábrico, y en esta completa guía te comparto mi experiencia y aprendizajes en ella, para ayudarte con los preparativos de tu travesía (ya sea completa o por etapas) o, simplemente, para que la conozcas un poco mejor. Quién sabe si algún año serás tú quién se anime a emprender la aventura.
Cruzar a pie los Pirineos es una de las aventuras más especiales que se puedan hacer en Europa. Y como es previsible no hay una única manera de hacerlo. En realidad, existen infinidad de alternativas, pero hay dos rutas de gran recorrido oficiales bien señalizadas y establecidas, además de una tercera opción sin marcar. Las tres rutas recorren la distancia completa que hay entre el Mediterráneo y el Cantábrico.
En el caso de la GR11 que es el que vamos a desarrollar, se suele considerar que arranca en el Cabo Higuer, junto al pueblo de Hondarribia (Guipúzcoa) y acaba en el Cabo de Creus (Girona).
Sin embargo, si te la estás planteando, yo te recomendaría que la hicieras al revés, empezando en Cataluña, porque:

La GR11 no es una ruta fácil, no nos engañemos. Son muchos kilómetros, mucho desnivel de subida y bajada, tiene su dificultad logística… pero no hay que ser un montañero experto, estar súper a tope físicamente y entrenar durante meses para recorrerla. Al menos esa es mi experiencia, ya que la forma se coge… andando.
Los 4 o 5 primeros días son los más duros, una vez superado el cuerpo se acostumbra al peso, a los desniveles, y poco a poco se fortalece para las etapas más duras, que encontraremos en el Pirineo Central.
Sí que es importante tener cierta experiencia en montaña: hay que saber cómo dosificarse, cómo afrontar las etapas, sortear algunas zonas técnicas o algo complicadas, hay que saber leer un poco la meteo y cómo aprovecharla a nuestro favor, etc.

Uno de los mayores retos, sin embargo, será el hecho de estar tantos días caminando, viviendo con lo puesto, con una higiene más básica, viviendo con menos confort o comiendo de manera más repetitiva… y más si uno la realiza en solitario, pues se pasa mucho tiempo solo. Pero cuando se disfruta de estar un día tras otro en contacto con la naturaleza, en lugares impresionantes, sin masificación ni casi gente… se convierte en una experiencia muy potente, , casi meditativa
El problema de mucha gente suele ser el tiempo que se requiere para recorrerla entera. Lo más habitual es hacerla en 40-45 días (además de los días que se descanse en el camino) para que no sean etapas demasiado largas o duras. Sin embargo, gente en muy buena forma y costumbre de estar en la montaña, puede hacerla en 20 a 30 días.
Por eso mucha gente opta por hacerla en tramos de 7 a 10 etapas, a lo largo de varios veranos. Es una buena opción pero se pierde, en mi opinión, la belleza de pasar semanas con dos únicas preocupaciones: caminar y disfrutar de la vida sin prisas. Además de que cuando estás rodado, y en plena forma, te toca volverte a casa.
La mejor época para recorrer la Transpirenaica es el verano, especialmente los meses de julio y agosto, los más estables desde el punto de vista de la lluvia y las tormentas, y según el año, también septiembre.
En esos meses ya no quedará hielo en los pasos más altos, aunque es posible que podamos disfrutar de la nieve en algún nevero ocasional (vaya, que que no necesitaremos crampones).
Si empezamos en mayo o junio, seguramente sí sean necesarios, así como si queremos ascender algún pico como el Aneto, donde se atraviesan zonas con mucho hielo.
Estos meses tienen el problema de causar mucho calor al inicio (empieces por donde empieces) pero al llegar a alturas de 1.000 o 1.500 metros las temperaturas durante el día serán agradables, del entorno a 15 a 25 grados.
Por la noche, en las zonas altas (2.000 a 2.500 metros) el termómetro puede bajar a los 5 grados, incluso menos si hubiera temporal, pero normalmente serán noches despejadas donde disfrutar del vivac y los cielos estrellados.
Será habitual, eso sí, que nos podamos encontrar tormentas, ocasionalmente muy fuertes, por las tardes entre las 15 y 18 horas, en Cataluña y Aragón. En Navarra y Euskadi es más posible que haya días enteros con lluvia.
Como en cualquier aventura, cuanto más ligeras viajemos más disfrutaremos. No es lo mismo cargar con una mochila de 10 kilos que una de 15 o 18, y menos cuando vamos a estar varias semanas cargando con ella durante varias horas, mientras subimos y bajamos valles y puertos.
Por eso en un viaje largo como este, en el que no hay muchas posibilidades de abastecimiento o reemplazo de material, tenemos que dedicarle un poco más de atención a la hora de los preparativos.

Los mayores condicionantes tienen que ver con dónde vamos a dormir y qué vamos a comer, pero también el hecho de tener que estar preparados para muchas circunstancias como el calor, frío, lluvia o los posibles percances.
En el artículo Material necesario para un trekking por el GR11 Transpirenaica tienes toda la información en relación al material, para que puedas decidir qué llevarte.
En la Transpirenaica existen muchos tipos de lugares donde descansar tras cada etapa, que van desde las más básicas en plena naturaleza hasta opciones más cómodas como los hoteles y refugios en los pueblos y valles.
Dormir bajo las estrellas, con lo mínimo imprescindible, te permitirá sentir la montaña en estado puro. Llevar tienda de campaña añadirá protección frente al viento o la lluvia, pero también peso a la mochila. Los refugios de montaña ofrecen mayor seguridad y servicios, aunque implican un coste y cierta planificación previa, mientras que los refugios libres, cabañas o ermitas son soluciones más improvisadas y austeras, pero gratuitas.
Si buscas comodidad puedes optar por albergues, hostales, hoteles o campings, presentes en la mayoría de localidades. Si buscas libertad, el vivac y la tienda serán tu opción. Pero al final la elección depende de lo que priorices: viajar ligero pero con poca flexibilidad o bien llevar tu propio equipo para disfrutar de la libertad de improvisar cada día. En este equilibrio influyen también el presupuesto, el peso de la mochila y la capacidad de adaptación a imprevistos.

Es importante comentar que aunque la acampada libre está prohibida en todo el territorio, en la práctica suele permitirse la pernocta en zonas de alta montaña (cada Comunidad Autónoma tiene una normativa diferente), siendo importante hacerla siempre con respeto, discreción y limpieza.
Por eso, a la hora de empezar a soñar esta aventura tienes que reflexionar bastante sobre qué experiencia quieres vivir: comodidad planificada o contacto directo con la naturaleza. Y también pensar qué peso puedes llevar y qué sacrificios quieres hacer.
Para ayudarte a decidir lee la entrada Dónde dormir en la transpirenaica y consejos para pernoctar, donde desarrollo todas estas ideas y temas para ayudarte a tomar una de las decisiones más importantes del viaje.
Comer es mucho más fácil de lo que parece porque pasarás por algún pueblo cada día o cada dos (o, en alguna ocasión, cada tres), donde comer o comprar comida en algún supermercado o tienda de barrio.
Al igual que con el alojamiento, si vas de refugios y hoteles, en general no tendrás que preocuparte más que por el almuerzo y algo para ir picando durante la etapa (que podrás encargar en el propio refugio o comprar en alguna tienda del pueblo donde se encuentre el hotel) pues la cena y desayuno te la preparan en el establecimiento donde duermas.
Pero lo más probable es que quieras ahorrar dinero y comprar tú mismo la comida, ya sea para cocinarla (si llevas gas y cocina) o comerla fría (en el caso de que prescindas de esos elementos, lo que te ahorra 1 kilo, aproximadamente).
En ese caso ten en cuenta de que tendrás que ir planificando bien el aprovisionamiento, averiguando qué pueblos tienen supermercados y cuánto tardarás hasta el siguiente para hacer la compra.
En la descripción de cada etapa te indicaré si hay supermercados, y en la entrada de material, te describo qué solía comprar para comer esos dos o tres días en que tendrás que llevar tu comida.
El GR11 está señalizado con marcas rojas y blancas, pero no siempre resultan suficientes para orientarse, por lo que es recomendable contar con recursos adicionales.
Hoy en día, las aplicaciones móviles con mapas offline son una gran ayuda para conocer la posición, calcular distancias y planificar variantes.
Los mapas en papel y las guías especializadas siguen siendo un complemento valioso, al igual que las brújulas o GPS tradicionales.
En la ruta no solo estar orientado es importante: también consultar la previsión meteorológica con toda la regularidad que se pueda.
En la entrada Cómo orientarte en la Transpirenaica: apps y consejos para la GR11 detallo y comparo las mejores apps, mapas y libros para recorrer y orientarse en la Transpirenaica.
El gasto a lo largo de la ruta se puede agrupar en 5 categorías principales: compra de comida, consumiciones en restaurantes/bares, alojamiento, repuestos o material, transporte y… poco más, realmente.
El alojamiento suele ser lo más caro: un refugio cuesta entre 50 y 70 euros a media pensión; un hotelito o pensión, en torno a los 50 euros la habitación individual (si consigues, porque estarás viajando en temporada alta); un hostal o albergue, entre 15 y 20 euros; y un camping, si llevas tienda, más o menos eso.
La comida es la siguiente partida importante: comer un menú del día suele estar en torno a los 15-20 euros, algo más la cena. Si compras en supermercado y cocinas tú mismo las 3 comidas, puedes calcular 10-15 euros por día: no es barato, porque los supermercados de pueblecitos de montaña suelen ser mucho más caros que los de las grandes ciudades.
Y luego algún gasto adicional de material nuevo, recambios de cosas que se acaben (jabón, gas, pilas, libros…), entradas a algún museo o iglesia, caprichos…
Yo en mi ruta, en la que usé 6 alojamientos de pago en 45 días, cociné la mayoría de comidas (aunque cuando coincidí en pueblos con la hora, comí en restaurantes), gasté una media diaria de algo menos de 30 euros, que me parece mucho, pero al final en la montaña en temporada alta todo es caro.
En porcentajes, el 42% fueron gastos de compra en supermercados; 36% comidas y consumiciones; 15% alojamiento; 15% otros -masajes, material, envío mensajería y similares- y un 6% de transporte (de ida y vuelta a Madrid).
Es muy aconsejable llevar un seguro de montaña que cubra el tratamiento y los costes de los posibles percances que puedan suceder y, especialmente, la evacuación por helicóptero o los medios que sean requeridos por el 112.
Los seguros de viaje no son los idóneos para esta aventura (ya que no suelen tener vigencia en España o limitan su uso a unos días), y será necesario que contrates uno específico de aventura.
Puedes hacer dos cosas: contratar uno de una federación de montaña de tu Comunidad Autónoma. Son seguros anuales. La otra opción, que me parece más interesante, es la que ofrece Intermundial con su seguro de viajes y aventura Total Sports, un seguro de aventuras y viajes, pues permite acotar en el tiempo la validez.
Te contamos cómo contratar el seguro Intermundial con descuento o puedes ir directamente a la póliza en cuestión:
Puedes contratarlo por 2, 18 o los días que quieras. Lo bueno es que si lo contratas para toda la travesía, te sale al mismo precio que contratarlo por un año, y así estarás cubierto en todo el mundo en tus próximas aventuras y viajes de menos de 90 días durante 12 meses.
Los mayores peligros que nos encontraremos son los derivados de las caídas que podamos sufrir. Intenta caminar sin prisa y nunca por encima de tus posibilidades, sobre todo si estás cansada.
Es cierto que hay zonas que serán complicadas técnicamente, en las que bajaremos por algunos puertos complicados (descenso del Collado de Tebarray), o por zonas muy pedregosas (collado del Añisclo o la Portella de Baiau) o muy pedregosas (P.N. Aigüestortes o la zona de Posets). Ahí deberemos extremar la precaución, pero en general, caminar con bastones nos ayudará a caminar con más seguridad y comodidad.

El tiempo también puede causar problemas, especialmente las tormentas eléctricas que se forman algunas tardes, y que suelen ir acompañadas de granizo o fuertes lluvias.
Si hay rayos, baja lo antes posible, apaga y guarda todos tus aparatos electrónicos, aléjate de árboles solitarios y objetos metálicos, y busca refugio en un lugar bajo y abierto, como una cueva profunda o entre rocas.
Será raro que nieve y si estás atento a la predicción meteorológica y ves que hay posibilidad, deberás intentar evitarla y ajustar tu ruta para dormir bajo techo.
La fauna suele alejarse de las personas y no debería ser motivo de preocupación. Es cierto que hay osos pardos, tal vez el animal que podría representar un cierto peligro, pero son tan pocos y tan temerosos, que las probabilidades de encontrarnos con uno son escasas.

Hay que alejarse de los rebaños que estén vigilados por mastines, también de las víboras, si viéramos alguna (Vipera seoanei y Vipera aspis, cuya picadura duele y necesita revisión), y no molestar a avispas o abejas.
En zonas calurosas y húmedas (al principio o final de la GR) conviene revisarse en busca de garrapatas, que pueden transmitir la enfermedad de Lyme.
En cuanto a la flora sí hay una flor que conviene no tocar: la Aconitum napellus, conocida como tora azul, acónito común, anapelo azul o matalobos de flor azul. Es bonita, con forma arracimada de campanilla, pero es muy tóxica, incluso al contacto.
Ir a la montaña en solitario no es lo más recomendable, desde el punto de vista de la seguridad. Sin embargo, si haces la GR11 te encontrarás cada día con al menos 10 o 20 personas que la están haciendo, la mayoría en solitario.
En caso de que te suceda algo (torcedura, caída…), podrás pedirles ayuda, no estarás tan solo como puede parecer.
A veces, puede ser que tengas cobertura y puedas llamar al 112. Si te preocupa mucho esto que te pase algo y no poder pedir ayuda por falta de cobertura telefónica, podrías comprar un aparato de comunicación satelital, como indico en la sección Cobertura de teléfono.

Es imprescindible tener un silbato siempre a mano, por si estás en una zona donde no te ven: la señal internacional de socorro son 6 pitidos o destellos por minuto, luego una pausa de 1 minuto, y repetir todas las veces que haga falta.
A pesar de que el puerto más alto que pasaremos está casi a 2.800 metros (collada de Tebarray, en Aragón) no sufriremos mal de altura en ningún caso: el ascenso desde el inicio habrá sido tan progresivo que no tenemos que preocuparnos de esto. Tal vez parezca una obviedad para muchos, pero al menos dos personas que encontré iban con medicamentos para el mal de altura…

Caminando seis, ocho o diez horas al día, el agua y su disponibilidad puede ser una preocupación. Que no sea así, pues en todas las etapas nos iremos encontrando fuentes o manantiales cada pocos kilómetros de los que poder tomar agua sin filtrar.

De verdad: si hay una fuente, construida por el ser humano, ese agua podrá ser bebida directamente, aunque ponga “Agua no tratada”. Lo mismo de los manantiales que brotan directamente de la montaña o de roquedales: si estás tomando el agua del origen, no ha podido ser contaminada por heces de animales y si fluye y no está estancada, estará limpia. Con esto quiero decir que llevar filtro no me parece necesario.
Yo sí llevé pastillas potabilizadoras y usé 4 en toda la ruta: fueron ocasiones en las que tuve que tomar agua de un riachuelo que, como no tenía la certeza de que no hubiera animales por encima, preferí quedarme tranquilo tratando el agua. Llevaba un blister de las pastillas Katadyn Micropur Forte, que en una hora han hecho su magia.
Sin embargo sí es cierto que en algunas etapas (lo indico en el resumen de cada etapa) el agua escasea y no siempre es fácil recargar. Recuerdo etapas con 14-16 kilómetros sin una sola fuente. No obstante, con dos litros de agua siempre fue suficiente, incluso en las etapas iniciales donde hacía muchísimo calor.
Para prevenir la deshidratación en las etapas calurosas, que las habrá, recomiendo llevar unas pastillas de sales con electrolitos (sodio, potasio, magnesio y vitaminas), para compensar las sales que perderemos sudando y que el agua sola no es capaz de reponer.
Son pastillas de tragar, una cada dos horas en momentos de mucha sudoración (mejor esas que no las efervescentes que dan sabor al agua y a la botella). Yo compré las de Decathlon y creo que hicieron su trabajo.
En una ruta así debes ir mentalizado de que la higiene tuya y limpieza de la ropa no será la misma que en tu día a día o al viajar por ciudades. Hoteles, refugios, albergues… todos ellos disponen de duchas y baños para asearte después de cada etapa.
Sin embargo, si vas a la aventura con tu tienda de campaña o haciendo vivac, el agua caliente no estará disponible. En cambio encontrarás infinidad de ríos, fuentes, lagos o embalses donde poder asearte en plena naturaleza, lo que es una sensación increíble. El agua estará fría, pero bañarte en mitad del bosque o en un río en un valle solitario es una experiencia bellísima, muy primaria.
Yo siempre buscaba acampar en algún lugar con agua cerca, para lavarme nada más acampar (y así no meterme en el saco sucio y polvoriento) y para lavar los utensilios de cocinar y la ropa, si era necesario (aunque para esto último intentaba esperar a alguna fuente de algún pueblo, para que el agua fuera depurada antes de seguir su curso en algún río). Por cierto, si usas jabón, compra uno biodegradable.
A continuación te detallo la ruta Transpirenaica por el sendero GR11 que hice en 45 etapas, destacando la información que considero interesante.
Para facilitar tu preparación y saber qué te espera, hemos dividido la ruta en 5 partes, correspondiendo cada una de ellas a cada Comunidad Autónoma por la que pasa el GR11.
En el enlace que encontrarás en cada una de ellas, podrás ver una por una cada etapa con la información de desniveles, kilómetros así como una descripción de qué te espera.
La ruta empieza (o acaba) en Cataluña, en el solitario y bello Cabo de Creus. Durante aproximadamente 18 días recorre esta Comunidad Autónoma en dos tramos: de la etapa 1 a la 14 y de la 18 a la 22. Entre medias se atraviesa Andorra.
Esta sección de la Transpirenaica paisajísticamente es realmente variada: empieza a nivel del mar, en las calas y costas del Mediterráneo. Poco a poco va ascendiendo por pistas entre bosque mediterráneo.
Luego le llega el turno al bosque húmedo de la Alta Garrotxa, donde aparecen las primeras cumbres de 1.000 metros, para llegar, finalmente, a la alta montaña tras una semana de aproximación. Es en el valle de Nuria donde alcanzamos los 2.800 metros y siente uno que la aventura empieza.

Las primeras etapas suelen ser muy secas y calurosas, y duras por ser las primeras, por la falta de rodaje. En los primeros días hay muchas ermitas donde dormir, además de hotelitos y campings en los pueblos, y la compra de víveres es fácil aunque el agua escasea.
Si no se ha hecho antes, viene bien descansar en Puigcerdà, una de las poblaciones más importantes con supermercados y tiendas de montaña, antes de enfrentar el ascenso dirección Andorra.
Tras unos días en ese país, de vuelta en Cataluña, se pasa por una de las zonas más espectaculares de la ruta: el Parque Nacional de Aigüestortes, exigente pero hermoso, justo antes de entrar en Aragón.

Las andorranas son etapas muy, muy bellas, con ríos transparentes, bosques densos y una sensación de naturaleza muy bien cuidada y preservada. Duras, eso sí, por los importantes desniveles y por ser un constante sube y baja que hace que haya que tomarse con calma este país.

Sin embargo, son etapas muy cómodas por la cantidad y calidad de refugios libres, lo bien señalizados y mantenidos que están sus caminos y por sus excelentes supermercados y tiendas de montaña (en el caso de que se necesite comprar o reparar equipo) en ciudades como Ordino o Arinsal.
Apenas serán tres etapas, de la 15 a la 17, pero seguro que las recordarás por su belleza una vez acabes la ruta.

Siempre se ha considerado que Aragón es el corazón de los Pirineos y la parte más bonita… y seguramente sea así. Ahí se encuentran los macizos más espectaculares, como el Aneto, el Posets o el Monte Perdido.
Seguramente sea por eso que encontraremos más gente y los refugios guardados más llenos, pero a la vez es donde más refugios libres están disponibles para usar gratuitamente.
Es la zona con más alta montaña, más exigente, pero también muy variada, ya que las constantes bajadas a los pueblos ofrecen todo tipo de paisajes, estando casi siempre entre los 1.200 y 2.500 metros. Es una zona con excelentes posibilidades para el vivac también, con numerosos lagos de altura (ibones) y agua a raudales.

Pasaremos por poblaciones importantes desde el punto de vista logístico como Benasque (con numerosas tiendas de equipamiento de montaña, Correos y mensajerías) o Sallent de Gállego, pero también habrá tramos en los que estaremos 3 etapas sin pisar un pueblo.
Independientemente de donde se haya empezado la Transpirenaica, se suele llegar en buena forma y fuertes, algo que hará que disfrutemos mucho de esta sección de la GR11 a pesar de ser una de las más duras del recorrido.
Caminaremos 16 días por esta región, correspondiente a las etapas 23 a 38.

A medida que avanzamos rumbo oeste, las montañas empiezan a perder altura y a ganar en colores, frondosidad y verdor, algo especialmente notorio nada más entrar en Navarra.
Normalmente se caminan siete etapas por esa región (de la etapa 39 a la 44), y desde el primer día destacan sus pueblos (que iremos atravesando a diario), la menor altura de las montañas y los desniveles de sus collados, así como la mejora de los senderos (por encontrarnos más bajos), por lo que se puede decir que son etapas menos exigentes que las de Aragón y más fáciles técnicamente hablando.
Además son más fáciles desde el punto de vista de la logística (salvo un par de días en que hay muy poca agua).

Eso parece sorprendente, pues en esta zona suele llover más, y es posible que nos toquen algunos días de lluvia (no solo tormentas esporádicas, como es habitual en Aragón). A cambio los paisajes son preciosos, con hayedos impresionantes, con mucha ganadería y una gastronomía excelente, más fácil de probar que en otras regiones por pasar cada día por pueblos.
Eso también facilita el alojamiento, aunque quien quiera dormir en mitad de la naturaleza se encontrará con menos refugios libres, teniendo que ingeniárselas un poco más especialmente si no se lleva tienda de campaña.

Euskadi también participa de la Transpirenaica, aunque lo hace solo con una etapa, la última (o la primera si se empieza por el oeste) y media más. Y lo cierto es que no es demasiado bonita, ya que pasa por grandes poblaciones con carreteras, ruido, gente…

Sin embargo, el pueblo de Hondarribia, donde finaliza, es una preciosidad y está bien comunicado por avión, tren o autobús, lo que facilita mucho la logística para llegar o irse así como la celebración por finalizar sanos y salvos en alguna de sus tabernas o restaurantes.
Poco más que añadir aparte de que para el senderista llegar aquí será una alegría tras semanas en la montaña, que podrá rematar con un merecido chapuzón junto al Cabo Higer.

Te dejamos un mapa con toda la ruta realizada. [Haz click en la imagen y te llevará a una nueva ventana de google maps]
La GR11 es una ruta de gran recorrido con 10 variantes, que se han ido añadiendo a lo largo de los años: pequeños desvíos, rutas alternativas, para dar opciones a los caminantes, para poder elegir en función de sus intereses.
Algunas te invitan a escalar picos (como la 11.4, el Ezkalarre, en Navarra), a ir por panorámicas más interesantes aunque más complicadas o por valles más tranquilos.
En todos los mapas figuran y no necesariamente el sendero principal o la variante son mejor o peores: dependerá de qué te apetezca más o puedas hacer en cada momento. Por eso, más que investigar ahora sobre ellas, una vez en ruta habla con los senderistas o con los trabajadores de los refugios, que son siempre una gran fuente de información local.
Estas variantes no son las únicas sendas alternativas: también puede suceder que haya otras rutas interesantes en la zona y que te interese tomarlas para configurar tu propia Transpirenaica, a tu gusto.
En mi caso, por ejemplo, me salí varias veces de la GR: en la etapa 17 para recorrer un tramo de la ruta Porta del Cel; en la etapa 18, porque me apetecía ver los pueblos del valle de Noguera de Cardós; en la etapa 21, porque quería ir a ver las iglesias románicas patrimonio de la Unesco de Boí y Taüll.
Si usas cámara de fotos o llevas tus mapas en tu móvil, tener batería para poder usarlos se convertirá en una obsesión para ti, como lo fue para mí, especialmente si no usas muchos refugios o hoteles en los que poder recargar todo durante la noche.
Por eso es imprescindible que lleves una buena batería externa, cargadores rápidos (para recargar lo más posible mientras estés en un lugar con electricidad, como una cafetería, restaurante o camping) y que cada tres o cuatro días hagas noche en algún refugio, albergue o camping en el que poder rellenar las baterías.
Una opción que no he probado pero vi en varias personas es llevar paneles solares para ir recargando durante el día una batería externa, pero tal vez la placa no sirva para recargar cámaras de fotos o aparatos similares.
La mayor parte del viaje no tendrás cobertura, pero eso es parte de la magia de esta aventura: desconectar. Así es habitual llevar el móvil en modo avión para ahorrar batería y al llegar a algún pueblo conectarte a la red (en el caso de que haya, pues hay muchos pueblos que no tienen, o solo tienen un operador).
Sin embargo habrá etapas donde no pases por pueblos y puede ser que no tengas cobertura en uno o dos días, independientemente de la empresa de telefonía que tengas. Si prevés que pase eso, avisa a quien pueda estar preocupado si no das señales de vida en ese periodo.
En zonas cercanas a Francia es frecuente que, al haber más pueblos, tengas recepción si tienes activado el roaming.
Al llegar a Andorra, si no quieres llevarte un susto con la factura, hay dos opciones: solo usarlo cuando te conectes a una red wifi (todos los cafés o restaurantes tienen) o comprar una eSIM para Andorra con anterioridad a la entrada al país y así tener cobertura sin depender de los negocios. Puedes conseguir un descuento Holafly para la compra de la eSIM.
Por cierto, si no eres español te dejamos información sobre la eSIM de España por si quieres revisar todas las opciones disponibles.
Por último, si te preocupa mucho tu seguridad y no poder pedir ayuda por teléfono en cualquier momento, plantéate llevar un aparato de comunicación satelital que te permitirá solicitar auxilio en cualquier lugar (como es el Garmin Inreach, Spot Gen 4 o aparatos similares).
No es infrecuente que quieras enviar material a casa una vez empieces la travesía y te des cuenta de que hay cosas que no usas (aunque hayas seguido nuestra recomendación de material). O tal vez quieras hacer algún pedido a alguna tienda online y quieras que te lo envíen a una dirección.
En muy pocos pueblos de la ruta vas a encontrar oficinas de Correos y en muchos menos mensajerías. Puntos logísticos importantes son: Cadaqués (cerca de la Etapa 1); La Jonquera (etapa 4); Puigcerdá (etapa 12); Benasque (etapa 25); Canfranc (cerca de la etapa 34); Burguete (Etapa 40); Elizondo (Etapa 42 o 3, si empiezas por Cabo Higer).
Servicios de mensajería al menos hay en Benasque, una oficina de MRW, es posible que en más localidades grandes también.
Pasa algo parecido al punto anterior: no hay tantos sitios donde comprar material de montaña. Las excepciones, con buenas tiendas y surtido son, Puigcerdá (etapa 12); Arans (etapa 15) y Benasque (etapa 25). Cargas de gas es más fácil encontrar, pues en más pueblos hay ferreterías y en algunos campings las venden también.
Si te gustaría cruzar los Pirineos pero no a pie, podrías plantearte hacerlo en bicicleta, por ejemplo. Evidentemente la ruta no va por donde van los senderistas, pero hay dos opciones: una para bicicleta de montaña y otra para cicloturismo, ambas circulando por pistas y carreteras a cotas más bajas que la GR11.
Sucede lo mismo con la moto y el coche, que si bien no están señalizadas, son rutas bastante clásicas en el mundillo. La gran diferencia: solo se requieren 5 a 7 días para llevarla a cabo sin prisas.
Eres conocedor de que existen otras compañías de seguros en el mercado y, puede que incluso suelas viajar con ellos, así que hemos conseguido un descuento con IATI Seguros y también otro descuento con Heymondo para que tengas un pequeño ahorro si los contratas desde aquí.