Dalat, tomando un respiro en las tierras altas de Vietnam

La capital de la provincia de Lâm Đồng, Dalat —antiguo refugio de los colonos franceses y hoy destino favorito de turistas— nos recibió con sol radiante. Desde nuestra habitación, con grandes ventanales blancos, la vista era simplemente inmejorable.

Vistas de Dalat desde nuestra habitación
Vistas de Dalat desde nuestra habitación

Curiosamente, llegamos escapando del frío… y fuimos sorprendidos por un clima cálido, nada que ver con el típico fresco que se espera en esta altitud. Fue uno de los destinos más “soleados” de todo nuestro viaje.

Dalat

Dalat, las tierras altas de Vietnam

Dalat y su ambiente en general, son bastante diferentes al resto del país. Como no podía se de otra manera el tráfico forma parte de la ciudad, pero lo hace de una manera mucho más relajada, las calles se ven bastante limpias y la montaña y las alturas, como siempre, dan a uno un respiro.

Nuestra habitación "con vistas"
Nuestra habitación “con vistas”

Quizás se parezca algo a Sapa, lo sabría si la niebla nos hubiese dejado ver algo de ésta estación de montaña del norte, pero me tengo que conformar con intuirla e imaginarla a base de fotografías.

Lo curioso es que cuando pienso en Dalat, mi memoria me engaña y me trae recuerdos mezclados de Ooty, en India y del lago de Nuwara Eliya, en Sri Lanka.

Da Lat
Da Lat

Crazy House (Hang Nga Villa)

Salimos a dar un paseo en moto con la intención de descubrir Dalat, y estábamos tan a gusto disfrutando de las vistas que casi fue una pena parar en el siguiente destino. Pero lo merecía: con un mapa pintado a mano —de esos que tanto me gustan— encontramos la famosa Crazy House.

En un principio se llamó Hang Nga Villa, nombre de la arquitecta que la diseñó. Inspirada en la naturaleza, la construcción pretende reconectar a los humanos con su entorno natural. De ahí que todo esté plagado de detalles que evocan la flora y la fauna.

El resultado recuerda inevitablemente a las obras de Gaudí, pero con un toque aún más onírico y salvaje.

Vista de la Crazy house
Vista de la Crazy house

Dar un paseo por el interior de semejante casa es, ante todo, surrealista. Escaleras que serpentean y conectan distintos niveles, pasadizos exteriores que parecen puentes colgantes, habitaciones temáticas decoradas como si se tratara de un parque temático, y un jardín donde las flores compiten por llamar la atención.

Por momentos, uno olvida que sigue en Vietnam; más bien parece que ha entrado en una falla valenciana o en El Bosc de les Fades de Barcelona.

Otra vista de la Crazy house
Otra vista de la Crazy house

Y no es solo el edificio: hay árboles artificiales, jirafas, telarañas gigantes, setas de colores y un mundo de fantasía que descoloca a cualquiera. No sé cuánto tiempo pasamos allí dentro, pero si alguien me dijera que fue más de una hora, lo creería sin dudar.

Lago Xuân Hương

Este lago artificial en forma de media luna es el pulmón verde de Dalat. A cualquier hora del día verás a parejas paseando, familias haciendo picnic o pescadores lanzando sus cañas con una calma que contagia.

El lago de Dalat
El lago de Dalat

Puedes alquilar una bicicleta o un tándem y bordear sus 5 km de perímetro, o simplemente sentarte con un café y disfrutar del reflejo de los pinos en el agua.

Otra vista del lago
Otra vista del lago

Al atardecer, los tonos pastel del cielo hacen que cualquier foto parezca una postal. Sin embargo, no le dedicamos más que unos instantes y seguimos recorriendo Dalat a lomos de Km0.

La antigua estación de trenes

Casi sin esperarlo, en una esquina tranquila de la ciudad, nos topamos con una joyita arquitectónica que parece detenida en el tiempo: la antigua estación de trenes de Da Lat.

Construida en 1938 por los franceses, su fachada triangular con tejados puntiagudos recuerda más a una estación de los Alpes que a una del sudeste asiático.

Estación de tren
Estación de tren

Entre su estructura de madera y sus vitrales de colores, uno no sabe si está en Indochina o en una maqueta ferroviaria europea.

El interior conserva bancos de madera, taquillas antiguas y una locomotora a vapor digna de película.

Aunque el tren que conectaba con Tháp Chàm (la línea original) ya no funciona, hoy en día puede hacerse un pequeño recorrido turístico hasta la aldea de Trại Mát, ideal para ver paisajes rurales, campos de flores y templos escondidos entre pinos.

Más cosas que ofrece Da Lat

Nuestra visita fue fugaz, sin embargo Da Lat posee otras alternativas para pasar allí al menos un par de días, si uno tiene más tiempo, ganas o simplemente necesita parar un poco de viajar: cataratas, parques nacionales, rutas en moto con los easy riders (como la que hizo Toni en 2006), el jardín de flores, el mercado…

Un sinfín de actividades con las que prolongar la visita a un lugar de Vietnam que os dará un respiro si estáis viajando durante mucho tiempo por el país.

Recuerda que si vas a conducir una moto, o cualquier otro vehículo por Vietnam, te aconsejamos que te saques el carnet internacional de conducir, por si te encuentras con algún control, y también tener un seguro de viajes que te cubra en caso de que sufras un accidente.

Datos prácticos

  • A mitad de camino entre Nha Trang (146 km)  y Mui Ne (163 km)
  • Se puede llegar en bus desde Nha Trang (3-4h) o desde Ho Chi Minh (alrededor de 7-8h)
  • Donde dormir: Hotel Camellia. Habitaciones limpias, grandes y como mucha luz, con baño interior. Dispone de wifi.

Recuerda

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Carme

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