Sin duda alguna, los días que hemos pasado en Rajputana guesthouse se merecen el calificativo del mejor lugar donde nos hemos hospedado en India. A un par de kilómetros del centro de la caótica Jaipur, este lugar es uno de los mejores sitios donde olvidarse del tráfico de esta ciudad y sentirse como en casa. No estaban equivocados todos los comentarios que encontramos en internet referente a esta guesthouse y al trato que íbamos a recibir aquí.
Rajputana guesthouse es una casa compuesta por planta baja, primera planta, segunda planta y azotea, propiedad de la familia de Kipy, nuestro anfitrión que ha pasado a ser una de las personas más entrañable que hemos conocido en India. Es la vivienda de sus padres, que viven aquí también, habilitada para recibir huéspedes y que se sientan como en casa. De hecho la sensación que hemos tenido es la de estar como en tu casa, pudiendo hacer lo que te venga en gana en ella. Todos los rincones de la casa están disponibles para los huéspedes; terrazas, salas de estar, azotea…
La planta baja dispone de un salón de estar y habitaciones. Hay también una especie de garaje y patio en la entrada, y muchas plantas decorando la casa.
En la primera planta se encuentran las habitaciones de la familia, un salón de estar donde Kipy su madre, «mama» para los huéspedes, te recibirán con un chai y una botella de agua fresca dándote la bienvenida. Aquí también se encuentra el comedor donde te vas a hartar de comida casera y de unos desayunos copiosos.
También dispone de una terracita adornada con muchas plantas donde descansar, leer o tomarte una cerveza (qué raro en nosotros… eh?).
La segunda planta tiene una amplia terraza con unas tumbonas donde terminar el día charlando con otros huéspedes y una sala de estar enorme donde dejarte caer para trabajar en la web, ver una peli, tomarte un whisky con Kipy o hacer lo que te venga en gana. Este salón es muy acogedor y se está genial.
Aquí también tenemos habitaciones muy limpias (como toda la casa), con su baño, su ventilador o su aire acondicionado.
Para terminar en la parte más alta tenemos la azotea, donde contemplar parte de Jaipur desde esta zona alejada del centro lo suficiente para no tener el caótico tráfico de Jaipur y lo suficientemente cerca para coger un rickshaw y que te deje en la ciudad antigua en menos de 10 minutos.
Si hay que ponerle un «pero», aunque sea pequeño, es que estamos al lado de las vías del tren, y cuando pasa uno de estos a toda leche y pitando puede molestar un poco. Lo bueno es que la calma y el relax que se respira en esta vivienda convertida en guesthouse te hacen olvidar esta pequeña molestia. Sin duda, hay que venir a Rajputana guesthouse si te encuentras en Jaipur.
pirata says:
Quan amen la fonfri i jo anirem a aquest lloc