El Hawa Mahal es, según todos los artículos que encuentras, el lugar más emblemático de Jaipur y una de las imágenes más repetidas cuando se habla de esta ciudad. Debido a que la mayor parte de la gente cree que su fachada es lo más bonito del palacio hemos querido romper una lanza y apostar por otros lugares de su interior que nos han sorprendido gratamente.
No vamos a decir que la fachada no sea muy llamativa, pero el interior te gustará igual o más y en parte debido a sus detalles.
La construcción del Hawa Mahal tuvo lugar en 1799 bajo la dirección de Maharaja Sawai Pratap Singh, quien lo erigió como un anexo del Palacio Real de la Ciudad. El diseño de la estructura, que se asemeja a una corona de Krishna, fue obra de Lal Chand Ustad. Durante aquellos tiempos, los Rajputs respetaban el sistema Purdah, que exigía que las mujeres de la realeza permanecieran ocultas del público.
Para permitirles estar al tanto de los sucesos diarios, se construyó Hawa Mahal con ventanas muy pequeñas y balcones con mosquiteras, lo que les brindaba una sensación de libertad.
Pero en su interior podemos ver un patio con un estanque o piscina en el centro donde se respira un ambiente muy tranquilo, alejado del alborotador ruido de Jaipur y donde la gente se sienta, pasea o simplemente se queda mirando qué hacen los otros, algo muy típico en India…
La verdad es que el Hawa Mahal de Jaipur supone un paréntesis entre tanto pito y tanto coche. Parece mentira pero al entrar a la calle exenta de coches que te lleva a la entrada (se encuentra en la parte trasera) es como si de repente se silenciase todo. El ruido de los coches ya llega hasta esta zona y se agradece bastante.
Nada más entrar hay un bonito patio de forma rectangular con un estanque o piscina en medio.
Hay una escalera que sube hacia las plantas de arriba, justo en la zona que da a la calle, en donde poder recrearte con todo lo que hay allí dentro. Desde bóvedas, grabados, vidrieras, pasillos, muros, ventanas, y un largo etc. Incluso vimos a un señor restaurando una parte del palacio; eso sí, a su ritmo, sin prisas.
Los colores predominantes del Hawa Mahal son el amarillo y el rojo y, como es habitual en India, cuando hace calor hace calor, y ese día para nosotros fue como estar en un horno. Si a eso le unes que había bastante gente visitando el palacio, con niños agolpándose en los pasillos y demás…
Merece bien la pena venir a visitarlo y entrar, no quedarse solo con la fachada. Las vidrieras que vimos en su interior son muy curiosas y todos los grabados y detalles son espectaculares. Aquí te dejamos más fotos y más información práctica por si quieres visitar el Hawa Mahal.
Si deseas visitarlo por tu cuenta siempre puedes echar mano de un rickshaw, pues todos los conductores conocen el lugar. Pero te recomendamos un tour privado por Jaipur que te llevará a éste y otros lugares interesantes de la ciudad. ¡Tú decides!
pirata says:
que bonico tot.
Si Fonfri i jo volem anar on puc deixar a les minines