Viajar embarazada, ¿se puede, o nos quedamos en casa?

¿Estás embarazada y te estás planteando hacer un viaje antes de que nazca el bebé? O quizás tenías organizado un viaje y te has quedado embarazada y ahora no sabes si puedes ir, ¿deberías? Lo sabemos, te encanta viajar y ahora puede que te surjan dudas porque, seamos honestos, aunque todo esté en orden y puedas hacer vida normal, hay algunas cosas que ahora tienes que tener en cuenta.

¿Viajar embarazada?
¿Viajar embarazada?

Viajar embarazada

Consideraciones previas

Por supuesto, antes de organizar ningún viaje, lo más importante es consultarlo con tu matrona o ginecóloga y que te garantice que tu embarazo se desarrolla con normalidad y no existe ninguna contraindicación. En caso de que el tuyo sea un embarazo de riesgo, lo más importante es hacer reposo y cuidarse. Lo primero es lo primero.

De no ser así, si se desarrolla sin complicaciones, la respuesta es sí, puedes viajar pues el embarazo no es ninguna enfermedad, sino un estado fisiológico de la mujer. Así mismo me lo hicieron saber los profesionales que han controlado mi embarazo cuando les pregunté. Pero, si bien es verdad que puedes seguir haciendo cosas con normalidad, habrá que tener en cuenta ciertas cosas, como la edad gestacional o las características del destino.

Disfrutando del embarazo
Disfrutando del embarazo

Lo que está claro es que el viaje tendrá que ser un poquito más organizado, sobre todo si estás acostumbrada a hacerlo de forma más improvisada. A mí, por ejemplo, me ha dado respeto irme de mochilera a Costa Rica, un destino al que estábamos a punto de ir cuando nos enteramos de mi embarazo, por varios motivos que iré explicando.

Al mismo tiempo, tendrás que aceptar que, pese a la organización, en algún momento habrá que cambiar de planes si tu cuerpo te lo pide (o te lo impide). Lo más importante es hacerlo con tranquilidad.

1.¿Por qué viajar embarazada?

Yo te daría unos cuantos motivos para emprender, como dicen los más horteras, un babymoon.

La primera razón es que tienes algo que celebrar y no se me ocurre mejor forma de festejar algo que viajando.

Además, si es tu primer hijo, el cambio en tu vida cuando nazca va a ser drástico, pues de repente va a existir alguien que depende de tí y, aunque vas a poder seguir viajando después del nacimiento, evidentemente las condiciones no van a ser las mismas. Vamos, que va a ser vuestro último viaje solos.

Últimas semanas viajando en pareja
Últimas semanas viajando en pareja

2. Mejor momento, ¿el segundo trimestre?

Dicen que el mejor momento es el segundo trimestre porque ya no tienes las náuseas del primero (si las has tenido), el cuerpo todavía aguanta bien y no tienes tantas molestias físicas como en el tercero. Yo a eso le añadiría que en el primer tercio, a parte de los vómitos, y el riesgo de aborto espontáneo, puede que las hormonas no te dejen disfrutar igual.

Pese a que nos vendan el embarazo como un momento de felicidad máxima (que no dudo que así sea para muchas mujeres) es verdad que a nivel mental te puedes encontrar de otra forma, más nerviosa, paranoica o incluso deprimida. En ese caso pueden pasar dos cosas, que el viaje te motive y te alegre, o que no lo disfrutes igual.

Nosotros hicimos un viaje a Turquía estando yo de un par de meses y reconozco que a nivel emocional fue muy distinto a los viajes a los que estamos acostumbrados, pues no lo pude disfrutar igual debido a mi estado de ánimo y mis cambios de humor repentinos.

Por no hablar de los miedos y dudas que me invadían a veces al ser mi primer embarazo. “¿De esto puedo comer? ¿Si hago esto otro puedo perjudicar al bebé?” Esas emociones se van aprendiendo a gestionar conforme avanzan las semanas y las dudas las vas resolviendo.

Subiendo por los travertinos
Muy ligera todavía, en Pamukkale (Turquía), en mi primer trimestre de embarazo

El tercer trimestre, personalmente, lo dejaría para escapadas más cercanas. La última que hemos hecho ha sido un fin de semana en Peñíscola estando ya de 36 semanas y, aunque lo disfrutamos muchísimo, yo me cansaba muy rápido y teníamos que hacer más paradas de lo habitual.

También fue algo incómodo dormir en una cama ajena tras haber encontrado, por fin, la forma de poder dormir varias horas seguidas en la mía. Además, con mi vejiga fuera de control, cuando estábamos visitando cosas, tenía que buscar baños continuamente.

Semana 36, en Peñíscola
Semana 36, en Peñíscola

3. Elegir el destino, cosas a tener en cuenta

Visitas con los profesionales de la salud

A la hora de planificar el viaje ten muy en cuenta las fechas, pues tendrás que evitar que el viaje coincida con las citas con tu matrona (que son varias), con alguna de tus ecografías con la ginecóloga (recuerda que es una por trimestre si todo va bien) y las citas para las analíticas de control. Sé que es algo obvio, pero piensa que estas citas te las van dando cada vez que vas.

En mi caso la matrona era más flexible y me daba a elegir entre varios días, pero para las ecografías del hospital me daban siempre una fecha exacta (aunque siempre con posibilidad de cambio). De todos modos, no es buena idea hacer planes a largo plazo, pues hay que ir valorando la progresión del embarazo y cómo te vayas encontrando.

Enfermedades

Lo primero que me dijo mi ginecóloga cuando le mencioné que estábamos planteándonos tener hijos fue que evitase las áreas con riesgo de transmisión de Zika.

Se trata de una enfermedad vírica transmitida por los mosquitos del género Aedes (el mismo que transmite el dengue) y, pese a que no se considera una enfermedad grave en no gestantes (los principales síntomas son fiebre, sarpullido, dolor de cabeza, dolor en las articulaciones, ojos rojos o dolor muscular), el problema en las embarazadas es que se transmite de la madre al feto pudiéndose desarrollar malformaciones neurológicas.

El ministerio de sanidad recomienda visitar la web del European Centre for Disease Prevention and Control para consultar donde se puede contraer la enfermedad.

Otra forma de transmisión es la sexual, por lo que si tu pareja ha estado en zona de riesgo, existe la posibilidad de que lo contraiga y transmitirlo. En ese caso, es mejor utilizar protección hasta confirmar que no es así.

En caso de que el viaje no se pueda evitar, por ejemplo por motivos familiares o de trabajo, la forma de prevenir la transmisión es evitar las picaduras de mosquito. Ya sabes que, si quieres evitar repelentes, la ropa también es una buena forma de protegerse.

Yo, personalmente, también he preferido evitar zonas con riesgo de otras enfermedades que podrían afectar a mi salud y con ello la del feto. Recuerda que estando embarazada tu sistema inmunológico está deprimido y eres más propensa a contraer enfermedades. (¡lo que se ha dicho toda la vida tener las defensas bajas, vamos!).

Me refiero a enfermedades como la malaria o el dengue, o destinos en los que no me pueda asegurar una mínima higiene a la hora de comer, por posibles intoxicaciones alimentarias o transmisión de parásitos. Por ejemplo, sabiendo lo que hay, no me hubiese ido a India de mochilera, donde son varias las diarreas que hemos pillado en nuestras visitas al país…

Hablando de parásitos, mención especial merece el toxoplasma, bien conocido por todas las embarazadas pues si se contrae toxoplasmosis durante la gestación, tiene también efectos nocivos muy graves en el feto, sobre todo en el primer trimestre.

Pese a que toda la mala fama se la han llevado los pobres gatos domésticos y sus cacas, no está mal recordar que otras formas de transmisión son comer carne cruda o poco hecha de animales infectados o verduras crudas contaminadas que no hayan sido correctamente limpiadas o cocinadas.

Por favor, lee al respecto antes de tomar ninguna decisión con respecto a tu gato si te quedas embarazada, pues un embarazo NUNCA debería ser motivo de abandono. Repito: NUNCA.

Los gatos contraen esta enfermedad si cazan y comen animales infectados, como ratones o pájaros, o ingiriendo carne cruda contaminada. Para que tú te llegaras a infectar, tendrías que ingerir los huevos del parásito que estarían en las heces de tu gato durante un periodo de tiempo; recuerda, solo si se infecta, y no para siempre.

Si tu gato sale al exterior, sé, cuidadoso al limpiar el arenero o que lo haga tu pareja. Y si no sale pero estás preocupada, dale solamente pienso o comida cocinada.

Obviamente, todo lo que requiera grandes esfuerzos, poner nuestro cuerpo al límite o que implique riesgos como el mal de altura, quedaría descartado.

Otro viaje al que no me he podido apuntar este año con Toni es el trekking por el Campamento Base del Everest, en Nepal. Ten en cuenta que a la falta de oxígeno de las zonas de gran altitud, se suma la posible anemia que puedas desarrollar durante la gestación.

El ejercicio está recomendado, pero con cabeza
El ejercicio está recomendado, pero con cabeza

Distancia del destino

Con respecto a la lejanía del destino, creo que es un buen momento para aprovechar y hacer algo de turismo más cercano. Viajar en avión es seguro (como comentaré a continuación), así que como poder, puedes irte a la otra parte del mundo, pero, ¿y si en algún momento surge alguna complicación?

Aunque lleves un buen seguro de viaje, piensa en la situación, ¿cómo afrontarías algo así estando lejos de casa o de tus seres queridos? Creo que, al menos, es algo en lo que pensar antes de tomar cualquier decisión. Turismo rural, ciudades europeas (Londres, Cambridge, Bremen…), o alguna cosa pendiente por nuestra geografía son algunas ideas.

Como ya he dicho, en el tercer trimestre sí que descartaría viajes lejanos y aprovecharía para hacer escapadas a destinos más cerquita (algún pueblo con encanto, como por ejemplo Guadalest).

Escapada a Altea
Escapada a Altea

Contaminación

Por ponerme quisquillosa, diré que algo que también evitaría es un destino con mucha contaminación ambiental. Cuanto más aire limpio pueda respirar, mejor para mí y para mi bebé. No me quiero ni imaginar con la panza en medio de Delhi o Hanoi tragando todo el humo de las motos…

Mucho más apetecible es una cabaña en la montaña, un alojamiento bonito por el campo, pueblos pequeños (echa un vistazo a estos destinos de La Marina), playa (¿qué tal una visita a Jávea?)… 

En la playa de Moraira
En la playa de Moraira

4. Transporte

¿Puedes viajar en avión embarazada?

El avión es un medio de transporte seguro tanto para la madre como para el bebe, pero los límites suelen ser los siguientes:

  • Embarazos únicos: se podrá volar hasta la semana 36
  • Embarazos gemelares o múltiples: se puede volar hasta la semana 32

De todos modos, contacta previamente con la compañía aérea, informales de tu estado y pregunta si es necesario un certificado de salud médico; lo más probable es que así sea a partir de la semana 28 del embarazo. Además, puede que te hagan firmar un documento en el que se les exima de cualquier responsabilidad de lo que pudiese pasar durante el vuelo (como por ejemplo un parto prematuro).

Seguimos con otras cosas que podrían preocuparte al viajar en avión. Los detectores del aeropuerto producen un campo electromagnético de baja frecuencia y son inocuos, así que en ese aspecto no hay que sufrir por daños al bebé.

Finalmente una vez en el avión y si vas a realizar un viaje largo, no olvides mover las piernas y los tobillos con relativa frecuencia para favorecer la circulación sanguínea pues en este momento eres más proclive a padecer trombosis venosa profunda o ”síndrome de la clase turista”.

Bebe mucha agua y lleva prendas holgadas, sin puños o tobillos que aprieten, zapatillas cómodas y, si es posible, escoge un asiento en el que puedas estirar las piernas.

Embarazada a punto de volar
Embarazada a punto de volar

Transporte interno

Una cosa que a mí me torturó desde el principio (y me lo ha seguido haciendo hasta el final) son los frecuentes viajes al baño. Creo que “espera que me meo” es la frase que más he repetido durante todo el embarazo. Tener siempre un baño cerca va a ser tu mejor aliado, algo que en ciertos lugares puede no existir en los autobuses, así que las jornadas largas pueden llegar a ser una tortura. Más cómodo en ese sentido será viajar en tren, por ejemplo.

Si optas por desplazarte en coche, recuerda que el cinturón de seguridad es obligatorio y que la cinta que queda normalmente sobre tu abdomen debe ir ahora por debajo. Existen unos cinturones especiales para embarazadas que recogen esta parte hacia abajo y, aunque hay quién opina lo contrario, para mí son bastante cómodos y me ha dado mucha tranquilidad conduciendo. Es algo que se utiliza relativamente poco, así que los podrás encontrar fácilmente de segunda mano en plataformas como wallapop.

5. Viajar «con mochila»

Pues muy a mi pesar, durante el embarazo he tenido que aparcar la mochila por una temporada. Y no solamente porque ahora mismo el dolor de espalda me lo impida, sino porque, además, cargar grandes pesos no esté indicado.

Durante el primer trimestre del embarazo, cuando la tripa no asomaba todavía, no tuve ningún inconveniente en viajar con una mochila ligera para viajar por Estambul o la Capadocia, pero ya he mencionado que sí que tuvimos que dejar para más adelante el ansiado viaje a Costa Rica. ¿Por qué? Pues porque viajar con mochila es mucho más que cargar tus bártulos a la espalda.

Ese viaje llevaba implícito hacer muchas de las cosas que he mencionado anteriormente que había que evitar y, evidentemente, la completa improvisación, que es el punto central de nuestros viajes, no tenía lugar en esos momentos, al menos así lo sentimos.

No me pareció una buena idea hacer un viaje que implicaba pasar muchas horas en la selva (por el riesgo de contraer el virus zika) o no poder disfrutar comiendo en cualquier sitio como solemos hacer (y preocuparme por cosas como si la verdura cruda está bien limpia).

Y además, en caso de que hubiese habido alguna complicación, seguramente nos encontraríamos demasiado lejos de casa para poder afrontar la situación con tranquilidad.

Sin embargo, no habríamos descartado otro tipo de escapadas. Otro tipo de viajes hubiesen sido seguramente bienvenidos como escapadas a la montaña, ciudades europeas, hacer algo en caravana… 

Supongo que muchas de estas cosas nos las dicta el sentido común y, además, cada mujer y cada embarazo son un mundo. Así que ya lo sabes, coméntalo con los profesionales que lleven tu embarazo, planifica un poco más de lo habitual y ten algunas cosillas en cuenta, pero no descartes un viaje por el único hecho de estar embarazada.

1400 933 Carme
2 comentarios
  • Recomiendas Bali o Sri Lanka para viajar en el segundo trimestre? Estuvimos en Vietnam y Filipinas sin saber q estábamos embarazados y nuestros próximos proyectos de viajes eran viajes de buceo Mar Rojo o Maldivas(Descartados), Machu Pichu (Descartado) o estos 2 ¿Nos los recomiendas? Ya nos pusimos Hepatitis A y Fiebre Tifoidea para el viaje (V y F). Mil gracias!!!

    • Hola Noa, es una pregunta que al final tendrás que responder tú según lo que sientas. Yo, aparte de hablar con mi matrona o ginecóloga, pediría una cita en sanidad exerior y a ver que te recomiendan allí con respecto a los riesgos de enfermedades. Otra cosa que tendría en cuenta sería la forma de transporte en la que queráis desplazaros, porque en un segundo trimestre la moto, que es lo más común en Bali por ejemplo, no la veo una opción cómoda ni segura.
      Depende de cómo de avanzado esté el embarazo, ten en cuenta también qué hacer o dónde acudir en caso de tener algún contratiempo.
      De todos modos, yo personalmente, si lo planteas como viaje mochilero, descartaría esos destinos porque no los disfrutaría bien (sabiendo cómo viví yo mi propio embarazo), pero cada mujer somos un mundo :)

Dejar una Respuesta

Start Typing

Preferencias de privacidad

Cuando visitas nuestro sitio web, éste puede almacenar información a través de tu navegador de servicios específicos, generalmente en forma de cookies. Aquí puedes cambiar tus preferencias de privacidad. Vale la pena señalar que el bloqueo de algunos tipos de cookies puede afectar tu experiencia en nuestro sitio web y los servicios que podemos ofrecer.

Por razones de rendimiento y seguridad usamos Cloudflare.
required





Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias mediante el análisis de tus hábitos de navegación. Si continuas navegando, consideramos que aceptas su uso. Puedes cambiar la configuración u obtener más información aquí