¿Vas a viajar a Japón dentro de poco y todavía estás organizando la ruta? Seguramente ya tienes anotadas muchas de las cosas que no quieres perderte porque en este país los sitios interesantes para visitar son incontables. Se trata de un destino apto para casi todos los viajeros: los que buscan naturaleza, los que les apasiona la tecnología, los que quieren conocer historia, los más frikis, los cosmopolitas…
A continuación enumeramos 15 actividades que puedes incluir en tu lista de cosas que ver en Japón o qué hacer en el país del sol naciente. Y si, por el contrario, estás dudando y todavía no sabes si ir, a lo mejor te terminamos de convencer con este artículo. Pilla papel y lápiz y ¡apunta!
Qué ver en Japón (y qué hacer)
- 1. Contar los toriis de Fushimi Inari-taisha, en Kioto
- 2. Perderse en su capital, Tokio
- 3. Comer Okonomiyaki
- 4. Saltar de castillo en castillo
- 5. Alquilar una bicicleta y recorrer los barrios de Takayama
- 6. Probar las cervezas japonesas
- 7. Buscar los Patrimonios de la humanidad de Nara
- 8. Fotografíar Miyajima
- 9. Contemplar el monte Fuji desde todas las perspectivas posibles
- 10. Dormir en un templo budista en Koyasan
- 11. “Saborear” el sake
- 12. Bucar a Glico Man en Osaka
- 13. Encogerse recordando la historia en Hiroshima
- 14. Perderse entre los incontables templos de Nagasaki
- 15. Probar el té matcha o el helado
- Recuerda
1. Contar los toriis de Fushimi Inari-taisha, en Kioto
Fushimi Inari-taisha es, probablemente, uno de los lugares más populares y fotografiados de Kioto. ¿Quién no ha visto nunca una imagen de estas puerta rojas dispuestas en filas y formando un largo túnel?
Seguramente muchos de los que han visto estas imágenes no sepan que en realidad este pasillo de cuatro kilómetros de longitud por el que se puede acceder a varios puntos del monte Inari está dedicado a la deidad de este mismo nombre y que esos toriis han sido donados por gente agradeciendo su prosperidad.
Es recomendable visitar el santuario en una temporada en la que no haya demasiada gente, pues en épocas como las vacaciones de primavera y a hora punta es prácticamente imposible avanzar al ser unos puntos fuertes que ver en Japón.
No olvides llevar calzado cómodo pues durante el ascenso puedes llevarte alguna ampolla de recuerdo.
2. Perderse en su capital, Tokio
La capital de Japón ofrece tantas cosas que hacer y tan variadas que uno podría hacer un viaje dentro de su viaje solo para conocerla. Tokio es moderna, tradicional, heterogénea, limpia, organizada… Es una tarjeta de presentación de un país o una perfecta despedida.
En esta gran ciudad tropezarás con estrellas michelín y con restaurantes robotizados, encontrarás máquinas que te harán creer que has viajado al futuro y otras que te harán recordar tu juventud.
Te sentirás pequeño entre la multitud de Shibuya, libre en la jungla de Meiji-jingu, corriente entre la extravagancia de Takeshita-dori y friki en Akihabara. Comer, pasear, explorar, jugar, admirar, moverse, sorprenderse… son demasiadas cosas que hacer para no dedicarle a la urbe por lo menos tres días del itinerario.
3. Comer Okonomiyaki
El okonomiyaki es un plato típico japonés que conquista desde el primer bocado. ¿Cómo ha podido llevarse toda la fama el pescado crudo con lo deliciosas que son estas «tortillas japonesas»?
Si lo pruebas al principio del viaje no habrá un solo día que no quieras buscar un restaurante con una mesas teppanyaki (una plancha de hierro para cocinar) en el que lo preparen.
Se trata de una especie de tortilla cuyos ingredientes pueden variar a gusto del consumidor. Eso sí, aprende a hacerlo tu porque en los locales más pequeños “tú te lo guisas y tú te lo comes”.
La forma de prepararlo varía de unas zonas a otras y este vídeo que compara “Osaka vs Hiroshima Okonomiyaki” seguro que te abre el apetito. Ah, ¡y se puede pedir vegetariano!
4. Saltar de castillo en castillo
Érase una vez un país con muchos castillos: Japón. Y es que si algo hay en este destino aparte de templos y trenes que parece que viajan a la velocidad de la luz, son fortalezas que sobresalen en los pueblos o ciudades en los que se encuentran.
Casi todos, a excepción del de Kanazawa que es un poco diferente, tienen una estructura similar: un torreón central de varios pisos de altura que se van estrechando y encogiendo hasta la última planta y un jardín o un lago dentro de una zona amurallada.
Estos castillos que en su día fueron construidos como instalaciones militares y residencia del correspondiente gobernante, hoy en día son lugares históricos reconvertidos en museos.
Como no podía ser de otra forma en Japón, la visita a su interior se hace siempre de forma muy organizada, siguiendo un recorrido marcado con señales y cuerdas que te lleva hasta arriba y luego abajo otra vez, impidiendo que la gente se tropiece. Y en todos y cada uno de ellos hay que descalzarse guardando en una bolsa las zapatillas.
Te recomendamos 5:
- castillo de Himeji
- castillo de Matsumoto
- castillo de Osaka
- castillo de Hiroshima
- castillo de Kanazawa.
5. Alquilar una bicicleta y recorrer los barrios de Takayama
En esta ciudad de los alpes japoneses apetece alquilar una bicicleta y recorrer sus barrios antiguos. Pedalear entre las calles llenas de santuarios, templos y edificios antiguos como el Takayama Jinja, una oficina del Edo Bakufu (el gobierno militar de Edo desde 1692 a 1868) te ayudará a conocer esta bonita ciudad.
El río Mirayawa atraviesa Takayama, por eso hay tantos puentes. Uno de los más transitados es el de Nakabashi, siempre lleno de turistas haciendo fotos. No te marches sin entrar a una fábrica de sake ni sin probar un cono de helado de matcha.
6. Probar las cervezas japonesas
Si eres amante de la cerveza hay tres que vas a encontrar en cualquier restaurante, sea grande o pequeño y en todos los frigoríficos de los 7/11. Evidentemente hay más, pero estas son nuestra favoritas: Sapporo, Asahi y Kirín, ¡salud!
7. Buscar los Patrimonios de la humanidad de Nara
La bonita ciudad de Nara fue capital de Japón durante un corto periodo de tiempo hasta el año 784. La cantidad de templos, museos y jardines que hay en sus calles y sus ocho Patrimonios de la humanidad hacen que sean muchos los viajeros que se tomen la molestia de ir a visitarla, convirtiéndola en uno de los destinos más populares del país.
Cientos de ciervos dan la bienvenida al viajero, unos animales, tan mansos como rollizos, que forman parte del paisaje. Estos deambulan de punta a punta por los jardines en los que se encuentran los populares templos: Todaiji Temple, Kohfukuji temple, Kasuga Taisha Shrine o Gangoji temple, entre otros…
Puedes dedicar un par de jornadas a visitar la ciudad tranquilamente o puedes hacer una excursión de un día desde Osaka.
8. Fotografíar Miyajima
Probablemente una de las estampas más emblemáticas de Japón sea la de este torii flotante. Miyajima es una pequeña isla a pocos kilómetros de Hiroshima, ciudad desde la que se puede hacer una excursión de un día, suficiente tiempo para recorrerla.
En ella se encuentra este santuario sintoísta construido a orillas del mar y cuando sube la marea da la sensación de que se encuentra flotando, de ahí su nombre.
9. Contemplar el monte Fuji desde todas las perspectivas posibles
Mirar por la ventanilla del tren y ver a lo lejos la silueta de tan famoso volcán resulta emocionante, pues sus 3776 metros de altura destacan en un paisaje tan llano como pintoresco. Son varios los pueblos y puntos desde los que se puede observar el monte Fuji, siempre que el tiempo acompañe, y uno de ellos es Kawaguchiko.
Admíralo por la mañana desde el balcón del hostal, a mediodía desde el Tenjozan Park y al atardecer desde el lago del pueblo. Y pese a las diferentes perspectivas el monte siempre se muestra igual: simétrico, imponente, coronado por nieve y rodeado de una aureola de nubes que casi nunca se separaban de él.
10. Dormir en un templo budista en Koyasan
Cuesta varias horas y muchos transbordos entre trenes llegar hasta la pequeña población de Koyasan desde Osaka. Sin embargo, por su autenticidad y tranquilidad, merece mucho la pena el viaje.
En el monte Koya podrás visitar templos budistas, dormir en un monasterio en una experiencia única e irrepetible, ser partícipe de las ceremonias religiosas matutinas y pasear por uno de los cementerios más insólitos que hayas visto. El lugar es encantador y en invierno debe ser todavía más bonito con nieve…
11. “Saborear” el sake
Si eres de los aprecia conocer las tradiciones del país al que viaja, probar la bebida nacional de Japón debería ser casi una obligación. El sake, cuyo origen en el tiempo, a pesar de no estar demasiado claro, se remonta al periodo Nara (allá por el año 710), es una bebida de arroz fermentado que se puede tomar a temperatura ambiente o muy frío, dependiendo del tipo de sake.
Al igual que ocurre con la cerveza en Alemania, podrás probar infinidad de tipos según el lugar en el que te encuentres, puesto que ocupa un lugar importante en la cultura japonesa. Nosotros nos propusimos saborear una botella pequeña de sake autóctono de cada ciudad que visitamos. Y ¡mira que lo disfrutamos!
12. Bucar a Glico Man en Osaka
Una de las estampas más famosas de Osaka, el Glico running man, es un cartel luminoso gigante que encontramos en Dotombori. Glico es una compañía de dulces y caramelos creada en 1922 en Japón. Su creador añadió glucógeno de ostras a sus dulces, una sustancia que aporta energía para correr “300 metros de una tirada”.
El corredor es su mascota e imagen de la marca desde hace más de 80 años. Desde los años 30, seis generaciones de carteles y luminosos se han instalado en esta calle, el último de ellos en 2014.
Pese a ser la tercera ciudad más grande del país, Osaka ofrece bastante menos que Tokio o Kioto, y un par de días deberían ser más que suficientes para ver lo más importante. Destacan la zona de Namba o el castillo de Osaka, lugar en el que además de visitar la fortaleza se puede pasar un rato agradable en el parque en el que se encuentra.
13. Encogerse recordando la historia en Hiroshima
Es su fatídica historia la que hace que Hiroshima sea todavía a día de hoy mundialmente conocida. La mañana del 6 de agosto de 1945, el Enola Gay lanzó la primera bomba atómica bautizada con el nombre de Little boy y que acabó con la vida de miles de personas debido a la explosión y a sus efectos secundarios.
El A-Bomb Dome es una de las pocas estructuras que quedaron en pie cerca del epicentro y al otro lado del río se encuentra el Peace Memorial Park Area, un lugar muy emotivo (sobretodo cuando está lleno de grupos de escolares), con varios monumentos conmemorativos y un museo en el que se explica al detalle todo acerca de la explosión nuclear y sus posteriores consecuencias.
14. Perderse entre los incontables templos de Nagasaki
Tres días después de la explosión de la bomba en Hiroshima, Nagasaki se convirtió en la segunda ciudad víctima de un ataque nuclear y las consecuencias no fueron menos que en Hiroshima. El Peace Park y el Nagasaki Atomic bomb museum son un recordatorio de las víctimas y un llamamiento a la paz y al fin del uso de armamento nuclear.
Pero es que además del motivo histórico, Nagasaki tiene muchas cosas que ofrecer, entre ellas varios templos y un río con un paseo precioso que hicieron que alargáramos nuestra estancia en tan bonita ciudad. Sin duda alguna, con los años ha conseguido sobreponerse y ofrecer al mundo su mejor cara.
15. Probar el té matcha o el helado
El matcha es un té verde en polvo típico de Japón muy de moda por sus propiedades, aunque en realidad lo trajeron de china monjes japoneses. Es rico en antioxidantes y vitamina c y además de la típica infusión también se hacen helados.
Es muy fácil ver en algunos lugares como Takayama o Kioto heladerías que venden conos con bolas de matcha y una cola infinita de gente preparada para comprarlos. Nosotros, que no somos muy de té, nos aficionamos a este tipo de helado. Habrá que probarlo, ¿no?
¿Crees que nos ha faltado algún lugar que ver en Japón? Estamos deseosos de leerte ;-)
Recuerda
- Darle un ojo al artículo sobre el visado de Japón para conocer los requisitos de entrada al país
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Qué ganas de volver a Japón! Estuve hace unos años y no veo el momento de volver. Me quedaron muchísimos sitios pendientes, entre ellos el Monte Fuji, porque fuimos a Hakone pero nos hizo mal tiempo y no se veía nada Me guardo toda la info de vuestro post, que seguro que me irá genial!