Si hay un lugar en Tailandia que apasiona a los moteros, ese es claramente el norte del país. Y el mayor hito sobre dos ruedas que puede realizarse en el destino más popular del sureste asiático es sin duda el que se conoce como la vuelta a Mae Hong Son. Más de 600 kilómetros por carreteras de montaña que atraviesan cañones, aldeas recónditas, cascadas, templos, ciudades donde no hay ni un McDonald’s y curvas. Muchísimas curvas.
La vuelta a Mae Hong Son en moto
¿Qué es la Mae Hong Son loop?
La vuelta a Mae Hong Son es una ruta motera que puede hacerse en un mínimo de tres días -aunque se recomiendan cuatro o cinco- y en la que hay más de 4.000 curvas. El trayecto es bellísimo, pero cuenta con cierta dificultad al haber muchísimo viento y curvas muy cerradas, por lo que se recomienda mantener una velocidad de unos 40 kilómetros por hora.
Al tratarse de una ruta circular que empieza en el mismo sitio que termina, podría empezarse desde cualquier ubicación del recorrido. Pero lo óptimo para cualquier viajero es empezar desde Chiang Mai por la facilidad de encontrar motocicletas de alquiler en la capital del norte, además de que se trata de la ciudad mejor conectada de todo el trayecto. Puedes llegar a ella en avión, tren o autobús. Y desde allí el recorrido más habitual, de cuatro días, sería el siguiente:
- Primer día: desde Chiang Mai hasta Pai. 147 kilómetros y al menos cuatro horas de viaje.
- Segundo día: desde Pai hasta Mae Hong Son. 107 kilómetros y al menos tres horas y media de viaje.
- Tercer día: desde Mae Hong Son hasta Mae Sariang. 162 kilómetros y al menos tres horas de viaje.
- Cuarto día: desde Mae Sariang hasta Chiang Mai. 196 kilómetros y al menos tres horas y media de viaje.
Por supuesto, podemos ampliar esta ruta con, por ejemplo, una visita a las cascadas de Mae Suring o a Ban Rak Thai, la que -para algunos- es la más bella aldea del país. Ambos lugares suman unos 80 kilómetros más a la ruta. Incluso podría añadirse un viaje hacia Chiang Rai. Si bien nos centraremos en esta guía en los cuatro días marcados, señalaremos también estas opciones.
Como hemos dicho, el mínimo para realizar esta ruta son tres días completos, pero eso hace el viaje más cansado y elimina la visita a Mae Sariang. De igual forma, podemos realizar la ruta al revés, empezando desde Chiang Mai hacia Mae Sariang y acabando la última noche en Pai, aunque es menos recomendable: los dos tramos entre Chiang Mai y Mae Hong Son son los más exigentes en cuanto a la conducción y es mejor no dejarlos para cuando ya estamos cansados de viajar.
Recomendaciones para realizar en moto la vuelta de Mae Hong Son
La ruta motera a través de Mae Hong Son, Pai y Chiang Mai puede hacerse también en coche, siempre que se cuente con el carné internacional de circulación para alquilar un turismo y se posea algo de experiencia en la conducción con el volante en el lado derecho. Lo que no merece la pena es hacer esta ruta por el norte de Tailandia en autobuses, ya que de esa manera no habría las paradas en mitad del camino que hacen de esta vuelta algo tan especial.
Lo imprescindible en toda ruta motera es analizar su peligrosidad. Nosotros animamos a todo el mundo que tenga algo de experiencia en dos ruedas a que se lance a realizar la vuelta de Mae Hong Son, siempre que se respete al trazado y no se menosprecien sus riesgos. Mucha gente opta por montar en moto por primera vez en Tailandia porque es posible alquilar una moto por cuatro euros al día sin siquiera tener permiso de circulación. Y eso es un error.
La vuelta a Mae Hong Son es una prueba exigente con demasiados giros y que requiere de cierta pericia al manillar. Y la mayor peligrosidad radica en que una caída puede ser fatal, ya que prácticamente no hay hospitales en todo el trazado y los que hay son bastante precarios. Un seguro de viaje te puede sacar de cualquier apuro (recuerda que dispones de un descuento en IATI Seguros).
¿Lo positivo? Ante todo que se trata de una parte del país muy poco transitada.
Modera tu velocidad para evitar accidentes
Tailandia es el país del mundo con mayor mortalidad en las carreteras. Esto no es debido a un mal estado de sus vías -en realidad están bastante bien-, sino a las altas velocidades de muchos conductores y la dejadez de muchos motoristas. En la ruta motera de la vuelta a Mae Hong Son, afortunadamente, el tránsito de vehículos es ligero. Eso hace que el trayecto pueda ser más o menos seguro si se respetan las velocidades y se va despacio.
No obstante, hay zonas de la calzada en todo el camino que no están en las mejores condiciones y curvas muy cerradas que no se anuncian. Moderando la velocidad es posible minimizar el riesgo de la prueba, y esa sería nuestra mayor recomendación. Aunque también se ha de tener en cuenta qué moto alquilar, por supuesto.
La mayoría de viajeros que hacen la ruta motera a través de Mae Hong Son se aventuran a ella quizás con el peor vehículo posible, una escúter. Eso es por la sencillez de un vehículo pequeño y también porque mucha gente desconoce el funcionamiento de las motos de marchas, pero el caso es que resulta muy habitual afrontar la prueba con una automática.
Mejor con una moto manual o una semiautomática
Puede hacerse la ruta con una escúter, claro, pero no es la mejor opción. Sobre todo porque hay demasiadas bajadas y en ellas, sin un vehículo de marchas, los frenos sufren mucho y la motocicleta puede embalarse cuesta abajo. Si además dos personas montan en una automática pequeña, hay subidas en las que quizás el motor no dé más de sí. Y eso en Conmochila se ha experimentado en primera persona.
Lo recomendable es alquilar por unos diez euros diarios una moto manual con un motor de 150CC, potencia suficiente para dominar la ruta de Mae Hong Son. Tampoco hace falta más cilindrada si se va solo, e incluso con dos personas resulta suficiente, pero las 250CC también son habituales.
¿Y si no se tiene experiencia con las marchas? En ese caso es muy recomendable optar por una semiautomática, la moto más habitual en las zonas rurales del Sureste Asiático. Cualquiera con experiencia en escúter puede aprender a llevar las cuatro marchas sin embrague de una Honda Wave o de una Yamaha Spark, vehículos que en su versiones de 125CC son facilísimos de alquilar por unos cinco euros diarios en Chiang Mai.
El último aspecto a tener en cuenta en relación a la motocicleta de alquiler es dónde hacerse con ella. Porque siempre hay que conocer los pequeños riesgos que hay, el primero en relación a los daños que se puede llevar el vehículo: antes de quedarte con una, revisa que esté en buen estado y haz fotos de sus desperfectos antes de pagar por ella.
Al coger una moto para ir a Mae Hong Son no dejes tu pasaporte en la tienda de alquiler
Si el local de alquiler te exige que dejes el pasaporte por su seguridad, desconfía. Es mejor preparar un depósito de unos 3.000 bahts, menos de cien euros, a modo de garantía de que el vehículo se retornará en buen estado. Recuerda que los seguros de las motos de alquiler en Tailandia solo cubren los daños a personas, así que si el conductor tiene un golpe se asume que tendrá que pagar por los desperfectos que se lleve la moto.
En este aspecto, una tienda muy fiable en Chiang Mai es Cat Motors, que además son expertos en la ruta motera de la vuelta a Mae Hong Son y ofrecen ayuda a quienes quieren realizarla; además cuentan además con equipo específico gratuito para protegerse en carretera como cascos integrales y guantes. Alternativamente, cualquier otra tienda de Chiang Mai con muchas reseñas positivas en redes sociales puede ser una buena opción.
Al alquilar tu moto, no olvides hacerte con un buen casco y lleva ropa que te proteja no solo de las caídas o del frío matutino, sino también del sol. A más de un viajero se le olvidó llevar guantes y acabó con quemazones en las manos por culpa del sol.
Evita la temporada de lluvias y sal temprano
Si hay algo que puede estropear tu ruta motera por Mae Hong Son eso es sin duda el monzón. Si decides hacer la vuelta entre finales de mayo y mediados de noviembre has de saber que puede caerte la intemerata en más de una ocasión, y rodar por esas carreteras completamente encharcadas aumenta los riesgos y destroza la experiencia.
¿Significa eso que no debes de hacer la vuelta a Mae Hong Son en julio o agosto? Posible es si no queda otra alternativa. Solo que deberás preparar chubasqueros y extremar las precauciones. Tampoco es muy bonito hacer la ruta en marzo o abril, ya que durante esos meses los agricultores queman los rastrojos y la polución en la zona es notable. ¿La temporada idónea para la ruta motera por el norte? Sin duda de diciembre a febrero.
Igualmente, el momento ideal del día para hacer los desplazamientos es siempre de mañana. En el caso de los meses de invierno se puede salir a las 9 para llegar al destino a partir de las 15 horas o más tarde, dependiendo de las paradas. En los meses de verano y lluvia puede ser interesante empezar cada día de ruta sobre las 7, ya que el calor a mediodía será más abrasador si ese día no llueve.
Día 1: de Chiang Mai a Pai
El primer día de ruta cuenta con 147 kilómetros si no se realiza ningún desvío y es posiblemente el más duro en cuanto a conducción se refiere, por lo que es ideal empezar la vuelta a Mae Hong Son desde Chiang Mai con destino hacia Pai. El trayecto puede hacerse en unas cuatro horas desde el centro de la capital del norte si se va a una velocidad razonable, aunque lo normal es tardar bastante más debido a los atractivos que aparecen por el camino.
En la primera hora de camino, el trayecto será llevadero y poco a poco abandonaremos el bullicio de la ciudad para tomar la carretera 107, que es bastante relajada y no tiene muchas curvas. Aquí ya hay alguna parada interesante en la zona de Mae Rim, donde se encuentra la cascada de Mae Sa, que requiere un desvío de muy pocos kilómetros desde el templo Pha Aram Luang, también bellísimo. Es una parada ideal para un primer café con unas vistas apabullantes.
Para los amantes de la horticultura, hay una ubicación a la que no suelen ir turistas pero que resulta muy interesante en el Jardín Erótico de Chiang Mai. Además de una selección curiosa de esculturas dedicadas al sexo, es posible disfrutar de una de las mejores muestras botánicas del norte del país.
Muy pronto el camino hacia Pai, indicado en todo momento, nos lleva a la carretera 1096, la más importante de toda la ruta. Considerada como una de las más peligrosas de todo el país y con un alto número de accidentes, la vía se convierte en un amasijo de curvas que, poco a poco, dará paso a un serpentín en el que hay que extremar las precauciones. También empieza lo divertido, ya que el paisaje es simplemente apabullante.
Una buena parada para comer se encuentra justo a mitad de camino entre Chiang Mai y Pai, en una cafetería en mitad de la montaña donde poder degustar un Khao Soi -el plato típico de la gastronomía siamesa norteña- mirando a las infinitas montañas. Y por unos dos euros más o menos. Dicho lugar en mitad de la nada se llama 47 Hill Cafe y no requiere desvío alguno, se encuentra en la misma carretera 1096.
El trayecto más bello de todo el primer día en la vuelta a Mae Hong Son es, para muchos, la última hora antes de llegar a Pai. Antes de verse deslumbrados por el enorme cañón que está a la entrada de la ciudad, hacer algún descanso en los numerosos paradores del camino es casi obligatorio, ya que sino uno puede perderse la belleza del lugar al estar concentrado en sortear las curvas que hay hasta entrar en Pai.
La llegada a Pai es casi como si cruzáramos a otro mundo. De repente, aparece ante nosotros una ciudad muy internacional camuflada entre montañas, donde hay muchísimos mochileros occidentales, turistas asiáticos y vendedores de souvenirs. Pai está considerada como la ciudad más hippie de toda Tailandia, y es por eso que algunos la odian y otros la alaban.
Lo cierto es que el entorno es simplemente excepcional y, te guste la ciudad o no, sus alrededores merecen la pena una visita. Más allá de eso, para una noche Pai tiene bastante que ofrecer si te gusta el ambiente internacional, con un animado mercado nocturno y bastantes bares interesantes. Los tailandeses que viven allí siempre están dispuestos a compartir conversación, y por todo ello la ciudad se hace amena, pese a que a veces parezca artificial por la masificación turística.
También, al ser una ciudad muy turística, este es también el punto de la ruta donde hay que tener más cuidado con los robos. Los ciudadanos de Pai avisan que muchas motos se roban, sobre todo las de marchas, cuando algún viajero despistado deja su montura sin bloquear en mitad de la calle. Este tipo de incidentes no son comunes en Tailandia, pero más vale prevenir que curar.
Hay alojamientos de todo tipo en Pai, pero la manera más auténtica de dormir en la ciudad norteña es hacerlo en alguna de las cabañas a las afueras, más aún teniendo moto, lo que facilita los desplazamientos. En este tipo de hoteles, que los hay desde precios muy económicos y también de auténtico lujo, es posible escuchar la naturaleza al amanecer.
- Alojamiento económico: The Countryside Resort Pai.
- Alojamiento moderado: Pai Homey.
- Alojamiento estrella: Hotel Des Artists Rose of Pai.
La gastronomía en Pai es muy internacional y eso se nota en que los precios de los platos tailandeses son más caros que en el resto de ubicaciones de toda esta ruta motera a través de Mae Hong Son. Y quizás por eso la ciudad mochilera es un buen lugar para optar por algo más occidental.
Si se busca buena conversación, hay un tailandés que regenta un bar de hamburgueserías en el centro de la ciudad, algunas de ellas vegetarianas, y que además de su comida ofrece mucha conversación aderezada con el rockanrol noventero que suena en su local.
Para saber mucho más acerca de lo que se puede ver en Pai y comprobar todos sus atractivos, podéis visitar nuestra guía específica sobre la ciudad hippie del norte de Tailandia. La misma que será la última ubicación animada en la ruta motera a través de la vuelta a Mae Hong Son, ya que el resto de destinos son mucho más locales y cuentan con pocos extranjeros.
Día 2: de Pai a la capital de provincia
Agárrense que vienen curvas. Muchas más. Porque para llegar a Mae Hong Son desde Pai se ha de realizar el tramo con más curvas de la carretera 1096, y los 107 kilómetros que separan a ambas ubicaciones son una enrevesada maraña de giros y más giros que deleitarán a los amantes de las rutas en motocicleta. Para algunos, este trayecto puede ser el más atractivo de toda la ruta. Otros, en cambio, lo verán como el más cansado.
Si hay un momento que merece la pena para añadir un día de viaje más a la ruta para alargarla, ese sería en el trayecto de esta segunda jornada. Porque si queremos ver los atractivos de esta recóndita parte del país es posible añadir casi otro centenar de kilómetros a la vuelta para visitar la preciosa aldea de Ban Rak Thai, aunque eso ya sería cerca de la capital de provincia que será el destino final del día. Antes hay mucho por ver en el camino.
Al salir de Pai nos toparemos con numerosas cafeterías con vistas, y quienes no hayan desayunado en la ciudad tienen aquí la oportunidad de cargar pilas. Siguiendo por la carretera 1096, el primer lugar interesante para hacer una parada es el mirador de Doi Kio Lom, en lo alto de una montaña y tras muchos giros. Las temperaturas allí arriba son además algo más frías.
A mitad de camino aparece uno de los desvíos más habituales en este tramo de la ruta para acercarse a la cueva de Tham Lod, fácilmente accesible por los numerosos letreros en la carretera. Es una parada atractiva para los amantes de las cavernas al considerarse, según expertos, en una de las ubicaciones más fascinantes del mundo en cuanto a grutas se refiere. Eso sí, su explotación turística es enorme y todo el trayecto es minuciosamente guiado.
El desvío hacia la cueva alargaría la ruta en una veitena de kilómetros entre la ida y la vuelta, y con la visita al interior de Tham Lod se añadiría una hora al viaje. El próximo lugar de interés que encontramos en la carretera principal es la formación rocosa de piedra caliza de Chudsom, cuya ubicación exacta se encuentra en esta dirección de Google Maps.
El siguiente desvío es casi obligatorio, ya que son solo cuatro kilómetros a través de una vía forestal en línea recta que nos lleva al bellísimo pueblo de Ban Jabo y su mirador. Allí es posible ver la vida normal de una aldea remota tailandesa, con una escuela central que se hace cargo de todos los niños de las tribus montañesas de la zona. El paraje natural es además sensacional.
En Ban Jabo encontramos además uno de los puntos de encuentro de los moteros que hacen la vuelta a Mae Hong Son, por lo que este desvío es casi obligatorio para encontrarse con algún viajero en vuestra misma situación.
Este enclave tan popular entre quienes recorren esta ruta en moto a través del norte de Tailandia es la casa de fideos de Ban Jabo, un restaurante de madera suspendido en mitad del cielo que mira hacia el infinito. Es posible hacerse con una sopa por muy poco dinero y disfrutar de ella en el extremo del restaurante, con las piernas suspendidas en el aire. Da vértigo, pero es algo bellísimo.
La aldea de Ban Jabo sería un buen lugar para hacer noche si se pretendiera alargar la ruta entre Pai y Mae Hong Son, ya que el amanecer desde la casa de fideos está considerado como uno de los más bonitos de toda Tailandia. Eso sí, alojarse en Ban Jabo es para quienes disfruten de la vida rural de montaña, ya que se trata de un enclave tribal y los lujos son los justos. El precio por un hospedaje allí ronda los tres euros y medio por cama en un alojamiento familiar.
El desvío propuesto en este punto de la ruta para quienes desean que este tramo les lleve dos días sería hacia Ban Rak Thai, muy cerca ya de Mae Hong Son y a través de una carretera que sale desde la cueva de los peces, conocida como Tham Pla.
Hasta llegar a Ban Rak Thai hay una hora de trayecto y merece la pena para descubrir una aldea bellísima -como hemos dicho antes es, para algunos, la más preciosa de Tailandia- que además no está gentrificada. Eso es normal por su remota localización, casi en la frontera con Birmania.
El alojamiento en este día intermedio, para quienes no opten por el mencionado en Ban Jabo, puede ser en la zona de Ban Rak Thai, que cuenta con más hoteles de diferentes categorías. Sin embargo, eso sería para quienes deseen dedicarle más tiempo al viaje. La mayoría de ruteros en esta vuelta a Mae Hong Son optan por hacer el trayecto desde Pai hasta la capital en un mismo día, y así es como hemos planificado esta guía.
Poco antes de llegar a Mae Hong Son nos despediremos de la vía 1096, que acaba poco antes de llegar a la capital de provincia. A partir de aquí, empieza la carretera 108 y que nos acompañará los dos próximos días. Y si bien serán algo más relajados en cuanto a conducción y estado de las carreteras, aún queda un buen trecho en el que ya sólo habra que sortear 1.864 curvas. Casi nada.
Mae Hong Son es la capital de provincia de toda la zona, aunque nada más llegar comprobamos que es una ciudad tranquila y nada tiene que ver con el jolgorio de Pai. Si la ciudad mochilera rezumaba vida y ambiente internacional, Mae Hong Son es paz sin la presencia de (casi) ningún extranjero.
Para algunos, la magia de Mae Hong Son es que se trata de una capital de provincia en la que no hay marcas internacionales. Olvídate de McDonald’s, Burger King y todo lo que suene a globalización, y por supuesto no busques centros comerciales. Es más, casi no hay tiendas de conveniencia como los habituales 7 Eleven tailandeses, por momentos parece una bonita ciudad anclada en el pasado.
Es muy recomendable pasear por las calles de la ciudad y a la noche, cómo no, dirigirse al lago. Como en tantas ciudades tailandesas menores, el lugar de encuentro más popular es un estanque en el centro de la ciudad. Allí están los templos de Wat Chong Klong y Wat Chong Kham, cuya imagen es preciosa al anochecer.
Hay un curioso lugar de reunión en Mae Hong Son para los moteros que hacen esta ruta a través de la provincia. Se trata de la Cámara de Comercio de la ciudad, que cuenta con una zona en la que muchos de los viajeros que se acercan por allí dejan su huella con una pegatina o una inscripción, y además de ello venden certificados turísticos por haber llegado a la ciudad por carretera.
También tienen un buen número de pegatinas a la venta para que luego puedas poner en tu moto o en tu coche, en las que siempre dice algo relacionado con el hito de haber sorteado las 1.864 curvas que separan a Chiang Mai de Mae Hong Son. Aunque esta cifra es a través de la carretera 108, que es curiosamente la que en esta guía cubriremos en los días siguientes y que es la vía habitual para ir de una a otra ciudad, ya que atravesando Pai hay más distancia y peores curvas.
El dinero recaudado con los certificados y las pegatinas, dicen, lo destina la Cámara de Comercio a ampliar la información en lo referente a la ruta y a mejorar el estado de sus carreteras, por lo que gastarse un par de euros en alguno de estos souvenirs tampoco es mala idea.
Una buena idea para aprovechar el día en Mae Hong son es pasear y quizás deleitarse con la comida local. Un restaurante muy digno donde probar platos de dicha región del norte de Tailandia tan fronteriza con Birmania es Bai Fern, donde merece la pena ir a la noche.
Los hoteles en Mae Hong Son son bastante económicos y, ante todo, muy espaciosos. Y al tratarse de una ciudad pequeña y manejable en moto, podemos quedarnos a las afueras de la ciudad y disfrutar de la calma de la montaña.
- Alojamiento económico: Boondee House.
- Alojamiento moderado: Banphumontalang Resort.
- Alojamiento estrella: Sang Poy Cottage.
De las tres recomendaciones hoteleras, la moderada ofrece habitaciones frente a la montaña y con terraza a un muy buen precio. Aquellos que quieran ahorrar encontrarán un buen ambiente en Boondee House, y el lujo con las mejores vistas está asegurado en Sang Poi Cottage a un coste muy razonable.
Día 3: con destino a Mae Sariang
El tercer día puede ser el más tranquilo de los cuatro que comprenden la vuelta a Mae Hong Son en moto, con unos 162 kilómetros si no nos desviamos de la ruta y un trayecto que puede completarse en tres horas de viaje sin necesidad de apurar el puño de gas. Habrá curvas menos cerradas, pero gran parte del trayecto será en bajada, así que hay que extremar las precauciones para no precipitarse en uno de los muchísimos giros.
En este punto de la ruta hay que tener en cuenta que la carretera 108 que nos llevará a Mae Sariang es paralela a la frontera con Birmania, y en algunos puntos estaremos muy cerca del país vecino. Y visitar las aldeas fronterizas de etnia Karen es probablemente una de las experiencias más interesantes que uno puede hacer en esta parte del viaje.
Históricamente, muchos viajeros se acercaban a las zonas turísticas en Mae Hong Son donde ver el esperpento turístico de las mujeres jirafa era la opción principal. Más allá de que sea una costumbre ancestral para muchas refugiadas Karen lo de lucir numerosos collares que deforman sus cuellos, hay que tener en cuenta que pagar por ver este espectáculo siempre fomentó que hubiera personas humanas convertidas en ejemplares de un zoológico.
Tan controvertida actividad turística en algunas aldeas junto a la frontera birmana se esfumó cuando el país fue cerrado en 2020, por lo que desde entonces es posible disfrutar de la belleza rural de esta zona sin artificios turísticos que vender a los extranjeros.
Por eso, un buen desvío en este tercer día de ruta motera por el norte de Tailandia puede ser para ver alguna de las carreteras que llevan a la frontera con Birmania. Es posible toparse con aldeas Karen y de refugiados birmanos y ver la vida real de una población a menudo olvidada en Tailandia.
Para ello recomendamos ir a la aldea de Huai Pu Keng de ciudadanos Karen, donde hace pocos años aún iban visitantes a ver la atracción turística de las mujeres jirafa. De momento, ese turismo aún no hay vuelto en 2022, y allí solo tenemos una aldea tranquila y agradable. La carretera 3018 que va hacia el lugar, eso sí, se encuentra en pésimas condiciones y sin duda quien decida aventurarse en ella se topará con el peor asfalto de toda la ruta.
Dicha carretera 3018 va acompañada durante casi todo el trayecto por el río Pai, que es una frontera natural con Birmania custodiada por militares de ambos lados. Si llegamos hasta el final de ella por el lado tailandés nos encontraremos a un puñado de oficiales que nos obligarán a dar media vuelta, por lo que no hace falta llegar a tanto. En esta ruta recomendamos quedarnos en los alrededores de Huai Pu Keng antes de volver a la vía principal.
Tras esta recomendación de aventura que no es para todo el mundo, la siguiente opción de relax es dirigirse a las aguas termales de Pha Bong. Es posible entrar a este spa natural por menos de dos euros, y también hay una cascada justo al lado. Dicha parada es optativa, pero la que sería casi obligatoria es la del mirador de Pha Bong.
Ciertamente la foto sobre estas líneas no hace justicia a la belleza que inunda la ubicación de este mirador, que además está en mitad de la ruta por la carretera 108 sin necesidad de desviarse. Justo frente a las apabullantes vistas hay unas mesas y sillas cubiertas, ideales para aquellos a los que les cace la lluvia o, como nos gusta a nosotros, disfrutar de un café que puede comprarse en cualquier lugar de la carretera antes de llegar al mirador.
La siguiente parada, en la población tranquila de Khun Yuam, es clave en toda la ruta motera de Mae Hong Son. Y es que allí encontramos un museo con artefactos de la Segunda Guerra Mundial levantado por los japoneses, ya que durante el conflicto bélico Tailandia fue invadida por el ejército nipón.
Visitar el museo o no es una decisión personal, pero dicha ubicación es clave por otro motivo: en Khun Yuam se encuentra el último desvío para regresar a Chiang Mai. Allí hemos de decidir si seguimos por la carretera 108 para acabar en cuatro días -tal y como prevé esta guía- o si tomamos un atajo que nos llevará al parque nacional de Doi Inthanon a través de la vía 1263, y desde allí hacia la capital del norte.
Esta segunda opción sería para quienes quisieran acabar la ruta lo antes posible, pero es recomendable llegar hasta Mae Sariang y pasar allí una última noche. La carretera en la segunda mitad de tramo en este tercer día es ya mucho más agradable de conducir, con diferentes rectas y un camino mucho más llevadero. Además, la ciudad de Mae Sariang es un destino magnífico para una última noche de hotel.
Es una buena opción coger un hotel natural en Mae Sariang que se encuentre rodeado de vegetación, como es por ejemplo Chill House. Por un precio bastante económico, este alojamiento está emplazado en una zona natural nada alejada del centro de la ciudad, y además cada habitación es una cabaña moderna independiente de las demás, con terrazas individuales para finalizar el día.
Mae Sariang es sin duda la ciudad más tranquila en la que se hará noche. En ella podemos subir a lo alto de un templo ubicado en una colina y ver Birmania en la lejanía, y luego ver el atardecer desde un templo que rezuma el estilo del país vecino. A la noche se convierte en un sitio muy relajado, por lo que no esperéis encontrar bares que cierren de madrugada, aunque haya algún lugar local abierto hasta la medianoche.
Día 4: regreso a Chiang Mai
En este último día de la vuelta a Mae Hong Son en moto hemos de tener en cuenta que quizás encontremos las temperaturas más bajas en la primera mitad de los casi 200 kilómetros que separan nuestra localización de Chiang Mai, por lo que conviene tenerlo en cuenta. Además, da tiempo para desayunar en el magnífico mercado matutino de Mae Sariang, que abre a las 5.30 y además de platos locales cuenta con una decoración pintoresca basada en arte urbano.
Si bien hace algo más de frío a la mañana, os recomendamos salir temprano cuando haya salido el sol, alrededor de las 7 o las 8 de la mañana, porque las dos primeras horas de viaje se suceden a través de un paraje muy frondoso que gana belleza antes de que la vegetación se inunde con los rayos de sol de mediodía.
En los dos primeros días de la ruta que os hemos propuesto para realizar en moto la vuelta a Mae Hong Son fue posible disfrutar de las curvas y de las vistas montañosas de Pai y la capital de provincia, y sin duda fueron dos jornadas más exigentes en cuanto a la conducción. Pero si la tercera jornada de viaje ya fue llevadera, esta última será tranquila hasta que entremos en las vías de acceso a Chiang Mai.
Por supuesto, en este último día podemos también desviarnos e incluso dedicar muchas horas fuera de la ruta. Y en este caso será para ver la montaña de Doi Inthanon, el pico más alto del país y un escenario natural magnífico que está relativamente cerca de Chiang Mai. Quienes no deseen invertir mucho tiempo en esta opción pueden dirigirse tan solo a la cascada de Mae Ya, considerada una de las mejores de Asia, y que son solo añade unos minutos más de conducción.
Doi Inthanon puede ser todo un día para recorrer algunas de sus ubicaciones más privilegiadas. Y si quisiéramos encontrar los lugares más recónditos, como cascadas donde no haya ningún turista y puedas estar solo, deberíamos explorar mucho más a pie. Si no se dispone de mucho tiempo, además de la espectacular Mae Ya es muy reconfortante visitar las pagodas de Nabhapolbhumisiri.
Tras visitar Doi Inthanon, ya sea parcialmente o a fondo, solo nos queda finiquitar la carretera 108 al entrar en Lamphun y poder afirmar que hemos coronado la ruta motera de la vuelta a Mae Hong Son. El último tramo hasta llegar a Chiang Mai, a través de la ciudad industrial anexionada a ella, será de autovía con el tráfico habitual de una urbe grande. Y hayas hecho más o menos kilómetros, o te demorases muchos o pocos días, será todo un hito para no olvidar.
Mapa
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