Ruta por Camboya por carretera desde Bangkok, ¿te animas?

Camboya es uno de los países más fascinantes de Asia, pero la grandísima mayoría de sus visitantes se quedan únicamente con una visita a Siem Reap para dejarse fascinar con los templos de Angkor Wat. Eso es lo más común en la mayoría de turistas de habla hispana, que aprovechan un viaje por la zona, normalmente a Tailandia o a Vietnam, para ir un par de días o tres a las ruinas de la antigua capital jemer.

Camboya
Conductores en una calle de Nom Pen, capital camboyana.

En parte eso es debido al desconocimiento de un país rico en historia reciente y con maravillas naturales por descubrir, además de que es muy barato. En esta guía queremos hacer fácil la experiencia de acercarse al antiguo imperio jemer y visitar sus ciudades de la manera más cercana, por carretera. Sabiendo cómo moverse es muy fácil afrontar un viaje así.

Para ello, elegimos salir desde Bangkok. Porque la forma más sencilla y económica de entrar en Camboya es volando a la capital tailandesa. Y si bien hay muchos tours organizados, os recomendamos que lo hagáis por vuestra cuenta si estáis de ánimo.

Un tuk tuk en la frontera de Tailandia y Camboya.

Antes de empezar, comentar que esta guía no tiene como elemento central la visita a Siem Reap. Es más, la pondremos como opcional, ya que mucha gente viaja a la ciudad de los templos de Angkor sin acercarse a ninguna otra ubicación camboyana. Esta guía es ideal también para quienes conocieron Siem Reap y se quedaron con ganas de más, así que adentrémonos en lo más lustroso de Camboya por carretera.

Recorrer Camboya por carretera

Viajar a Camboya: consideraciones iniciales

Una ruta por tierra a través de Camboya es gratificante además de asumible, pero hemos de tener en cuenta que el antiguo reino de Angkor es un país tercermundista con muchas deficiencias. Quienes estén acostumbrados al sureste asiático sólo deberán recordar que algunas de las peculiaridades de la zona están en Camboya sobredimensionadas.

Unos niños en Battambang, la segunda ciudad camboyana.

Por ejemplo, si la policía es corrupta y su ayuda cuestionable en lugares como Tailandia, en Camboya directamente podríamos decir que la ley al servicio del ciudadano es prácticamente inexistente. Verás a los agentes bebiendo cerveza caliente en cualquier esquina y si te roban en la calle lo más posible es que, al ir a poner una denuncia, los mismos uniformados quieran sacarte algo más.

Es más, tras poner el primer pie en el país los propios oficiales intentarán arañarte unos dólares inesperados en el momento de realizar el visado. No en vano, en el paso de inmigración camboyano hay carteles que anuncian que no hay que pagar más de lo que se dice, pero intentarán engañarte igualmente. Eso lo detallaremos en esta guía más adelante.

El sureste asiático es un lugar tranquilo, pero Camboya tiene su punto de salvaje oeste del sureste. En las ciudades pequeñas o en las áreas rurales no tendréis problemas, pero en la capital Nom Pen hay que andarse con mucho cuidado, ya que los tirones en la calle o los asaltos a turistas son muy comunes. No le tengáis miedo al lugar, pero sí mucho respeto. Lo de pasearse de noche con el móvil haciendo fotos con descuido puede acabar en asalto.

Un niño aguarda en un tuk-tuk camboyano.

La sanidad también tiene sus deficiencias, y si en Tailandia los hospitales son de primera, en Camboya la medicina deja mucho que desear. Lo primordial es evitar los riesgos y no coger motos de alquiler si no se tienen conocimientos de conducción. Pero es esencial contar con un seguro médico fuerte que sea capaz de enviarte a Tailandia si el asunto se pone cuesta arriba.

Igualmente, los traslados pueden ser un dolor si uno escoge mal la compañía de transportes por carretera con la que viajará. Hay que tener en cuenta que en lugar de estaciones de autobús centrales lo habitual es encontrar pequeñas oficinas de cada una de las compañías. Un trayecto de cien kilómetros puede ser dos cómodas horas con una empresa digna, pero si elegimos mal llegará a ser el doble y sin aire acondicionado.

El dinero con el que movernos también tiene su intríngulis, aunque es lo de menos. En todo el país se puede pagar con dólares estadounidenses, y en realidad los prefieren los camboyanos, pese a que su moneda es el riel jemer. El cambio es sencillo, un dólar equivale a 4.000 rieles, y es muy posible que al pagar con divisa te den el cambio en moneda local. Los precios están normalmente en dólares, y si viajas con euros u otra divisa las casas de cambio son económicas.

Un parque en Kampot, al sur del país.

Cualquiera que desconozca el sureste de Asia podría pensar tras los siete párrafos anteriores que esto es más bien una guía de por qué evitar Camboya, pero todo lo contrario. Son unas simples recomendaciones para disfrutar de un país entrañable, precioso y con quizás la gente más amable de la zona. Es un estado muy pobre y, sin embargo, su población resulta muy agradecida.

Además es barato y muy disfrutable. Tanto si alguien quiere moverse con muy poco dinero -un viaje de cinco horas de autobús son unos siete dólares- como si el plan es ir lujosamente, ya que un trayecto de ciudad a ciudad en taxi cuesta lo mismo que el peor de los trenes en un país desarrollado. La comida es igualmente económica y, aunque no tan sabrosa como en sus países vecinos, tiene su punto oriental característico con muchas y diversas opciones.

Pocas imágenes son tan bonitas como la de recorrer Camboya por carretera y asombrarse con sus fastuosos arrozales o con las aldeas que van apareciendo por el camino. Algo que el viaje en avión no puede ofrecer, y que expone una visión mucho más real del país que una simple y corta visita a Siem Reap.

Salida de Bangkok hacia la frontera de Poi Pet

Volar a Camboya desde Occidente es más caro que viajar a Bangkok y cruzar por tierra hacia el país vecino, además de las bondades que otorga el hecho de pasar por la capital tailandesa.

Si bien hay varios pasos fronterizos, el más cercano y popular es el de la ciudad de Aranyaprathet, en Tailandia. Hay varias maneras de llegar, pero la que no recomendamos es hacerlo desde una de las agencias baratas de la calle mochilera de Khaosan. El destino suele citarse como Poi Pet, ya que esa es la ciudad en el lado camboyano.

Frontera de Camboya y Tailandia.

Además de que comprar un pasaje en una de esas agencias turísticas hace que el viaje suela ser más caro y se haga más lento, allí se da uno de los timos turísticos más habituales: suelen parar antes de la frontera para hacer visados hasta el doble de caros. El visado de Camboya jamás debe hacerse en una agencia externa, ha de solicitarse en la misma oficina que hay dentro del edificio de inmigración del país.

Con esto claro, lo más cómodo y rápido es usar uno de los servicios de minibús regulares que salen desde el centro de Bangkok. Hay dos principalmente:

  • Estación de autobuses de Ekkamai. Es uno de los principales puntos de salida de la capital de Tailandia, y venden viajes a Aranyaprathet durante toda la mañana, cada hora. El precio es tan solo de 200 bahts, pero no se puede comprar en Internet. Puedes jugártela a ir diez minutos antes de la salida y que haya plaza, pero es mejor ir a adquirirlo al menos un día antes.
  • Minibús desde Travel Mart Watergate. Desde esta parte de la ciudad -más cercana al barrio de Khaosan que la anterior- salen minibuses y también autobuses grandes, además de que en este caso los billetes de Bangkok a Poipet pueden comprarse online. Los precios son más caros que desde Ekkamai, y van desde los 300 o 400 bahts por ir en minibús o hasta 600 si se opta por un autobús, que además suele salir muy temprano.

La elección entre una estación u otra dependerá de si quieres pagar más o de la ubicación de donde salen los minibuses. El viaje dura lo mismo y la comodidad es similar, si bien en Travel Mart están más acostumbrados a los viajeros extranjeros y en Ekkamai es todo más local. Lo importante es que en algo más de cuatro horas en minibús estarás en la frontera.

Terminal Bus Ekkamai
La terminal de autobuses de Ekkamai.

¿Merece la pena el autobús grande? Si buscas comodidad, quizás. Es más amplio y también seguro, pero tarda hasta seis horas porque hace notables paradas, y además es más caro. Aunque sale muy temprano por si no quisieras hacer una noche en Poi Pet.

Cruzar de Tailandia a Camboya por la frontera de Poi Pet

El transporte que hayas elegido te dejará en el mercado fronterizo de Aranyaprathet, muy popular entre los tailandeses para adquirir ropa falsificada de marcas conocidas. Camisetas de fútbol, zapatillas de deporte y bolsos son muy frecuentes aquí a los mejores precios, ya que estos productos son los que luego irán a los mercadillos de Bangkok u otros sitios.

Mercado de Aranyaprathet

Además de algún hotel y un par de sitios baratos donde comer algo, cuando cruces el mercado verás la estación de tren -si no te hemos recomendado esta vía de transporte es porque cuenta con algunas dificultades añadidas- y justo delante un pasillo hacia el paso fronterizo. No tiene pérdida, y recuerda que no has de pagar nada para cruzar al otro lado, evita a los taxistas que te ofrecen ayuda y ante todo a quienes ofrecen visados.

Tras sellar tu salida en el lado tailandés, caminarás unos pocos metros hasta entrar dentro del edificio camboyano. Aquí es donde las autoridades del que en su momento fue el imperio de Angkor os van a intentar arañar unos dólares, ya que justo delante de las garitas donde te sellan la entrada para acceder al país tenéis que hacer el visado on arrival. Y cuando el dinero asoma siempre se inventan algún truco.

Entrada a Camboya.

El precio del visado de Camboya son 30 dólares estadounidenses, y os recomendamos tenerlos listos, si es posible, en su cantidad exacta. Otra cosa que necesitaréis es una foto de carné. Y es que, nada más acercaros al centro de visados, los agentes os dirán que paguéis en bahts tailandeses, pero vosotros ni caso, es otro de los muchísimos timos para cobraros una tarifa superior.

Si les entregáis un billete de 50 o de cien dólares -algo no muy recomendable- seguramente os entreguen el cambio en billetes sucios y gastados, que luego algunos comerciantes en el país no querrán aceptar. Y finalmente os dirán que hay que pagar dos dólares por una foto de carné que escanearán de vuestro pasaporte, pero si os negáis y en ese momento le entregáis una ya no podrán cobraros ni eso.

En este punto se acabaron los tan habituales timos -incluso hay carteles que frente a quienes sellan la entrada avisando de que no se ha de pagar nada más-, y ya solo falta entrar en la ciudad fronteriza de Poi Pet y no dejarse arrastrar por las hordas de taxistas que querrán llevaros donde sea a un precio superior solo por estar justo en la salida del cruce entre los dos países. Ahora tenéis que decidir si os apetece quedaros una noche en este lugar de paso o no.

Poi Pet y su oferta perniciosa

Si no queréis gastar ni un segundo en Poi Pet, las opciones recomendables serán los destinos de Siem Reap o Battambang y para ello lo mejor es que hayáis llegado antes de las 13 horas y podáis coger el primer autobús que vaya donde gustéis. Sin embargo, los curiosos encontrarán en la ciudad fronteriza camboyana un sitio esperpéntico que puede tener su interés, ya que es -para muchos tailandeses- la ciudad del vicio al otro lado de su país de conservadores leyes.

El alcohol cuesta más del doble en Tailandia que en Camboya, y los casinos y el juego son ilegales en el reino siamés. Por ello, Poi Pet se convirtió en algo como un Sodoma y Gomorra para los tailandeses que cruzan al país vecino. Prostitución, juego y borracheras son el reclamo de esta ciudad que, en muchas ocasiones, parece un arrolladero de bajas pasiones.

Calle de Poipet.

Nada más salir del edificio de inmigración estamos en lo que coloquialmente se conoce como el barrio tailandés de Poipet. En esta zona se habla la lengua siamesa, todo se paga en bahts, la música proviene del país vecino y los clientes son casi todos tailandeses. Ni siquiera querrán vuestros dólares en los bares de este lugar.

Lo siguiente que más destaca son los imponentes casinos, monstruos de hormigón donde además de tragaperras y ruletas hay habitaciones. La prostitución es rampante y las drogas están muy presentes. Incluso cualquiera puede sin pasaporte comprar una tarjeta SIM a nombre de una persona desconocida, lo que es otro atractivo para fugitivos.

Taller mecánico en Poipet

Más allá de la zona cercana al paso fronterizo, Poi Pet es una sosa ciudad camboyana dedicada al comercio con el país de al lado. Tiene sus contrastes en los que los lujos se dan la mano con la miseria y la mayoría de turistas no querrá pasar aquí ni un instante.

Entonces, ¿por qué hacer una noche en Poi Pet? Básicamente por descubrir esta realidad. Todo viajero que se precie ha de empaparse de las distintas caras de un destino y no solo quedarse con lo que sale en las postales. La mejor manera de tomar conciencia acerca de los problemas de nuestro mundo es mirándolos desde cerca.

Eso sí, desgraciadamente en Poi Pet encontrar alojamiento es complicado. Todo se suele hacer de manera presencial y nunca es barato si se desea comodidad. Pero compensa a la noche si uno quiere tomar unas copas, ya que las torres de tres litros de cerveza en la principal discoteca cuestan seis euros al cambio.

Fiesta en el barrio siamés de Poipet

Al menos en ese lugar de fiesta al aire libre, con música en directo, es donde se reúnen los tailandeses cercanos a la frontera que buscan precios más baratos y leyes más laxas. Es de lo poco divertido que uno puede hacer en esta ciudad.

Desde Poi Pet al siguiente destino en Camboya

No merece la pena dedicarle más de un día a Poi Pet si habéis decidido hacer noche allí, y al día siguiente podrás dirigirte a la estación de autobuses y adquirir un billete para tu próximo destino, que seguramente será Siem Reap o Battambang. La decisión entre un lugar y otro dependerá de si quieres visitar los templos de Angkor.

Lujo y miseria se dan la mano en Poipet.

En el caso de que ya visitaras Siem Reap, una agradable ciudad dedicada casi en exclusividad al turismo con un ambiente muy majo, no merecerá la pena que vayas a menos que desees volver a descubrir la experiencia de los templos de Angkor. Para quienes no los conozcáis aún, aquí os detallamos cómo disfrutar de esta maravilla de nuestro planeta. La ciudad al atardecer es agradable, con un acogedor ambiente viajero y muchos restaurantes.

El viaje hasta Siem Reap durará unas tres horas en autobús, y el precio no será de más de cuatro dólares. Al tratarse de un trayecto corto, cualquiera de los buses que salen de la estación os servirá.

Nuestra guía, no obstante, se centra más en la Camboya menos masiva, por eso el siguiente destino será Battambang, una de las más entrañables ciudades del país. Inciso: si decidieras incluir Siem Reap en tu viaje, la siguiente parada será igualmente Battambang, que desde la urbe de los templos de Angkor no te llevará más de tres horas. Podrías ir a través del río, pero es un trayecto menos cómodo y el tiempo de viaje puede duplicarse.

Destino Battambang, la ciudad tranquila de Camboya

Si hay en Camboya uno de esos lugares a los que uno llega sin mucha idea y acaba quedándose más tiempo por lo acogedores que resultan, nosotros nos aventuraríamos a decir que ese es Battambang. Para llegar desde la frontera con Tailandia es posible coger un autobús en Poi Pet, pero al ser un trayecto corto recomendamos alquilar un taxi.

taxi camboya
Un taxi entre Battambang y Poipet.

El precio de un taxi desde la frontera rondará, en 2023, entre los 15 y los 20 dólares estadounidenses. Lo interesante es que en la misma estación muchos viajeros que no se conocen se juntan para ir todos en un coche y así el coste se queda en prácticamente lo mismo que el autobús. Esto es algo muy común en toda Camboya, y ante todo para quienes viajan a Battambang o Siem Reap.

Battambang es una ciudad que ofrece muchísimo para quien desee un oasis de tranquilidad en un país que, en esta ubicación, se muestra bellísimo. Todo el núcleo urbano está en buen estado, es cómodo para caminar y está rodeado de un río y varios mercados. Al ser la segunda urbe del país, encontramos servicios internacionales y muchos lugares apacibles. Los precios son baratos igualmente.

arrozal camboya
Un arrozal de Battambang, en el momento en que llenan el campo de agua

Una buena manera de conocer a fondo los alrededores de Battambang es contratar a un conductor de tuk-tuk para que os lleve de paseo. Unas cuantas horas os costará unos 15 dólares. Algunos de los lugares de interés son los siguientes:

  • La cueva de los murciélagos. Un lugar bastante famoso donde poder ver a estos animales en su esplendor. Es mejor visitar la cueva al atardecer.
  • La pagoda de Phnom Sampow. En lo alto de una colina, este templo ofrece unas magníficas vistas. Además, forma parte de la historia reciente del país.
  • Templo de Ek Phnom. Una construcción de ruinas jemeres a las que se llega a través de un paraje fascinante.

Además de todo ello, Battambang es una zona de suma belleza, con numerosos espacios de arrozales. Solo ir a través de sus campos merece la pena, y las noches en la ciudad son muy apacibles.

Battambang camboya
Un callejón de Battambang.

Un buen hotel donde alojarse en Battambang es Seng Hout, un cómodo lugar con una terraza preciosa en la azotea del edificio.

Viaje a la caótica capital de Nom Pen

Agárrense que vienen curvas. O más bien rectas muy pero que muy pesadas. Porque el trayecto entre las dos ciudades más grandes del país es el más duro de toda esta guía. Y dependiendo de con quién viajéis entre Battambang y Nom Pen podréis tardar algo más de cinco horas o iros casi hasta las diez.

Nosotros os recomendamos viajar entre ambas urbes con la empresa de autobuses Capitol Tours, la oficina de Battambang la encontráis en el mapa al final del artículo. El precio rondará los 11 dólares y no habrá regateos ni nada extraño, es todo oficial.

También podéis comprar un billete hasta Nom Pen de forma online, aunque no sea con Capitol Tours. En este caso, podéis adquirir un pasaje con la empresa Birak Buntham, que tarda una hora y media o dos más en llegar a su destino, pero ofrece por más o menos el mismo dinero un viaje con cama.

Mercado de Phnom Penh
Mercado de Phnom Penh.

Nom Pen os recibirá sumida en un caos muy agradable, pero peligroso. Para algunos, Nom Pen es la capital más fea del sureste asiático, pero eso es exagerar. Sus edificios coloniales, los mercados y el paseo frente al río le dan un aspecto singular. Perderse en Nom Pen es sorprendente porque es posible ver cualquier cosa. Además, es el lugar donde más comodidades encontraréis en todo el país.

Nom Pen Camboya
Un taller callejero de motos.

Eso sí, Nom Pen es una ciudad compleja. Mucho cuidado con los robos y ante todo los tirones. Para moveros podéis usar la aplicación de transporte Grab, que permite contratar tuk-tuks de manera sencilla por muy poco dinero, que además será necesario por la gran extensión de la capital.

  • Cárcel de la S21, el Tuol Sleng. Se trata del lugar más turístico de la ciudad, y quizás también el más traumatizante. Es el reflejo de la historia reciente del país, y una visita obligada para comprender la brutalidad de los jemeres rojos. Justo al lado hay uno de los templos donde más monjes viven, es fácil entablar conversación con ellos.
  • Russian Market. Un lugar de paseo muy ameno con zona comercial y de ocio cerca del Tuol Sleng, la zona más moderna del país y donde la vida resulta más agradable. Ideal para pasar la tarde.
  • Riverside de Nom Pen. Era históricamente el centro turístico y, para los occidentales, sigue siéndolo. Las cervezas rondan los 0,75 céntimos de euro y es allí donde resulta más fácil ver a hombres occidentales en bares de luces rojas. Algunos de los mejores hoteles y restaurantes están aquí.
  • Mercado central. Hay mucha superchería y baratijas sin importancia, pero tiene su gracia. Lo mejor es ir a comer al aire libre en sus alrededores y ver qué compran los ciudadanos locales.

Para una noche de copas, Nom Pen suele ser interesante. Además de la zona del río, siempre puede uno acercarse a la discoteca Pontoon, que acaba siendo una amalgama de personas de todo pelaje. Desde turistas sexuales hasta mochileros o parejas. Algo solo apto para los más aventureros en lo que se refiere a ir de fiesta.

Y quienes deseen disfrutar de la comida local, está el Tbal Khmer restaurant, donde no van extranjeros. Al lado, en cambio, hay un restaurante francés barato pero de gran calidad.

Mercado Nom Pen en Camboya
Russian Market de Nom Pen.

Hay muchos sitios donde alojarse en Nom Pen, como Le Vincent Hotel en la zona de noche cercana al río, un local más orientado a quienes quieran irse de copas por la ciudad. Os recomendamos más ir a The Big Easy, un hostel que tiene habitaciones compartidas magníficas y también otras privadas, además de un bar que sirve para reunir a muchos viajeros.

Rumbo a la naturaleza de Kampot y Kep

Tras el ajetreo de la capital camboyana, el siguiente destino será Kampot, la ciudad de montaña más de moda en todo el país. Para llegar, la compañía de bus recomendada es la Kim Seng Express, que podréis encontrar en el mapa final. Con ella nos aseguramos llegar en dos horas a Kampot. Curiosamente, en este caso es más barato adquirir el billete online con 12GoAsia por unos diez dólares que directamente en la ventanilla, así que aprovecha.

Vendedor en Kampot
Un vendedor de fruta callejero en Kampot.

Kampot es, en la actualidad, el lugar más de moda en Camboya para quienes deciden vivir aquí. Toda la ciudad de montaña ha sufrido un enorme cambio en los últimos diez años, convirtiéndose en un enjambre de hoteles y restaurantes cercanos a un río apacible. Aun así, la vida es tranquila y, además, todo transcurre en un ambiente placentero. Es difícil que os defraude.

KAMPOT
La iglesia de Kampot en lo alto de Bokor.

El problema es cómo moverse en Kampot, porque en esta parte del país sí que son caros los traslados en tuk-tuk. La alternativa es la moto de alquiler, pero deberéis tener mucho cuidado. En esta ciudad seguramente os obliguen a dejar el pasaporte en el local donde os hagáis con un vehículo y eso tiene un riesgo. Quizás merece más la pena intentar dejar un depósito, pero posiblemente os pidan entre 300 y 500 dólares estadounidenses.

Kampot centro
Una calle comercial de Kampot.

En cualquier caso, los alrededores de la pequeña ciudad merecen la pena muchísimo. Os recomendamos:

  • Subir a la montaña de Bokor. Es quizás lo más espectacular, sobre todo si lo haces en moto por tu cuenta. En lo alto se encuentra una iglesia en ruinas, y un trekking en la zona es muy recomendable con guía local.
  • Visitar la zona agrícola de la pimienta. Esta especia es muy relevante en Kampot, siendo una variedad regional conocida en todo el mundo. Podéis ir a alguna de sus granjas y disfrutar de las vistas desde allí.
  • Ruta de cuevas y yacimientos arqueológicos. En los alrededores de Kampot hay numerosos lugares naturales dignos de explorar.
  • Playa de Kep. Una de las más tranquilas del país y donde ver los mejores atardeceres. Además es posible comer el plato delicioso del cangrejo de Kep frente al mar.

A la noche encontraréis muchos bares y lugares donde tomar algo, mucho cuidado con los de Happy Pizza si queréis probar la experiencia de la marihuana cocinada, los poco experimentados mejor que indiquéis la opción de menor potencia. Y si queréis deleitaros con algo de cocina asiática fusionada, visitad la tienda de fideos Ecran, una gozada para los fans de la pasta.

Epílogo: la estación final de Sihanoukville

En la habitual ruta por carretera a través de lo más popular de Camboya siempre se acaba en la población de playa de Sihanoukville. Sin embargo, a quienes llevamos años visitando esa parte del mundo nos apena ver su transformación. Hace una década y media era uno de los secretos mejor guardados del sureste asiático, un lugar de playas vírgenes con hoteles baratos y comida muy barata.

Eso pasó a la historia, porque el gobierno local hizo un acuerdo con China para llenar Sihanoukville de casinos y hoteles para ciudadanos del país más poblado del mundo. Ahora mismo, Sihanoukville ha perdido buena parte de su encanto. No obstante, visitarla está bien para ir a la isla de Koh Rong, aún sin afectar por el turismo masivo, ya que desde la ciudad costera es posible tomar un barco hasta este paradisíaco destino.

Sihanoukville
La playa de Sihanoukville, en 2017, antes de sufrir el cambio forzoso de la llegada del turismo chino.

Para llegar a Sihanoukville lo más cómodo es contratar un taxi desde Kampot, ya que os costará muy poco, aunque desde la oficina de la Kem Sing hay furgonetas que salen regularmente. ¿Y a partir de aquí qué? Nuestra guía finaliza en este punto, aunque los más aventureros pueden dirigirse hacia Ratanak Kiri, una hermosísima zona rural de Camboya, bastante más aislada.

Desde Sihanoukville también podemos coger un autobús hasta la frontera con Vietnam y empezar con ese país, o directamente contratar de nuevo un viaje con la empresa Kim Seng Express para regresar a Nom Pen y tomar un vuelo desde allí.

Si la idea es volver a Tailandia por carretera, lo ideal desde Kampot o Sihanoukville es obviar el regreso por Nom Pen y dirigirse a Koh Kong, el puesto fronterizo del sur entre ambos países. A partir de ahí puede hacerse noche en Trat antes de visitar el archipiélago tailandés de Koh Chang. O seguir hasta Bangkok tras una ruta por carretera a través de Camboya.

Mapa con los lugares de interés

Recuerda

  • Darle un ojo al artículo sobre el visado de Camboya para conocer los requisitos de entrada al país
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1400 933 Luis Garrido-Julve
4 comentarios
  • Hola chicos!
    Ayer os escribí y ahora me surgen dudas. Voy a hacer una ruta por varios países del sudeste, por carretera. Empezaré en Bangkok y voy a pasar a Camboya directamente. El caso es que como no he ido a Camboya, sí que quiero incluir Angkor Wat. Qué ruta me recomendáis? Al pasar la frontera empezar por Siemp Reap y luego ya seguir con Battambang y vuestras recomendaciones? O mejor primero Battambang, luego Siemp Reap y posteriormente la capital? Es por hacer el itinerario más lógico antes de pasar al sur de Laos o Vietnam (todavía no lo tengo decidido! Ya conozco Tailandia y Laos, pero me faltó el sur, gracias a vuestras súper guías de Laos. Me enamoré y quiero terminar de «conocer» el país). Muchas gracias!

  • Como siempre, el mejor blog para organizar mi nueva aventura a Asia! Gracias por vuestra franqueza y lo detallado de vuestros artículos!

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