Viajar al sudeste asiático, ¿qué país me recomiendas?

¿Qué es el sudeste asiático?

Se conoce como sudeste asiático a la región compuesta por los siguiente once países: Laos, Camboya, Myanmar, Tailandia, Vietnam, Malasia, Brunei, Indonesia, Filipinas, Singapur y Timor Oriental. Esta zona del planeta es conocida entre los viajeros por su riqueza cultural, un lugar perfecto para descubrir otras formas de vivir, pero además presume de tener playas preciosas, jungla, bonitos pueblos rurales y enormes ciudades multiculturales.

Pero sobre todo es popular por el buen clima que hay generalmente en la mayor parte de la zona, la facilidad para recorrerla, la relativa seguridad, la rica y variada gastronomía y sus precios tan asequibles.

Por todas estas razones la mayoría de los mochileros novatos empiezan sus viajes por esta parte del mundo (si es tu caso puede que te interesen los artículos Cómo preparar mi primer viaje de mochilero o Nuestra mochila para un viaje de 8 o 9 meses). Y otros, como nosotros, se enamoran y se quedan muuuuuucho tiempo en ella.

¿Qué país del sudeste asiático me recomiendas?

Todos y ninguno. Para nosotros, aunque tenemos nuestros favoritos y en algunos nos sentimos más cómodos que en otros, todos tienen sus mejores lugares pero también destinos o experiencias que preferimos olvidar. El estado de ánimo, las expectativas previas, la compañía y la suerte hacen que uno recuerde un país como un paraíso o por el contrario como un infierno.

Después de varios años rodando por el sudeste asiático nos hemos hecho una pequeña idea (totalmente subjetiva, claro) de lo que es y el estilo de vida de cada país. Así que si eres una de esas personas que sigue dudando entre países, esperamos que este pequeño resumen a grandes rasgos te ayude un poco a elegir.

Recuerda que estas descripciones son meramente viajeras, es decir, que hablamos del país en cuanto a lo que ofrece a los visitantes. Y si quieres dar un vistazo rápido pasa al resumen por características del final del artículo.

Países del sudeste asiático

Tailandia

Tailandia ha sido durante nuestros primeros años viajeros nuestra zona de confort y con esto creo que coincidimos bastante  con gente que se ha movido por el sudeste asiático durante un largo tiempo. Es un país más desarrollado que sus vecinos más cercanos y al hacer tanto tiempo que se abrió al turismo la oferta es grande y las facilidades para recorrerlo muchas.

Es uno de los países en los que es más sencillo moverse porque a diario salen minivans y autobuses en todas direcciones y además se puede llegar a casi cualquier zona en avión.

Es un destino de vacaciones por su cantidad de islas y playas paradisíacas, pero además, tiene zonas menos visitadas, sobre todo al norte y al este, y naturaleza para la parte de aventura.

Es perfecto para los que buscan el exotismo o descubrir una cultura diferente «de  forma cómoda», pues hay miles de templos budistas repartidos por todas las ciudades, llevándose la palma los templos de Chiang Mai. Si te gusta la historia no te pierdas Ayutthaya ni Sukhothai. Y si lo que buscas es fiesta también es tu destino.

Si hay algo por lo que se caracterizan las islas de Tailandia es por la cantidad de escuelas de buceo que hay y los asequibles precios de sus cursos. Koh Tao es la meca de los que quieren aprender, y en Ihasia encontrarás profesores que hablan español.

Si te gusta comer, la gastronomía tailandesa hará las delicias de tu paladar pues, pese a que puede ser demasiado picante para los estómagos más delicados, es riquísima en sabores. No tendrás ningún problema si eres vegano o vegetariano (Ser vegano o vegetariano en Tailandia). Y si eres un poco tiquismiquis siempre puedes encontrar restaurantes con comida occidental o un 7/11 en el que comer algo malo pero empaquetado.

Debido a su enorme oferta, en Tailandia encontrarás gente que viaja de luna de miel, gente de vacaciones de descanso y mochileros. Todo el mundo es bienvenido a este rincón del sudeste asiático.

Ah, y olvídate, ir a Tailandia a hacerte fotos con animales ya no está de moda: Turistadas y maltrato animal.

Vietnam

Vietnam es otro de los países del sudeste asiático más turísticos y fáciles de recorrer, aunque aquí lo que hacen los que quieren un poco más de aventura es comprar una moto y hacer una ruta de norte a sur o viceversa. Esta forma de viajar te da la opción de ver la parte más conocida como Hanoi, Sapa o la bahía de Halong, pero también rincones menos transitados como Moc Chau o My Khe. Pero si prefieres hacerlo de forma convencional es fácil moverse con transporte público.

En este país encontrarás también diversidad de paisajes, pues nada tienen que ver los lugares frescos de montaña como Sapa o Da Lat, con otros más cálidos como el delta del Mekong. Aquí encontrarás lugares impresionantes como Halong o Tam Coc o ciudades con mucho que ofrecer como Hoi An o Hué.

La gastronomía también es rica y variada (sopas, noodles y rollitos por doquier) y la cerveza muuuuuuuuy barata (busca la bia Hoi).

En cuanto a playas, pese a que hay algunas bastante populares, no son tan bonitas como las de otros países de la zona, o sea que no es un destino playero. Nha Trang no tiene nada que no tenga cualquier ciudad costera en España y en Mui Ne es complicado llegar a la playa sin tener que entrar en la zona de un resort. Eso sí, si haces kite surf este último pueblo es al que tienes que ir.

Filipinas

Si hay algo de lo que puede presumir Filipinas es de sus playas, si esto es lo que buscas has encontrado el país adecuado. Ya sea para hacer buceo (todas las islas tienen sus propias cosas que ver, por ejemplo en Malapascua se puede ver el tiburón zorro), para tumbarte al sol (hay lugares muy turísticos como Boracay o El nido y zonas a las que no va casi nadie como Camotes).

Pero si quieres hacer algo más que ponerte moreno y hacer snorkel siempre puedes alquilar una moto y salir a explorar la zona como en Siquijor o Bohol. El norte y el sur de Luzón son buenos lugares para ver pueblos (Taal Town) y la isla de Negros un buen lugar en el que perderse y alejarse del turismo.

Eso sí, puede que este no sea el lugar en el que más disfrutes de la gastronomía local, pues comer en Filipinas puede ser algo monotono y, si eres vegetariano, un poco complicado…

Una advertencia, si pasas cerca de Oslob te van a ofrecer nadar con el tiburón ballena. Si te importa el bienestar de estos animales y su supervivencia infórmate antes de formar parte de este circo sin escrúpulos en el que se retiene a estos animales en una actividad disfrazada de «ver animales al aire libre». Nosotros lo desaconsejamos totalmente, es una forma antinatural de ver animales. Más información en Snorkel responsable, no metas la aleta.

Malasia

Malasia de mis amores ha ido ganándole terreno a Tailandia y hoy en día está en el top de lugares en los que no me importaría nada quedarme a vivir. Es ordenada dentro de su caos (vamos, que es menos caótica comparada con sus vecinos).

El transporte es fácil, pues hay buenas comunicaciones con autobús, tren o minivan a todos los puntos turísticos y, además, tiene mil cosas que ver, tanto en la parte peninsular como en Borneo.

Si te gustan las playas tienes muchas islas (Perhentian o Tioman), si eres buceador no puedes perderte Sipadan, si te gusta la selva puedes visitar parques nacionales (Bako o Taman Negara) y si te gustan los animales puedes salir a buscarlos de la mano de Uncle Tan (antes de que las plantaciones de palma terminen por engullir hasta este último rincón).

Lo mejor de Malasia es su mezcla de culturas: malayos, chinos e indios conviven en el país haciendo de este un lugar interesantísimo en el que ir descubriendo cosas distintas cada día y su excelente gastronomía… mmmmMmmmmM qué bien vas a comer en Malasia, pues sus platos reflejan su multiculturalidad.

Punto a favor sobre Tailandia, no hay tanto turismo y el viaje es mucho más relajado. Además, el hecho de que sea un país de mayoría musulmana y que no se pueda conseguir alcohol fácilmente en cualquier lugar hace de filtro de masas que solo buscan juerga, con la tranquilidad que eso supone…

Myanmar

En nuestra humilde opinión, para recorrer Myanmar por tu cuenta es mejor que hayas hecho algún viaje de este tipo con anterioridad o que tengas espíritu aventurero. Pese a que se ha abierto más al turismo en la última década y ahora hay autobuses lujosos en los que moverte de un lugar a otro, el viaje se hace más pesado en general.

No hay demasiada oferta hotelera (y es cara), la comida no es tan rica ni variada como en sus países vecinos y es difícil encontrar supermercados de los que te sacan de un apuro en un momento (son casi todo tiendas locales con productos muy concretos). Además, todavía hay zonas restringidas o de difícil acceso debido a la situación política del país.

Sin embargo, el hecho de no estar tan explotado turísticamente es también un punto en favor de su autenticidad (la mayoría de lugares todavía conservan su espíritu no habiéndose convertido en parques temáticos llenos de tiendas de souvenirs made in China) y la gente recibe a los viajeros y turistas con los brazos abiertos. Los birmanos son de las personas más amables y más atentas que hemos conocido viajando.

Si eres amante de los templos, Birmania es tu país, te retamos a que cuentes el número de imágenes de Buda que encuentres a lo largo y ancho de su geografía, ¡hasta el más grande del mundo se encuentra aquí! Y evidentemente no puedes perderte los templos de Bagan.

En cuanto al resto del país, en Myanmar hay trekking (de Kalaw a Inle o Hsipaw), ciudades muy interesantes (Yangon, Mandalay), pequeños pueblos con mucho que ver (Mawlamyne, Hpa An, Bago) y lagos (el lago Inle).

Laos

Si tuviese que definir Laos en una palabra diría que es rural. Exceptuando un par de lugares, este es un país extremadamente relajado para viajar en el que los turistas se concentran en puntos como Luang Prabang. 

Puedes recorrer Laos en moto o en transporte público (en autobús o sleeper bus), pero hazte a la idea de que vas a pasar horas en la carretera, cuyo estado no es el mejor, la verdad sea dicha.

Laos tiene cascadas, lugares en los que hacer trekking como Luang Nam Tha, cuevas con ríos subterráneos, la esencia del Mekong, pueblecitos con encanto como Nong Khiaw y puntos de encuentro de «backpackers» como Vang Vieng o las 4000 islas.

Un destino fácil para el mochilero principiante que quiere un poco más de aventura, incertidumbre e improvisación que la que se encuentra en Tailandia, por ejemplo.

Camboya

La mayor parte de los viajeros que pisan Camboya lo hacen para visitar los templos de Angkor, de visita obligada sin duda alguna. Sin embargo, este país merece mucho más y si le dedicas un tiempo encontrarás jungla al noreste, pueblos flotantes, lecciones de historia en la capital Phnom Penh y localidades en las que conocer más acerca de la vida de los camboyanos (Kampot o Kompong Cham).

Fuera de Siem Reap el turismo casi brilla por su ausencia, excepto en Sihanokville o Koh Rong, dos lugares cuya fama ha conseguido destrozar todo su encanto, así que si buscas playas no te recomendamos Camboya, al menos ahora ya no.

En nuestra opinión Camboya es un país de transición, un lugar para probar tus aptitudes viajeras antes de enfrentarte a lugares más intensos como India, pues moverse en transporte público puede ser toda una odisea y la mayoría de experiencias son locales (en general menos moldeado y adaptado a los turistas). Además, la crudeza de la pobreza se muestra sin filtros en algunos lugares de la capital.

Singapur

Diría que Singapur es una ciudad para los que quieren meter mano al sudeste asiático pero tienen un poco de miedo porque no saben lo que se van a encontrar. En este destino puedes empezar a conocer Asia sin tener que sufrir su caos, sentir que cambias de país tan solo desplazándote un par de paradas de metro, descubrir India sin tropezar con mierdas de vaca, probar gastronomía de diferentes nacionalidades y atreverte con la comida callejera.

Aquí verás templos indios, chinos (Chinatown) y mezquitas desde las que se llama a la oración, jardines  de luces que te dejarán con la boca abierta (gardens by the bay), jungla en medio de la ciudad (el jardín botánico) y enormes edificios en la parte más moderna, Marina Bay.

Singapur es cara y mucho, pero es un lugar fácil de visitar que encanta a los amantes de las grandes ciudades al mismo tiempo que puede horrorizar a quienes huyen de ellas.

Brunéi

Brunéi no es un país al que suela recomendar a nadie ir a no ser que sea de forma conjunta a algún vecino del sudeste asiático, pues su reducido tamaño hace que realmente no valga la pena venir a conocer solo este destino. Es caro y es muy parecido a Malasia, sin embargo merece su oportunidad. Es el único lugar en el que nos hemos hartado de ver monos narigudos y además tiene el pueblo flotante más organizado del mundo con su policía, sus colegios y su parque de bomberos.

Indonesia

Siendo honestos diremos que de Indonesia conocemos muy poco. Hemos estado solo 15 días en Bali, suficientes para enamorarnos del país y conseguir que tengamos ganas de ver el resto de islas, pero prácticamente nada para poder hablar de él con propiedad.

Sin embargo, hemos conocido muchos viajeros que nos han hablado maravillas de sus playas, de sus volcanes, sus templos, su jungla y de los animales que se pueden encontrar (tanto en la selva como debajo del agua). Además, por suerte tenemos los mejores lectores del mundo que nos mandan sus itinerarios de viaje y editando estos artículos hemos ido conociendo poco a poco el país.

Al  tratarse de un archipiélago, el transporte por mar es pesado de isla a isla (e imprevisible, a nosotros nos anularon un ferri a las Gili por temporal) así que en nuestra opinión lo mejor es que te centres en una zona y la disfrutes, a no ser que quieras pasar la mitad del tiempo en aeropuertos.

Indonesia es la espinita que nos queda clavada del sudeste asiático, ese lugar que hay que dejarse para volver otra vez, ese destino que nos asegura que volveremos a una parte del planeta que ya echamos de menos antes de abandonar…

Resumen del sudeste asiático por características

• Playas y buceo: Tailandia, Filipinas, Indonesia y Malasia.
• Trekking: Indonesia, norte de Laos (Luang Nam Tha), norte de Tailandia. Aunque si te gusta mucho el trekking quizás otras opciones como Nepal se ajusten más a lo que buscas.
• Jungla: Borneo, Malasia peninsular, norte de Tailandia, norte de Laos, noroeste de Camboya
• Para principiantes (muy fácil de recorrer): Singapur, Tailandia y Malasia
• Más turístico: Tailandia, Vietnam, Bali
• Rural: Myanmar, Laos, Camboya y Vietnam.
• Para ver templos: Angkor, Bagan (en realidad toda Myanmar está llenísima de templos), Chiang Mai y Luang Prabang (Laos).
• Para chuparte los dedos: Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam. Muy fácil encontrar comida vegetariana en los cuatro.
• Grandes ciudades con muchas  cosas que ver: Singapur, Bangkok, Kuala Lumpur
• Lugares en los que pasar una larga temporada: Chiang Mai, Ubud, Georgetown,
• Para haer una ruta en moto: Laos en moto y Vietnam en moto
• En busca de fiesta: Tailandia
• Yoga: Chiang Mai (Tailandia) y Ubud (Bali).
• Kite surf: Mui Ne (Vietnam).
• Para hacerte fotos con tigres: ningún lugar, usa el photoshop.
• Para montar en elefante: el tiovivo de la feria del pueblo.

¿Y tú? ¿tienes un destino favorito en el sudeste asiático?

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