Prambanan, a menos de 20 km del centro de Yogyakarta, es una de las maravillas de Indonesia. Un enorme complejo de más de 100 templos, algunos budistas y otros hinduistas, plagado de construcciones imponentes, estatuas monumentales, y ruinas perdidas entre lianas.
Prambanan es un lugar impresionante. Se trata del segundo conjunto de templos más grande de todo el Sudeste Asiático, solo por detrás de los templos de Angkor, en Camboya. En cuanto a belleza y espectacularidad, francamente no tiene mucho que envidiarle.
Su historia es similar a la del vecino Borobudur. Los templos de Prambanan fueron abandonados y quedaron sepultados por la selva durante siglos, hasta que exploradores ingleses volvieron a sacarlos a la luz a principios del s. XIX. Gracias a eso, hoy puedes visitarlos y sentirte como un Indiana Jones o una Lara Croft cualquiera, perdiéndote entre sus piedras milenarias.
En este artículo te vamos a mostrar cómo hacer la visita por tu cuenta, pero te dejamos unas excursiones interesantes por si deseas contratarlo todo con antelación y evitar contratiempos.
Muchos siglos atrás, antes de la llegada del Islam a Indonesia, estas islas vivían bajo el influjo de la cultura hindú. La religión budista y la hinduista convivían en perfecta armonía, y prueba de ello son los templos de Prambanan.
Los más de 100 templos que podemos ver hoy en día se levantaron hacia el año 800 de nuestra era, a cargo de la dinastía Sanjaya. Se cree que el objetivo era rivalizar en grandeza con la vecina pirámide de Borobudur, construida por un reino rival, el de los Sailendra, con quienes se disputaban el control de la isla de Java.
En todo el recinto de Prambanan, los Budas de piedra se mezclan sin problema con elementos y motivos puramente hindúes. De hecho, algunos de los monumentos más impresionantes del complejo son claramente templos budistas. Se ve que, en este rincón del mundo, ambas religiones supieron coexistir pacíficamente.
Por abreviar, hoy en día llamamos a este lugar Prambanan. Pero, estrictamente hablando, este es solo el nombre de sus tres templos más importantes (Candi Prambanan), dedicados a la Trinidad de dioses principales del hinduismo (Shiva, Brahma y Vishnu).
En realidad, esparcidos por todo el recinto del parque arqueológico vas a encontrar decenas de templos más. Unos de dimensiones colosales, y otros más bien modestos. Algunos en ruinas, y otros perfectamente conservados.
La mayoría de ellos son simples escombros, o pequeños sub-templos que flanquean a otro templo mayor. Para no perderte, en esta guía te contamos cómo visitar los más interesantes.
Y, si quieres conocer más en profundidad la historia de este lugar, cómo se construyeron los templos y cómo volvieron a ver la luz casi un milenio después, tras siglos en el olvido, te la contamos con todo detalle en este enlace (en breve).
La manera más cómoda de llegar hasta Prambanan es partir de la ciudad de Yogyakarta. Y, para moverte por allí, lo mejor es hacerlo por tu cuenta, con una moto o un coche alquilado. Así tendrás libertad y flexibilidad para explorar sin tener que depender del transporte público, que es un tanto desastroso en esta parte de Indonesia.
Los templos de Prambanan se encuentran a menos de 20 km del centro de Yogyakarta, lo que supone como mucho unos 30 minutos de trayecto, según cómo esté el tráfico. La carretera está en razonablemente buen estado, y la ruta no tiene pérdida.
Si no te convence eso de conducir por las carreteras de Indonesia, no te preocupes. Puedes llegar hasta Prambanan fácilmente en tren, desde la Estación Central de Yogyakarta (Tugu Station). El billete cuesta 8,000 rupias (35 céntimos de euro) y son 20 minutos de trayecto.
Deberás tomar el tren que va de Yogyakarta a Surakarta, y apearte en la estación de Stasiun Brambanan (así, escrito con B). Desde allí, tienes un breve paseo de 15 minutos hasta los templos.
Salen trenes cada hora (aproximadamente) desde Yogyakarta, y el último tren de vuelta desde Prambanan es a eso de las 10 de la noche. Si no cuentas con medio de transporte propio, el tren es lo más cómodo y sencillo para visitar Prambanan.
Además del tren, también puedes ir a Prambanan en autobús desde Yogyakarta. Pero, como de costumbre, esta opción es la menos recomendable. Los horarios son poco fiables y el sistema bastante engorroso. Mejor ahorrarse líos e ir en tren.
Si aún así quieres lanzarte a la aventura, hay autobuses que salen desde la calle de Malioboro, en Yogyakarta. Te llevan hasta los templos en unos 60 minutos, pero tendrás que hacer un transbordo a mitad de camino. El billete cuesta 3,000 rupias (17 céntimos de euro), pero en la mayoría de autobuses de Yogyakarta no es posible pagar en efectivo; necesitarás una tarjeta de prepago especial.
Contratar una excursión, o simplemente una minivan para que te lleve y te recoja en el lugar, siempre es una opción. El viaje será mucho más cómodo aunque, comparando precios con la opción del tren, tal vez no merezca tanto la pena. Lo normal será que te pidan entre 6 y 10 euros al cambio por trayecto.
Echar mano de un taxi (o un Gojek, el Uber indonesio) puede ser mejor idea. Desde Yogyakarta, un taxi (o Gojek) te llevará hasta los templos en poco más de 30 minutos, y el precio no debería ser demasiado caro. Sobre todo si puedes compartirlo con más gente. El trayecto en Gojek debería salir por unos 5 o 6 euros al cambio.
Prambanan, como otros lugares de Java, goza de clima tropical todo el año. Vengas cuando vengas, vas a pasar calor sí o sí. Pero siempre es interesante evitar la estación húmeda, entre diciembre y marzo, ya que las lluvias torrenciales pueden complicar las cosas.
Ten en cuenta que los lunes el acceso a los templos está limitado, solo se pueden visitar algunas partes del recinto.
Los templos de Prambanan son un punto de enorme interés turístico para los lugareños. Si quieres ahorrarte aglomeraciones de gente, mejor evitar los fines de semana y las fiestas nacionales. Lo cual incluye el mes del Ramadán. Yendo entre semana, esquivarás a buena parte de los domingueros indonesios.
Para librarte también de las hordas de turistas extranjeros, es buena idea visitar los templos por la mañana, antes de la hora de almorzar. ¿La razón? Prambanan es un lugar muy popular para disfrutar de las puestas de sol, así que muchos tours llevan a la gente allí a caer la tarde. Si evitas esas horas, seguramente tengas los templos para ti solito.
Pero, si tú también quieres disfrutar de la puesta de sol sin tener que lidiar con toda la marabunta turística, no te agobies. El complejo de Prambanan es muy extenso y, a poco que te alejes de los templos principales, siempre vas a poder encontrar un rincón apartado y tranquilo para estar a tu aire.
Ya hemos dicho que el complejo de templos de Prambanan es muy extenso. Si quieres verlo todo, necesitarás no menos de tres o cuatro horas. Y, si eres de los que disfrutan viendo ruinas, puedes pasarte allí el día entero perfectamente.
El recinto está organizado a modo de parque arqueológico, y puedes moverte por él libremente. Es perfectamente caminable, pero si lo prefieres también puedes alquilar bicis y vehículos eléctricos de varios tipos.
Lo que te vas a encontrar es un sinfín de templos, estatuas de piedra y ruinas esparcidas por doquier. La entrada al parque te da derecho a visitarlos todos ellos. Los hay de todos los tamaños, grandes y pequeños, y también en distintos estados de conservación.
Eso es lo mejor de Prambanan: aquí no hay guías (a no ser que contrates uno), ni guardias, ni cupos de visitantes. Puedes explorar las ruinas a tus anchas, entrar donde quieras, explorar como quieras, y pasar en cada sitio el tiempo que te dé la gana. Una gozada para los amantes de la arqueología y las civilizaciones perdidas.
Prambanan tiene rincones espectaculares, que te harán sentirte como un verdadero explorador de película, rodeado de ruinas milenarias y colosos de piedra. Además de los tres templos principales (Candi Prambanan), no debes perderte los de Candi Bubrah, Candi Lumbung, y, sobre todo, Candi Sewu. Créenos, ¡no te arrepentirás!
Para que puedas organizar tu visita y optimizar mejor el tiempo, a continuación te hacemos una pequeña lista de los templos más interesantes.
Las tres torres colosales de Candi Prambanan son la imagen más icónica del lugar, y por eso dan nombre a todo el complejo. Cada una de ellas está dedicada a una de las deidades principales del panteón hinduísta: la Trimurti (o Trinidad) formada por Brahma, Shiva y Vishnu.
Estos son los templos más imponentes y también los más visitados. De hecho, se trata de los templos hinduistas más grandes de toda Asia (aparte de los que hay en la propia India, claro). La torre más alta, la dedicada a Shiva, mide nada menos que 47 m, y las otras dos no le andan a la zaga.
Candi Prambanan es también conocido por los lugareños bajo otro nombre: Candi Loro Jongrang, «el templo de la Doncella Esbelta». Según la leyenda, la estatua de la bella danzarina que alberga el templo de Shiva sería, en realidad, una princesa convertida en piedra por un genio maligno, mucho tiempo atrás.
Por desgracia, la verdad histórica es un poco menos romántica. La estatua en cuestión, de casi tres metros de alto, es la diosa hinduista Durga, esposa de Shiva. Pero, con el paso de los siglos y la llegada del Islam, eso se olvidó, y así surgió la tradición popular de Loro Jongrang, la Doncella Esbelta. Que lo sepas.
En nuestra modesta opinión, lo mejor de Prambanan es poder visitar y explorar Candi Sewu. Es la joya de la corona, una verdadera pasada de edificio, a la altura de algunas de las ruinas de Angkor.
Se trata de un gigantesco (y espectacular) templo budista, rodeado por los cuatro costados de estatuas y templetes semiderruidos. Si te gusta sentirte como un explorador de leyenda, emulando a Lara Croft o a Indiana Jones, este es el lugar.
Candi Sewu es un sitio sorprendentemente tranquilo, ya que, al estar un poco alejado de los templos principales, pocos turistas llegan hasta aquí. Además, es un punto excelente para disfrutar de la puesta de sol. Las vistas son maravillosas y, si planificas bien el horario de tu visita, vas a tener el tempo prácticamente para ti solo. No debes perdértelo.
Estos dos templos se encentran en el camino entre Candi Prambanan y Candi Sewu. Son bien fáciles de localizar, no hay pérdida posible. Se trata de dos templos menores, tanto en tamaño como en interés. Pero, ya que están ahí, no es mala idea dedicarle unos minutos a cada uno.
En los alrededores de Prambanan hay otros templos, que por desgracia no están incluidos en el precio. Para visitarlos, hay que pagar entrada aparte. No son tan espectaculares como los de Prambanan pero, si te sobra tiempo, puedes echarles un vistazo.
Los más destacables son Candi Kalasan, Candi Plaosan, y Ratu Boko.
Candi Kalasan, a 3 km de Prambanan, es un templo con encanto, pero es tan pequeño que se ve en 10 minutos. Está bien visitarlo si te pilla de camino, ya que se encuentra en la misma carretera que lleva de Yogyakarta a Prambanan.
Candi Plaosan queda a unos 30 minutos a pie desde Prambanan. Puedes acceder libremente a la sección Sur del templo, pero para entrar al recinto principal hay que pagar. Lo cual no merece mucho la pena, porque puedes ver los templos más o menos bien desde fuera.
Ratu Boko es un misterioso palacio (¿o tal vez un templo?) en ruinas, a 3 km de Prambanan. Hay lanzaderas que te llevan hasta allí desde Prambanan, pero ten en cuenta que la entrada para extranjeros cuesta 360,000 rupias (21 euros). Sinceramente, Ratu Boko está en un estado tan ruinoso que, a no ser que seas un apasionado de la arqueología, no creemos que merezca demasiado la pena visitarlo.
Todas las noches, con las torres de Prambanan como escenario de fondo, se celebra un espectáculo de baile tradicional. Es un show para turistas pero, si te gusta la ópera y las danzas de tipo balinés, tiene su interés. Y puede ser una buena manera de rematar con un broche de oro tu visita a Prambanan.
Si has viajado por otros rincones del Sudeste Asiático (especialmente Bali o India), el tema y los personajes de este ballet te sonarán, ya que se trata de una adaptación del Ramayana, la clásica leyenda india. La factura es exquisita: música, coreografías, vestuario… Y el escenario, con las torres de los templos iluminadas, es espectacular.
Hay función los martes, jueves y sabados a partir de las 19:30h (los viernes, en vez del Ramayana, la historia versa sobre la Doncella Esbelta, Loro Jongrang). El show viene a durar unas dos horas (intermedio incluido).
Conviene comprar las entradas por adelantado, porque el aforo se llena rápidamente. Eso sí, los asientos no están numerados, así que lo mejor es ir cuanto antes para pillar sitio. Hay localidades de varios tipos y precios pero, con una de Primera Clase (de unos 12 euros) hay más que suficiente para verlo todo cómodamente.
Para comprar las entradas, lo más fácil es hacerlo a través de Getyourguide, en este enlace. La web oficial indonesia es bastante engorrosa, mejor no perder el tiempo con ella.
El parque arqueológico de Prambanan abre de lunes a domingo, de 7:00h a 17:30h. Las taquillas lo hacen entre las 6:30h y las 17:00h. Ten en cuenta que los lunes el acceso a algunos templos está limitado, solo se pueden visitar algunas partes del recinto.
La entrada normal cuesta 400,000 rupias (23 euros) para los extranjeros. Puedes comprarla en la propia taquilla (abierta de 6:30h a 16:30h), o por adelantado, en la web oficial.
También hay descuentos especiales si compras entradas combinadas con los templos de Borobudur o Ratu Boko. En la página web oficial tienes toda la información sobre tarifas, actualizada y al día.