Cómo moverse por China: la más eficaz guía de transporte

China es un gran país, en todos los sentidos. El primero, el geográfico: es un lugar inmenso, con 9 millones y medio de kilómetros cuadrados de extensión. El cuarto país más grande del mundo

Ya lo ves, el sobrenombre de «Gigante Asiático» le viene que ni pintado.

Y en un territorio con unas distancias tan enormes, conviene tener claro cómo puedes moverte por él de manera eficiente. Sobre todo si viajas por tu cuenta.

Tren de alta velocidad, un clásico del transporte en China

Por suerte, la China actual cuenta con una red de transportes bastante eficaz, tanto a nivel local (o sea, dentro de las propias ciudades), como para largas distancias. Trenes, metros suburbanos, autobuses, taxis… Hay de todo, y todo funciona razonablemente bien.

Pero viene bien conocer ciertos trucos para sacarles el máximo partido y no perder tiempo innecesariamente.

En esta guía te contamos todo lo que necesitas saber para moverse por China entre ciudades y regiones como si fueras un chino más.

Para ponerte las cosas fáciles, vamos a ir por partes, paso a paso. Primero, las largas distancias, y luego, el transporte urbano en las ciudades.

Tranvía turístico en una calle comercial del centro de Pekín

Una última aclaración, antes de entrar en harina: estos consejos se refieren únicamente a la República Popular China, lo que comúnmente se conoce como China Continental.

Hong Kong y Macao son regiones especiales y cuentan como territorios separados, aun dentro de la misma China. Y Taiwán es un país completamente distinto. ¡No te confundas!

Transporte en China

Las tres grandes opciones para viajar a larga distancia en China son los trenes de alta velocidad, los trenes nocturnos, y el avión

En un país tan extenso como China, para cualquier trayecto que supere los 200 km (que son la mayoría), no merece la pena plantearse el autobús, ni mucho menos alquilar un coche.

«Locomotora» de un tren de alta velocidad chino

Trenes en China (alta velocidad)

Para distancias largas, el tren de alta velocidad es el rey para moverse por China. Sin duda, la opción más recomendable por calidad, precio y rapidez.

La red de ferrocarriles de alta velocidad china es francamente impresionante. La comodidad y puntualidad de los trenes tiene poco que envidiar al famoso «Tren Bala» japonés, el Shinkansen.

Pero es que, comparados con sus «primos» nipones, los trenes chinos son aún más rápidos, y precio de los billetes es relativamente asequible. 

Andén de trenes de alta velocidad en China

Eso sí, ten en cuenta que esto sigue siendo China. Las distancias pueden ser enormes, así que, por mucha alta velocidad que tenga el tren, algunos desplazamientos llegan a durar hasta 8  y 10 horas.

¡No olvides reservar tus billetes con tiempo!

Es importante andar listo y no dejar la compra del billete para última hora. Como hay (¡literalmente!) millones de chinos deseando viajar, los billetes para los destinos más turísticos vuelan en cuestión de horas.

Los billetes para los trenes de alta velocidad salen a la venta con dos semanas de antelación, y no podrás comprarlos antes de esa fecha. Lo mejor es estar atento al calendario y pillarlos cuanto antes. 

La clave es reservarlos con antelación. Si no, corres un riesgo bastante alto de que se agoten nada más salir a la venta. Haciéndolo por internet, mediante plataformas como Trip.com, te ahorrarás muchos disgustos. Te dejamos el link a continuación:

Las estaciones de alta velocidad en China parecen más bien aeropuertos

También cabe la posibilidad de que, aun teniendo un billete reservado, el día que el billete salga a la venta la demanda sea tan alta que no haya suficientes billetes para todos.

En ese caso, que no cunda el pánico: cancela la reserva (en Trip.com te devolverán el dinero sin problema) y trata de conseguir otro billete para la misma ruta, pero en un horario distinto. Por lo general, siempre quedará alguno libre.

Por último, debes saber que los trenes de alta velocidad en China tienen distintos tipos de asientos. De más barato a más caro: Segunda Clase, Primera Clase, y Business Class

Asientos de Segunda Clase

A la hora de la verdad, los asientos de Segunda Clase son más que suficiente para viajar cómodamente… Pero, si te sobra el dinero, puedes darte el gustazo de ir en Primera, donde las butacas son un poco más espaciosas. Aunque tampoco hay demasiada diferencia.

Cómo funcionan los trenes en China

A la hora de embarcar, los trenes de alta velocidad chinos funcionan como si fueran aviones: hay que llegar con tiempo a la puerta de embarque (30 minutos como mínimo), pasar control de equipajes, y, por supuesto, ¡no te olvides del pasaporte!

El billete casi es lo de menos; si lo has comprado por internet con antelación, lo recibirás cómodamente en tu móvil y ya está. Pero, a la hora de hacer el check-in, lo que te van a mirar será el pasaporte.

Acceso a la sala de espera; cada tren tiene su propia sala

El proceso de embarque está totalmente automatizado, con sistemas de reconocimiento facial. Pero eso solo se aplica a los viajeros de nacionalidad china.

En nuestro caso, al ser extranjeros, tenemos que usar un acceso diferente: pasa de las máquinas de reconocimiento facial y vete directamente a la zona de check-in manual, donde el revisor de turno de mirará el pasaporte y te dejará pasar.

En realidad, este sistema es una bendición para los de fuera, porque te permite saltarte las tremendas colas que se forman a la hora de embarcar. Por lo general, en el control manual de pasaportes solo habrá unos pocos chinos con acceso VIP y algún que otro turista extranjero. O sea, ¡que subirás al tren mucho antes que el resto del pasaje!

Pasajeros esperando que empiece el check-in para subir al tren

Como detalle curioso, los vagones suelen tener disponible un grifo con agua caliente gratis, para que te puedas hacerte un té o unos noodles instantáneos y que el viaje sea más llevadero.

Trenes nocturnos (sleeper trains) para moverse por China

Para según qué trayectos, sobre todo si las distancias son muy largas, la opción del tren de alta velocidad puede resultar demasiado cara. O, tal vez, puede que la alta velocidad no haya llegado aún al lugar al que quieres viajar.

En esos casos, los trenes nocturnos, los famosos trenes verdes (popularmente llamados sleeper trains), son una opción asequible y divertida de moverse por China.

Los trenes verdes (nocturnos) son un medio de transporte barato y popular

Se trata, básicamente, de trenes equipados con literas, que viajan durante toda la noche y llegan a destino a primeras horas de la mañana. 

Dentro de cada tren hay varias categorías de pasaje: sin asiento (la más barata, lógicamente), asiento duro, asiento blando, y luego ya vienen los coches cama.  Como puedes imaginar, lo suyo es reservar una litera para pasar la noche más cómodamente. Porque tirarse 12 horas de viaje en un asiento de madera, (o peor aún, de pie) no es una opción muy recomendable.

En los coches-cama puedes elegir entre otras dos categorías: cama dura (más barata, en un compartimento de 6 personas) y camas blandas (más cara, en un compartimento de 4 personas). La diferencia de precio no es mucha, así que es más recomendable la cama blanda, que además dispone de un compartimento más espacioso y cómodo.

Viajar en tren te da la oportunidad de ver a los lugareños en su salsa

Para reservar billetes y subir al tren, se aplican los mismos consejos y condicionantes mencionados más arriba, al hablar de los trenes de alta velocidad.

Eso sí, ten en cuenta que estos trenes, al ser relativamente baratos, son un medio de transporte popular entre las gentes de los lugares menos desarrollados del país. Atreverse a viajar en ellos es una experiencia tremendamente auténtica, llena de sabor local, que seguramente no olvidarás. 

Aquí vas a ver a los chinos en su salsa, con todo lo bueno y lo malo que es implica. Y el shock cultural puede ser de los que hacen época. ¡Estás avisado!

Vuelos low cost en China

En los últimos años, las aerolíneas low cost están en pleno auge en China. Esto hace que volar sea una alternativa a tener en cuenta para moverse en distancias largas dentro del país.

Todo depende del trayecto y de la época del año, ya que el precio de los billetes puede tener variaciones importantes, pero por regla general se pueden encontrar vuelos asequibles.

Aeropuerto de Shanghái Pudong, el de mayor tráfico del país

Prácticamente todas las ciudades del país tienen un aeropuerto cerca. Y, más allá de las grandes capitales, los principales puntos de interés turístico también, aunque estén situados en zonas más bien rurales (como es el caso de Guilin o Zhangjiajie).

Las aerolíneas chinas son eficientes y seguras, y los aviones son razonablemente confortables. Comparado con el tren, que en ciertos casos puede resultar un poco demasiado local, el avión es una manera más tranquila de viajar por el interior de China. Y con precios similares a los del tren de alta velocidad.

Para reservar billetes, moverse por el aeropuerto, embarcar, etc., se aplican las mismas consideraciones que en cualquier otro lugar del mundo. En esto, por una vez, los chinos no son especiales.

Transporte público en China

En general, las ciudades chinas son bastante caminables, y pasear por ellas es un verdadero placer, Solo hay un problema: resultan demasiado grandes para navegarlas a pie.

Triciclo motorizado en el barrio viejo de Luoyang

Por suerte, la gran mayoría de las urbes del gigante asiático disponen de una estupenda red de transporte público. Rara es la ciudad que no dispone de metro, tren y hasta monorraíl, además de una nutrida flota de autobuses. El taxi, además, es bastante asequible.

El metro en China

Por regla general, el metro en las ciudades de China es limpio, cómodo y rápido, tanto como lo puede ser el de Tokio o el de otras grandes urbes asiáticas. 

Los precios son también muy asequibles, y tanto la frecuencia como la puntualidad del servicio son excelentes.

Metro de Luoyang, una ciudad relativamente pequeña

Los nombres de las estaciones están siempre escritos en inglés, además de en chino, por lo que no hay pérdida posible. 

Rótulos en caligrafía occidental

También se preocupan mucho por la seguridad: antes de acceder a las canceladoras, cualquier bolso o mochila que lleves encima debe pasar por un aparato de rayos X, como los de los aeropuertos. A la hora de la verdad no es más que un simple trámite, porque los guardias jurados son más bien pasotas, pero tiene su punto curioso.

Además, salvo en Pekín (donde algunas estaciones son bastante vetustas), las líneas de metro en casi todas las ciudades son muy modernas, y los vagones tienen un diseño futurista bastante molón. Da gusto viajar en ellos.

El único problema (en China siempre hay algún pero…) llega a la hora de sacar el billete. 

Andén del metro en Luoyang

Y no por el precio, que ya hemos dicho que es bastante reducido, sino porque las máquinas expendedoras pueden darte problemas con el método de pago. Los dichosos códigos QR, que a veces no les da la gana de funcionar. Incluso, a menudo, las máquinas están solo en chino, sin instrucciones en inglés.

Pero no te preocupes, este pequeño inconveniente tiene fácil solución: la tarjeta Yikatong.

Yikatong: la Tarjeta Única

La gran maravilla del transporte púbico chino es que existe una tarjeta de prepago universal, que puedes usar en prácticamente todas las ciudades de China. Y en (casi) cualquier medio de transporte público: metro, bus, tren urbano…

Una Tarjeta Única, una tarjeta para unirlas a todas: la Yikatong Card (一卡通).

Tarjeta Yikatong Card, con el logo de China T-Union (交通联合) en la esquina superior derecha

La Yikatong la puedes conseguir fácilmente en las máquinas expendedoras del aeropuerto, en Pekín o en Shanghái. Las máquinas, además, funcionan en perfecto inglés. Mejor, imposible.

La Yikatong es la versión china de la Suica japonesa o la Octopus Card hongkonesa. La clásica tarjeta prepago que puedes cargar con dinero (ya sea en efectivo o mediante pago con códigos QR) y, directamente, usarla para pasar por las canceladoras del metro, del autobús, o de donde haga falta.

Eso sí, asegúrate de que tenga el logo de China T-Union (交通联合), lo que quiere decir que la puedes usar en, básicamente, todas las grandes ciudades del país. 

MetroMan: una app imprescindible para navegar por los mapas del metro en China

Otro de los inconvenientes del transporte público en este lado del mundo es que, en megaurbes como Shanghái o Shenzhen, puede resultar un poco difícil orientarse. La red de metro tiene tantas líneas que, solo con mirar el mapa, a uno ya le entra dolor de cabeza.

App de MetroMan

Pero esto también tiene una solución muy sencilla. Y tecnológica. Si no quieres perder tiempo y neuronas descifrando los intrincados mapas del metro de las megápolis chinas, la app MetroMan es tu amiga.

Con MetroMan puedes calcular de manera fácil y rápida (¡y en perfecto inglés!) el trayecto más corto entre estaciones de metro de las principales ciudades del país. Además de la duración y precio del mismo. Una herramienta fantástica para planificar rutas, ahorrándote tiempo y quebraderos de cabeza.

Autobuses urbanos en China

En las grandes ciudades, el autobús no vale realmente la pena. Con el metro te basta y te sobra para moverte adónde quieras. Pero, en las ciudades más pequeñas, a veces no queda más remedio que echar mano de él.

Los buses urbanos suelen ser limpios y seguros (los de línea ya son otro cantar…), pero el problema es saber a cuál te tienes que subir y dónde te tienes que bajar. El servicio está pensado para la gente local, y las paradas suelen estar escritas en chino.

Bus urbano en Luoyang

Lo mejor es comprobar con antelación la ruta que vayas a tomar en Apple Maps u otra app de mapas que tengas a mano. Suelen ser bastante precisas.

¡Y no olvides que puedes usar la Yikatong Card para subir!

Taxis en China

El precio de los taxis en China es bastante razonable. Además, al contrario que en otros lugares de Asia, en general son muy seguros y es raro que traten de estafarte.

Lo malo es que parar un taxi en plena calle, en la mayoría de ciudades chinas, no es una opción. No abundan, y tampoco suelen detenerse si ven que quien les llama es un turista extranjero que, probablemente, no domine el idioma. 

Para ir a tiro fijo, lo suyo es echar mano de DiDi, la versión china de Uber. Dispone de interfaz en inglés, así que instálate su app en el móvil y podrás llamar un taxi con total comodidad en cualquier lugar de China. Rápido, cómodo y sencillo. 

DiDi, la versión china de Uber

También se puede acceder a DiDi directamente a través de la app de Alipay, por si eso te resulta más cómodo. Para más detalles, puedes echarle un vistazo a este artículo sobre AliPay y otras apps para pagar con el móvil en China.

Otros medios de transporte urbano en China

En las ciudades chinas, la verdad es que moverse en coche, moto o bicicleta es poco recomendable. El tráfico es demasiado caótico. 

Las motos son las reinas de la calle en China

Los chinos conducen muy rápido y sienten poco respeto por las normas de seguridad vial. Si bien la cosa no llega a los niveles de locura de otros países del Sudeste Asiático, si puedes evitarlo, lo mejor es no aventurarse en las carreteras y autopistas chinas. Y menos aún tratar de conducir por las calles de sus ciudades. 

A no ser que seas un conductor experimentado, claro. Y con nervios de acero.

Si, pese a todo, tienes ganas de pedalear (y no te importa el riesgo), en las grandes ciudades vas a encontrar un buen sistema de bicis de alquiler, muchas de ellas eléctricas. Pero, para poder acceder a ellas, tendrás que pelearte con la app específica para ello, porque los sistemas de reservas solo funcionan on-line. Estás avisado.

Ir a pie es una buena opción en muchas ciudades, que son limpias, agradables y muy paseables. Es el caso de las grandes capitales (Pekín, Shanghái…), que cuentan con cascos urbanos renovados y un urbanismo bien planificado.

Una calle cualquiera del centro de Pekín

Sin ir más lejos, pasear por el centro de Pekín, a día de hoy, es un verdadero placer.

En otras ciudades más pequeñas (y rurales), por el contrario, la cosa puede cambiar. Y mucho. La polución, la falta de aceras y la escasa precaución de los conductores no invitan demasiado a caminar.

Sea como sea, si te apetece patearte las calles, recuerda: ojo con el tráfico, que es muy silencioso. La mayoría de vehículos son eléctricos, y no los oyes venir. Además, por si fuera poco, aquí las motos y triciclos circulan por las aceras como si tal cosa.

Como en otros lugares de Asia, en China los semáforos son meramente orientativos. No esperes que nadie los respete. Y mucho menos que te ceda el paso. Aquí, el peatón nunca tiene prioridad

Motos eléctricas aparcadas a pie de calle

Aun así, no te preocupes; el tráfico chino no llega a los niveles infernales de Indonesia, Vietnam u otros países del Sudeste Asiático. ¡Se puede cruzar un paso de cebra y vivir para contarla!

Recuerda