Qué ver en México

Islas del Caribe mexicanas, una vuelta por la zona del Yucatán

Holbox, Contoy, Isla Mujeres y Cozumel, las cuatro perlas caribeñas de México, que flotan ellas mirando a Cuba desde el noreste de la Península del Yucatán, son el aperitivo perfecto de un buen viaje por la Riviera Maya.

Podemos saltar a ellas desde el continente con total facilidad, cada una tiene su estilo y una afluencia de turismo moderada, más allá de que a Cozumel le caen cada semana no se sabe cuántos miles de turistas que vomitan solo por unas horas esas moles gigantescas y flotantes llamadas cruceros.

No hay problema porque estos turistas se concentran en una zona muy concreta y reducida de la isla, cuyo 80% está casi sin explotar y se puede recorrer en coche, moto, quad, bicicleta o haciendo trekking.

Cozumel

En las cuatro islas vais a encontrar unas playas impresionantes, colores turquesas de esos que regala el Caribe con fondos arenosos blancos o amarillos, y bastante vida animal, ya sea bajo el agua con las gafas de esnórquel o en los árboles y manglares con una gran variedad de aves.

Las cuatro islas caribeñas de México

Holbox

Empezaremos por la primera de las islas del Caribe que está más al norte, a la que podremos llegar desde Cancún en una minivan o con nuestro coche alquilado. Llegaréis en dos horas a Chiquilá, donde se pillan los ferries, que tardan no más de 40 minutos, a la isla.

La otra opción es aprovechar nuestra ruta por el yacimiento de Chichén Itzá y la bella ciudad de Valladolid para dirigirnos al norte, hacer parada en Río Lagartos, un pueblo feo rodeado de una naturaleza bella y desbordante, donde además se come muy buen marisco porque cuentan con una gran flota pesquera.

Holbox

Yo subí con el coche desde Valladolid y al ver la buena pinta que tenían el pulpo y las langostas, lo baratos que eran los hostales y lo encantadora que era la gente del pueblo me quedé una noche a dormir.

El restaurante Pulpo Maya me encantó, pero lo más atractivo de la zona es alquilar una excursión en lancha para que te lleven por la Reserva de la Biosfera de Río Lagartos y su alargada bahía llena de manglares, cocodrilos, pelícanos, águilas, flamencos.

Flamencos en Río Lagartos

Para terminar paras en las salinas y la zona del lodo, te embadurnas de barro todo el cuerpo y luego te bañas en el cenote para recuperar de nuevo tu piel, que eso sí quedará más suave.

Turismo de modernetes

Y de ahí a Chiquilá para tomar el ferry. Nada más llegar a Holbox te das cuenta de que el pueblito, muy bonito por cierto, se ha convertido en algo así como un pequeño parque temático para turistas ‘pijipis’ y retromodernos.

Mucho hotel boutique ecofriendly, restaurantitos super ‘fancy’, coctelerías caras, escuelas de kite surf, todo con mucho encanto y diseños y decoración muy cuidadas. Es perfecto para ese tipo de turismo y en eso se han especializado en Holbox.

Holbox, la isla más cool y tranquila de esta zona del Caribe, donde no existe el asfalto y sí la buen onda

Pero no hay problema, te pones a pasear por las calles, que no están asfaltadas, te alejas un poco de las más concurridas y te asomas a las playitas y todo cambia. Hay también hostels baratos y apartamentos y el día a día es muy tranquilo.

Os recomiendo que vayáis andando a la mayoría de las playas porque está todo en estado natural, todo el desarrollo de la isla se ha concentrado en el pueblito, así que el resto es auténtico. De hecho, el huracán Gilbert se cargó el pueblo en el año 1988, y el que hay ahora se construyó en una zona más protegida.

Veréis que al pasear por las playas os encontraréis con algunos edificios derruidos del pueblo viejo, que han sido convertidos en escaparates del street art.

Tiburón ballena

Muy recomendables las playas Punta Cocos (espectacular puesta de sol) y Punta Mosquitos. Veréis muchas aves y quizá algunas tortugas, que en tiempo de desove está muy protegidas. Sus lenguas de arena invitan al paseo, aunque hay gente que contrata el típico carrito de golf, sobre todo para Mosquitos, que está más lejos. Pararéis a bañaros más de una vez porque sus fondos son espectaculares.

Otro día podéis quedaros en la playa del pueblo, que está llena de restaurantes y coctelerías, así como hamacas y columpios que hacen las delicias de los instagramers.

Holbox

También podréis ver que la gente del pueblo ha cuidado su estética molona y en muchas fachadas veréis murales coloristas y arte callejero. Si es temporada podéis contratar una excursión para ir a nadar con el tiburón ballena, el escualo más grande del mundo, que de junio a septiembre atraviesa estás aguas en su migración.

Por favor, si os lanzáis a nadar con estos bellos animales no los toquéis y vigilad que vuestro lanchero no les estrese con su barca y el motor acercándose en exceso. También es fácil disfrutar de la bioluminiscencia de los fondos, ya sea desde la orilla o con tus gafas de esnórquel.

En Holbox se come muy bien aunque es más caro que en las otras islas porque ésta está muy de moda. Hay comida variada mexicana, bastante marisco, opciones vegetarianas y veganas y, como es lógico, comida internacional.

Isla Contoy

Esta isla del Caribe es un verdadero paraíso casi deshabitado, una Reserva Natural privilegiada para el avistamiento de aves (viven o pasan por aquí para anidar más de 70 especies de aves marinas) y por sus aguas también se dejan ver los tiburones ballena.

Otro de los grandes atractivos de Contoy es disfrutar ya sea buceando o haciendo esnórquel de sus fondos, su vida marina y su barrera de coral, que aquí está relativamente bien conservada.

Isla Contoy

Son aguas cristalinas con sus hábitats de corales, donde podrás ver peces de mil colores, tortugas y mantarrayas. Lo más recomendable es hacer una excursión de un día desde Cancún con vuelta en la noche. Ojo que no será barata la excursión, pero merece mucho la pena.

Isla Mujeres

Al sur de Contoy y justo enfrente de Cancún tenemos la pequeña Isla Mujeres, estrecha y alargada, con unos ocho kilómetros de norte a sur. Al estar tan cerca de Cancún y tener lindas playas y mejores fondos, durante el día está sobre explotada, llegan tantos turistas en ferries o excursiones para pasar un día que os propongo un plan alternativo.

Playa en Isla Mujeres

Por supuesto que en un día podéis disfrutar de lo más molón de la isla, que son las playas del norte y el ambiente del pueblito, donde se concentra casi toda la actividad. Pero si tenéis algo de tiempo podéis pasar allí una o dos noches, porque la isla cambia radicalmente a partir de las 16:00 horas, todo se queda tranquilo y se puede disfrutar mejor.

Veréis que la mayor parte de la gente se concentra en las playas del norte, que son muy tranquilas, sin oleaje y casi sin profundidad. Tienes que andar mucho para que te cubra un poco.

Hotel frente al mar

Si te gusta andar y tienes tiempo, en dos horas o dos horas y media te puedes recorres la isla de norte a sur. Es lo que hice yo y al llegar al sur opté por el Nomads Hostel, súper moderno y bien equipado, con un buen rollo impresionante y piscina con acceso a una playa casi privada.

El sur es lo más auténtico, aún conserva su área de selva y obviamente sus playas.

Hay una tranquila aldeíta en esa zona (nada comparable a la masificación del norte donde llegan los ferries y está el pueblo grande) donde se come de vicio en puestos callejeros y fondas, esos pequeños restaurantes en casas familiares con comida tradicional yucateca (qué tamales más ricos, por dios).

Tamales de Isla Mujeres

Los que seáis un poco perezosos (hay ocho kilómetros de longitud) podéis moveros por la isla en los bugguies de golf, en moto o en bicicleta, 

Una buena opción es contratar un tour en lancha de varias horas que incluye varias paradas para hacer esnórquel entre corales, ver muchas barracudas, y comer en un tradicional restaurante sobre la playa. Tenéis que negociar el precio y comparar porque hay muchas personas tratando de captar turistas para su lancha.

Cozumel

Para mí es el plato fuerte de las islas del Caribe mexicanas. Juan Perro (Santiago Auserón) inmortalizó su nombre para el pop español: “Se va erizando la piel azulada del Caribe y en el cielo se percibe un resplandor de amenaza; aunque no soy de tu raza, islita de Cozumel, dale cobijo a mi piel…”.

Cozumel es la isla amada por muchos y yo he dejado que cobijara mi piel en varias ocasiones, es mi isla preferida y os cuento por qué.

Cozumel tiene como dos caras bien diferentes: la cara oeste que mira a Playa del Carmen y a donde llega la mayoría de los turistas y los cruceros; y el centro y la cara este, la que mira a Cuba, donde casi todo está sin explotar, con esa mezcla de playas impresionantes y kilométricas sin chiringuitos, selva y manglares, y hasta zonas desérticas que sólo se pueden hacer en quad.

Las aguas de Cozumel

A la isla se llega en un ferry que tarda media hora y te deja en el puerto de San Miguel de Cozumel, la capital de la isla perteneciente al estado de Quintana Roo. La ciudad es grande y diversa, hay una placita central y una zona cercana a los pantalanes donde paran los cruceros, con muchas tiendas, joyerías, restaurantes, agencias para tours y no sé qué más cosas destinadas a los que bajan a la isla para estar unas seis horas.

Todo bien, esta parte de la ciudad se ha especializado en prestar servicios al turismo de cruceros. Pero es salirte de ahí y lo que te encuentras es una ciudad tranquila, muy mexicana, con vida propia y una gastronomía marinera de la mejor de México.

La isla es bastante grande y es muy recomendable pasar en ella, como muy mínimo, dos días con una noche, aunque un tres días dos noches sería perfecto. Yo me he pasado allí semanas porque hay mucho que hacer y la propia vida de los cozumeleños te atrapa.

Pelícano el malecón de Cozumel

Es muy recomendable alquilar moto y si viajan entre dos y cuatro personas juntas, quizá mejor el coche. Porque la isla es perfecta para recorrerla por una carretera que te sacará de la capital dirección este camino de las playas no turísticas (Ixpalbarco, Punta Morena, Chen Río, Playa Bonita…).

Al noroeste podemos atrevernos a llegar hasta Punta Molas del Norte, por las dunas kilométricas (28 kms.) frente un mar turquesa, y lo tendremos que hacer en quad o en buggy hasta llegar al faro norte. Es muy recomendable y lo hace muy poca gente.

Si seguimos la línea de la coste este podremos ir parando en las playas mencionadas antes, donde apenas encontraremos servicios turísticos, más allá de algunos restaurantes desperdigados por más de 15 kilómetros y un par de chiringuitos para cócteles.

Playas bellísimas sin gente y con un mar de ensueño. Y hacia adentro la selva, los manglares y los humedales del centro de la isla donde no hay casi nada construido. Naturaleza en estado puro.

Siguiente la línea este llegamos al Punta Sur Eco Beach Park, una reserva ecológica de pago (merece la pena pagar la entrada) situada en el extremo sur una larga playa paradisiaca con una área pequeña para restaurante y sombrillas, manglares, una laguna interior (Colombia) con cocodrilos y avistamiento de aves, pequeñas ruinas mayas y el Faro Celarain para disfrutar de las vistas.

Punta Sur de Cozumel

Es sin duda una buena elección para pasar un día completo. Y seguir después por la carretera ya de vuelta hacia el oeste, donde se han desarrollado la mayoría de los resorts y donde a veces no es fácil encontrar una entrada directa al mar que no sea a través de un club de playa que ha semiprivatizado el acceso y cobra por ello. Hay playas bonitas pero has de pagar el peaje.

Más arriba ya camino de la capital podéis parar en el museo de corales y estatuas bajo el agua, en la zona de Tikila, con un busto hundido de Jacques Cousteau y varios robots gigantes de cemento, también hundidos.

Museo marino

Una excursión muy bonita es la que os lleva a El Cielo, un banco de arena a menos de un kilómetro de la isla, en la zona de Palancar, que en sus fondos cristalinos alberga miles de estrellas de mar que pueden disfrutarse con las gafas de esnórquel.

También se puede disfrutar de buen buceo en Cozumel, aunque la barrera de coral empieza a estar tocada por el impacto de la entrada y salida de cruceros y de tanto turismo de tours en lancha concentrado en ese área. Hay bastante escuelas de buceo para elegir, ojito que es a precios europeos, no a precios mexicanos.

Y ya de vuelta a San Miguel, donde se puede comer de lo lindo. Pescados y mariscos en La Perlita o el Camarón Dorado, la impresionante Taquería Díaz 100% con su torta loca, el restaurante Otates y otros tantos muchos que verás por las calles y te entrarán ganas de parar. Hay muchas opciones y para tomar cócteles, bailar y escuchar música en directo, por el centro de San Miguel y por todo el malecón.

Mapa

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